El actor Jarkko Lahti interpreta a Olli Mäki en el debut del director Juho Kuosmanen

Atención, joya. El día más feliz en la vida de Olli Mäki, debut en la dirección del director finlandés Juho Kuosmanen, extrae petróleo de un suceso histórico de relevancia local que el filme hace universal. El combate de boxeo entre el Olli Mäki del título, un panadero de provincias de carácter humilde, y Davey Moore en Helsinki en 1962. Un combate de resonancias históricas en Finlandia que enardeció el orgullo patrio porque un finlandés de origen modesto aspiraba, nada menos, que al título de campeón del mundo contra un monstruo del boxeo estadounidense. Tiene que ser el "día más feliz en la vida de Olli Mäki", pero el panadero se niega a entrar en el juego de la celebridad que le proponen los medios de comunicación y ser pasto de la manipulación política. Y además se ha enamorado. Hay ecos del cine de Tony Richardson y del cinéma vérité en este filme que ganó el premio Un Certain Regard en el Festival de Cannes y el premio "descubrimiento del año" en los últimos galardones del cine europeo.



Pregunta.- ¿Por qué contar ahora esta historia de los años 60?

Respuesta.- Olli Mäki era un hombre muy interesante. Era muy buen boxeador pero nunca hizo el papel de "tipo fuerte", por lo que parece que hay una contradicción entre su personalidad y su éxito. Cuando comencé a investigar me sentí identificado con él porque coincidió cuando gané un premio en la sección de estudiantes en Cannes y yo también estaba viviendo ese momento de la verdad, como Olli con su combate. Me sentía como él y esperaba que sus respuestas fueran las mías. Quería reflejar mis propias emociones en esta historia. Es muy egoísta pero cuando haces una película también es importante entender de qué estás hablando.



P.- ¿Era Olli Mäki un hombre enfrentado a su propia fama?

R.- Aunque la película sucede en los 60 quería hacer un comentario sobre la sociedad moderna. En esa época empieza el mundo en el que vivimos ahora, con el papel de los medios de comunicación o la obsesión por la felicidad. Creo que el caso de Olli es lo contrario de lo que vemos ahora, donde personas que no tienen ningún talento se hacen famosas. En este caso vemos a alguien con mucho talento que precisamente con lo que no se siente contento es con la fama. No es lo que se esperaba de un héroe, no era muy alto y para colmo era comunista. En Finlandia fue la primera vez que los patrocinadores, los medios de comunicación y el dinero se vieron envueltos en deportes como sucede ahora con normalidad.







P.- ¿Se ha inspirado en el realismo inglés de los años 60?

R.- Me siento muy identificado con ese cine realista de autores como Tony Richardson. Me encanta La soledad del corredor de fondo (1962), con ese tipo de personaje que parece pasivo pero está jugando contra las reglas. Son personas que quieren jugar su propio juego. Hay una gran influencia estética de ese cinéma vérité o del cine del Este de Europa.



P.- ¿Por qué el blanco y negro?

R.- Hicimos una prueba en color y sencillamente no funcionaba. También nos ayudaba a situarnos en los 60, da la impresión de que estás allí, en esa época. Intentamos construir esta ilusión de que la película también fue rodada en los 60. Utilizamos lentes antiguas y la iluminación también es la misma que se utilizaba entonces. Además el blanco y negro también nos permitía mover la cámara con mayor facilidad.



P.- Hay un gran realismo en la descripción de la vida de provincias de los 60. ¿Conoce bien ese mundo?

R.- Soy del mismo pueblo que Olli Mäki, y conozco cómo se siente uno al irse a la ciudad. El drama en esta película es pequeño, es una película muy sencilla. Funciona en los pequeños detalles y creo que el hecho de que conozca estos pequeños detalles es una gran ayuda para construir la película. Incluso el actor, Jarkko Lahti, es del mismo pueblo. No hay nada muy especial en el pueblo pero de todos modos estamos muy orgullosos de él.



P.- ¿Al final es una película de amor?

R.- Meditamos mucho sobre el final. Es un final muy sentimental y muy claro. La película no es muy romántica con lo cual rompe el tono, pero nos gustaba. Además en ese plano sale Olli ahora con su mujer, muy mayores, claro.



P.- Es curioso que Olli Mäki viva tan indiferente a su propia fama.

R.- Hay un poeta polaco que ganó un gran premio internacional y después confesó que ese día estaba tan cansado y muerto de hambre después del largo viaje que en lo único que podía pensar era en cenar. Me intriga mucho ese contraste entre lo que vivimos y lo que nos está pasando. A veces te dan un premio y estás pasando el peor día de tu vida porque te acaba de dejar tu novia. Hay un escenario en el que actuamos y después está lo que de verdad nos pasa por dentro. 



@juansarda