Image: Viaje a Italia: Cinefilia y wit

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Cine

Viaje a Italia: Cinefilia y wit

7 octubre, 2016 02:00

Una imagen de Viaje a Italia

La continuación de The Trip, nos devuelve a Steve Coogan y a Rob Brydon en estado de gracia, con sus impagables imitaciones, en una película que reflexiona sobre la forma en que el cine y la literatura transforman las ciudades y los paisajes en lugares mitológicos.

Michael Winterbottom es ese director británico hiperactivo cuya estimulante trayectoria navega entre la celebración musical y festiva (24 Hour Party People, 9 Songs), el drama social más desgarrado (In This World, Camino a Guantánamo) y la gozosa comedia (Tristram Shandy). The Trip pertenece a este último grupo y ahora llega a las pantallas su secuela, Viaje a Italia. En esa película de 2010 veíamos a los cómicos Steve Coogan y Rob Brydon recorriendo Inglaterra para visitar sus mejores restaurantes mientras lidiaban con sus respectivos problemas personales con las mujeres y con su propia relación endemoniada, la de dos amigos que se quieren mucho y se conocen demasiado y por ello pueden ser especialmente sinceros, e hirientes.

El "bromance", la amistad estrecha entre dos hombres, es un concepto que está de moda aunque ya escribió ampliamente sobre ella Montaigne hace más de cuatrocientos años, y aquella hilarante The Trip da lugar a una secuela en la que la pareja se dedica a recorrer los mejores locales de Italia, de nuevo de mesa en mesa. En Mi cena con André (1981) Louis Malle planteaba toda su película en una cena entre Andre Gregory y Wallace Shawn en la que confrontaban la mentalidad occidental con la oriental. Winterbottom no llega tan lejos en esta película, cuya principal premisa es el ingenio de sus dos actores protagonistas, y hay muchas comidas y cenas.

Coogan y Brydon se interpretan a sí mismos como dos cómicos famosos aunque en perpetua lucha por sus carreras, aficionados a lanzarse dardos constantemente y hacer bromas sobre la ambigüedad de su estrecha relación, al tiempo que nos desternillarnos con sus muchas imitaciones de actores famosos, de Anthony Hopkins a Hugh Grant pasando por Alanis Morissette. La película es un festival de talento y de un ingenio que los británicos llaman wit, la particularidad de ser gracioso y al mismo tiempo agudo.

No tengo muy claro si las personas que ven las películas dobladas al español podrán disfrutar de una película mitómana, muy cinéfila y plagada de imitaciones. Tras los pasos de Lord Byron, ilustre británico exiliado en Italia, de Gore Vidal, de El viaje a Italia de Rosselini o de aquellas Vacaciones en Roma con Gregory Peck y Audrey Hepburn, Viaje a Italia nos cuenta cómo vemos los lugares a través de las obras artísticas que los retrataron y la forma en que el cine y la literatura transforman las ciudades y los paisajes en lugares mitológicos. Es una película muy divertida, con momentos conmovedores, y dos grandes actores. No se puede pedir más.

@juansarda