Muere el cineasta iraní Abbas Kiarostami
Abbas Kiarostami
El director, que se alzó con la Palma de Oro del Festival de Cannes por El sabor de las cerezas en 1997, ha fallecido en París a los 76 años a consecuencia de un cáncer gastrointestinal que le había sido diagnosticado el pasado marzo.
Kiarostami es una figura imprescindible del séptimo arte, que lideró a finales de los 60 la Nueva Ola del cine iraní. Como muestra de su importancia, Jean-Luc Godard llegó a decir que "la cinematografía empieza con D.W. Griffith y termina con Abbas Kiarostami". En sus películas, el director iraní manejaba el diálogo poético y la alegoría para afrontar cuestiones políticas y filosóficas, y siempre desplegaba en ellas un gran humanismo a través de una mirada cercana al documental. Además del cine también cultivó la poesía, la fotografía, la pintura, la ilustración y el diseño gráfico.
"En general, las películas que me gustan son aquellas en las que, cuando acaban, tengo el deseo de llamar a mi madre. Porque a veces un libro, una pintura, una película te recuerdan que tienes una madre", comentaba a El Cultural en una entrevista realizada en 2012 a su paso por el festival Ibaff de Murcia, donde tenía que impartir un taller para jóvenes. De hecho, demostró su capacidad para iluminar el camino de otros cineastas poniéndose al frente de una generación de artistas iraníes entre la que se encontraban nombres como Masoud Kimiai, Sohrab Shahid Saless, Dariush Mehrjui, Bahram Beyzai, Nasser Taghvai o Parviz Kimiavi.
Nacido en 1940 en Teherán, Kiarostami estudió en la Universidad de Bellas Artes en su ciudad natal. Comenzó a trabajar como diseñador gráfico y crearía algunos anuncios para la televisión iraní. Más tarde ingresaría en el Centro para el Desarrollo Intelectual de Niños y Jóvenes Adultos. Allí creo una sección de cinematografía que le permitió lanzarse a rodar cuando tenía 30 años, con el corto El pan y la calle, muy influido por el neorrealismo italiano.
Después de películas como Gozaresh (1977) y Párvulos (1984), el reconocimiento internacional comenzaría a llegarle con ¿Dónde está la casa de mi amigo? (1987), Close Up (1990) y A través de los olivos (1994). Con la Palma de Oro por El sabor de las cerezas (1997), el director iraní se consagraría definitivamente como uno de los máximos exponentes del cine de autor mundial.
Después de El sabor de las cerezas aún rodaría varías películas como El viento nos llevará (1999) o Copia Certificada (2010). "Si supiera que una película no entraña dificultad alguna, no la haría, pero a mi edad tengo derecho a evitarme sufrimientos, no tengo motivos para pasarlo tan mal", explicaba a El Cultural. "Cuando hice Copia certificada, disfruté en todo momento, es la película en la que más cómodamente he trabajado en mi vida. No tengo tanto tiempo como para pasarlo mal, ahora necesito que hacer cine me produzca placer". El director del realismo cinematográfico aun rodaría otro filme antes de partir, Like someone in Love (2012).