Jean-Paul Belmondo

El actor de la Nouvelle Vague recibe el galardón honorífico a toda una trayectoria en la 73ª edición del festival italiano

Michel es un delincuente que roba un coche en Marsella y huye a París en busca de su amiga Patricia. Perseguido por la policía, Michel mata a un agente y una vez en la ciudad de la luz intenta huir, recuperar su dinero y convencer a su amiga para que se vuelva a acostar con él... así podría resumirse el argumento de Al final de la escapada, película de Jean-Luc Godard protagonizada por Jean-Paul Belmondo. Ese papel protagonista que le ofreció el cineasta en su primera película le catapultó e hizo que se convirtiera en una de las figuras clave de la Nouvelle Vague. La Mostra de Venecia, en su 73ª edición, ha querido homenajear la carrera del actor de 83 años con el León de Oro a toda su trayectoria.



A pesar del accidente cardiovascular que sufrió en el año 2001 el actor, al subir al estrado a recoger el galardón, ha asegurado que siempre mira hacia "adelante". Pero la vocación interpretativa no le pilló desde siempre, de pequeño puso su ímpetu en el boxeo y ganó algún campeonato. Tras ocho años haciendo sus incursiones en el mundo de la interpretación fue Godard quien se fijó en él para el papel protagonista que le catapultó a las primeras filas del cine francés.



También ha trabajado con cineastas internacionales como el italiano Vittorio de Sica. En su filme La Ciociara (1960) Belmondo compartió pantalla con Sofía Loren, película que resultó clave para desarrollar su carrera fuera de su país. Un año más tarde, en 1961, Mauro Bolognini también contó con él para la película La Viaccia. Tras esas dos incursiones en el cine italiano el actor francés se hizo un hueco en el país. "He venido varias veces a Venecia. Me gustó cuando la sobrevolé colgado de un helicóptero", bromea en el estrado. Fue en 1980 en el rodaje de El rey del timo, largometraje del director francés Georges Lautner. También ha trabajado con actrices como Gina Lollobrigida y Claudia Cardinele y, por eso, bromea, le ha gustado el cine italiano.



Pero el actor es recordado por un cine más comercial y por sus papeles en películas de corte policiaco como El hombre del río (1964) y Pánico en la ciudad (1975). Otras de sus cintas son Les Misérables (1995) de Claude Lelouch, Dèsiré (1996) de Bernard Murat, Une chance sur deux (1998) de Patrice Leconte, Peur-etre (1999) de Cédric Klapisch, Les Acteurs (2000) de Bertrand Blier y Amazone (2000) de Philippe de Broca.



Belmondo compitió dos veces en Venecia. En 1961 con Leon Morin, sacerdote, de Jean-Pierre Melville y en 1965 con Pierrot el loco de Jean-Luc Godard. Además, en 2011 el Festival de Cannes le rindió un homenaje especial. Al preguntarle por su trayectoria, el emblemático actor de la Nouvelle Vague ha afirmado que ha hecho todo lo que quería hacer.