Ruth Jazmín Ramos en La región salvaje

Adorado en Cannes y premiado en Venecia, Amat Escalante estrena en España La región salvaje, filme en el que añade importantes dosis de ciencia ficción al naturalista retrato de las clases bajas mexicanas de sus anteriores películas.

El cineasta mexicano Amat Escalante (Barcelona, 1979) tiene fama de provocador por el descarnado y crudo retrato que realiza en pantalla de la violencia que recorre las calles de su país. Con 38 años ha dirigido cuatro películas y ha logrado alzarse con el prestigioso galardón al mejor director en plazas tan exigentes como Cannes (por Heli en 2013) y Venecia. En este último festival se hizo con el premio por el filme que estrena hoy en España, La región salvaje, en el que añade ciencia ficción al naturalista retrato de las clases bajas mexicanas que había destilado con éxito en Sangre (2005) y Los bastardos (2008).



Sin embargo, la intención inicial del director no era transitar hacia otros géneros. "Quería escribir un drama familiar y social que abordase la homosexualidad, la homofobia y el machismo, pero tras elaborar dos tratamientos distintos del guión sentía que no estaba llegando al corazón de estos temas. Entonces apareció la idea de introducir un elemento fantástico en la trama y se abrió la posibilidad de expresar de una manera muy visual lo que sentían los personajes: atracción y rechazo hacia su propia sexualidad. A partir de aquí me volví a sentir inspirado", explica Escalante a El Cultural.



En La región salvaje el elemento fantástico se introduce a través de una criatura tentacular venida del espacio exterior que habita en una casa en el bosque al cuidado de un matrimonio mayor que parece entender su naturaleza. Al principio, las personas que se enfrentan a este monstruo sediento de sexo sienten terror, después no pueden evitar entregarse a él, rindiéndose al eufórico placer que les proporciona. "Me inspiré en el cine de David Cronenberg y en clásicos como Alien y, de una manera que no se bien articular, en Robocop, que es una película que me gusta mucho. Tampoco me puedo olvidar de La posesión de Andrzej Zulawsky y de los trabajos del fotógrafo japonés Nobuyoshi Araki. Con todas estas referencias mi intención era crear un ser que fuera tan atractivo como repugnante", asegura el director. Sin embargo ese monstruo lujurioso no se encuentra en el centro de la narración sino que funciona como catalizador de las frustraciones sexuales y amorosas de los trágicos personajes que pueblan la película.



Alejandra es una joven madre y ama de casa que cría a sus hijos junto a su marido Ángel, que, pese a la homofobia de la que hace gala en público, mantiene una relación en secreto con su cuñado Fabián, enfermero en un hospital. "La moral y la religión han afectado mucho a las familias y a la manera en que los individuos se relacionan con su propia sexualidad. Si un hombre es forzado a casarse con una mujer cuando esa no es su naturaleza, va a surgir un rechazo y probablemente desembocará en algún tipo de violencia", opina Escalante, que vuelve a valerse de actores sin experiencia como en sus anteriores películas.



La aparición de Verónica, amante de la criatura, en la vida de estos personajes pone en contacto el drama social con la ciencia ficción. "El reto era conseguir que estos dos mundos tan dispares se integraran", asegura el director. "A veces parecía que no iba a funcionar, pero nos dimos cuenta de que el sonido y la música eran fundamentales porque nos permitían incluir a la criatura durante toda la película. Es la primera vez que he utilizado música compuesta expresamente para uno de mis filmes".



@JavierYusteTosi