Zuzana Mauréry protagoniza La profesora, de Jan Hrebejk
El director checo Jan Hrebejk estrena La profesora, una película ambientada en la Checoslovaquia de los años 80, que muestra los efectos que tiene la llegada de una nueva y poco ortodoxa maestra a un colegio de Bratislava, tanto para los alumnos como para los padres.
La profesora, película eslovaca dirigida por Jan Hrebejk, cineasta con una larga trayectoria en el cine y la televisión de su país que permanecía inédito por nuestros pagos, es un filme, que oscila entre lo ácido y lo dramático, sobre el totalitarismo y sus consecuencias en la vida cotidiana pero también trata un tema tan universal y atemporal como el abuso de poder a través de la figura de una profesora despiadada que utiliza sus vínculos con el poder y los soviéticos para someter a sus alumnos, y a los padres de estos, a un poder tiránico. Porque la profesora obliga a los padres de los niños a hacerle favores como llevarle la compra a casa, arreglarle la lavadora o llevar a Moscú un tarta para su hermana so pena de que los niños suspendan y vean limitadas, sino vapuleadas, sus opciones de ir a la universidad.
La película se desarrolla durante una reunión de los padres con la dirección del colegio para atender a varias quejas después de que una de las niñas tratara de suicidarse por culpa del acoso al que la somete la maestra. A modo de flashbacks, conocemos a un personaje grotesco que todos podremos reconocer en algún momento de nuestra vida. Es la figura del "malo", o del mero "imbécil" al que todos debemos enfrentarnos de vez en cuando. Esas personas despiadadamente malvadas y retorcidas que encuentran un gran placer en irle fastidiando la vida a todo el mundo y que jamás parecen ser ni siquiera remotamente conscientes de sus malas acciones. Mientras las prisiones acogen a muchos de los peores delincuentes de la sociedad, los imbéciles en cambio campan a sus anchas, pues sus acciones no son ilegales. Se pasan la vida haciendo daño, destruyendo a las personas con talento, a las que suelen detestar, intrigando y poniendo a la gente en situaciones imposibles.
En este caso, se trata tanto de ver si despierta, o no, la conciencia cívica de unos padres atemorizados por el peso político de la profesora en un clima de nepotismo y abuso de poder generalizado, como de ver cómo unos seres corrientes deben hacer frente a una amenaza que los supera y pone en riesgo el futuro de sus hijos. Entre un cierto costumbrismo que no desdeña lo paródico y el drama con tintes políticos que recuerda a los ambientes opresivos que hemos visto en películas rumanas como las de Cristian Mungiu o Corneliu Porumboiu, a La profesora le acaba faltando algo de mala leche y llegados a cierto punto resulta un poco previsible, pero ofrece una mirada cargada de ironía y verosimilitud sobre una época histórica, además de crear una malvada fantástica como esa profesora sibilina que por desgracia todos hemos conocido alguna vez.
@juansarda