Anna Wintour durante una escena del documental The First Monday in May

Llega a las salas españolas The First Monday in May, un documental dirigido por Andrew Rossi que muestra las entretelas que esconde uno de los eventos culturales más emblemáticos en la escena internacional, la exposición de The Costume Institute at The Metropolitan Museum of Art y su fantástica gala de apertura, la conocida como Met Gala, la mejor fiesta del año en el mundo de la moda.

La directora de Vogue Estados Unidos, la ínclita Anna Wintour, se ha convertido en uno de los personajes más icónicos de la modernidad. Con sus sempiternas gafas de sol y sus vestidos maravillosos, la británica afincada en Nueva York es un símbolo de Occidente y la cultura de la celebridad y la moda que lo define. Wintour, que no es nada tonta, está claro, dice en este documental The First Monday in May que solo tiene palabras de gratitud para El diablo viste de Prada, esa novela después convertida en éxito de Hollywood en la que se la pinta como una bestia intimidante porque "puso el foco en la moda". Wintour es al mismo tiempo una brillante periodista y editora de moda como una fantasía en sí misma, una vida de lujo y glamour muy lejos de la vida cotidiana de la mayoría de la gente que nutre el imaginario de unos medios enganchados a la cultura de las celebrities y la ostentación.



A Wintour, verdadera protagonista del documental, no solo la conocemos por aquella película en la que Meryl Streep se ponía en su piel con hilarantes resultados, también la vimos en otra pieza de no ficción, The September Issue (2009), notable trabajo en el que podíamos comprobar en primera persona la leyenda de una editora con agallas y sin pelos en la lengua ante la que tiemblan los pilares de cemento armado como hojas al viento y cuya mirada inquisitiva detecta el mal gusto como si tuviera rayos X en los ojos. De alguna manera, Wintour representa en todo lo que ella misma llama "la fantasía de la moda", un lugar tan bello, caro e inalcanzable como la propia exigencia de una mujer para la que todo parece ser poco y capaz de reunir en una misma sala a las personas más influyentes del planeta y lograr que la escuchen.



A Anna Wintour, la última gran editora de revistas, ya la vimos en The September Issue montar un número especial de su revista y en The First Monday in a May donde la vemos haciendo lo que mejor sabe además de eso, organizar fiestas. En este caso, la fiesta de gala del museo Met de Nueva York y su célebre gala del "primer lunes de mayo" en la que aprovechando la inauguración de una gran exposición del museo del traje Wintour monta un fiestón en el que, como es el caso, atienden personajes como Beyoncé, Justin Bieber, Rihanna o Jennifer López. Una gala para recaudar fondos que nutre las publicaciones y webs del mundo entero porque las estrellas tienen vía libre para desatar sus fantasías en cuanto estilismo se refiera creando un espectáculo ciertamente seductor.



En el documental vemos cómo Wintour, y el comisario de la exposición (al que la traducción llama "curador") Andrew Bolton organizan una gran exposición sobre la influencia de la cultura china, o de una idea "romantizada" de China, juega en la moda occidental en un diálogo intercultural en el que también vemos diseñadores orientales. Bien narrado por Andrew Rossi, el documental no solo supone una puerta abierta a un mundo que se nos antoja casi inalcanzable, también nos permite ver de cerca la creatividad de un equipo de personas (sumen al cineasta Wang Kar Wai, partícipe de la exposición, entre otros) trabajando al más alto nivel. Se insiste mucho en la película, sobre todo Bolton, en que la moda es arte y yo casi me quedo con ese Karl Lagerfeld con labios de Carmen de Mairena que reivindica a esa Coco Chanel que decía que se consideraba modista sin más y que con que las señoras se pusieran sus vestidos se daba por satisfecha.



Arte o no arte, la moda es sin duda una de las actividades creativas más apasionantes, y quizá como decía Bertrand Bonello hablando de su película sobre Saint Laurent, aunque no sea arte a veces surgen artistas. Existe, eso está claro, una forma de mirar la moda "como si fuera" arte que es la que propone Bolton y que nos obliga a apreciar y valorar el importante papel que el vestuario tiene a la hora de entender una época histórica o el hoy mismo. La moda es fantasía, es imaginación y es sueño, y este notable documental nos ayuda a entender un fenómeno que define con fuerza nuestra cultura contemporánea.



@juansarda