Ramón Colom

No es Juego de Tronos pero se le parece bastante. Ramon Colom, aún presidente de FAPAE, se ha despedido del cargo sin "quemar todas las naves", pero muy poco le faltó. En una rueda de prensa incendiaria, Colom ha denunciado que la asociación de productores españoles ha vivido en un clima de "odios, rencores y conspiraciones" constante estos últimos años. "Me sentí humillado, escupido... pero eso no es nada comparado con lo que han vivido otros. Todo ello porque algunos querían recuperar el poder. Nada más empezar ya me dijeron 'Ramon, no te quieren'. Por suerte, no todos me odiaban. También he sentido el confort y el ánimo de otros. Pero ha habido muchas cosas anómalas. Los estatutos son surrealistas. El vicepresidente no es elegido y su función es controlar al presidente". "El día que tuve que aguantar esa junta donde me dijeron que me largase", ha continuado Colom, "mis enemigos ya avisaron de que no habría elecciones para escoger a mi sustituto porque ellos elegirían al nuevo presidente. Eso fue en mayo y a día de hoy no han conseguido su objetivo. Hay unas nuevas elecciones convocadas porque vivimos en la transparencia. Como dice el Washington Post, la democracia acaba en la oscuridad. Y yo quiero para FAPAE luz y taquígrafos", ha reconocido.



Colom llegó a la rueda de prensa con la recortada, y un productor presente en la sala le recriminó el tono áspero de sus palabras. "Estoy harto de callarme", le contestó Colom. "He vivido episodios alarmantes como cuando en julio y agosto los 'conspiradores' cortaron la financiación y no había dinero para pagar las nóminas". Ahora, asegura, "FAPAE quizá deja de existir porque esos que han estado torpedeando mi presidencia tampoco quieren presentarse".



No la citó nunca por su nombre pero la sombra de Mabel Klimt, la extodopoderosa secretaria general que le plantó guerra a Colom, sobrevoló toda la rueda de prensa. El presidente en funciones de FAPAE incluso llegó a utilizar la palabra maldita, 'corrupción', mientras el ex presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, se enfrenta a varios juicios por colaborar en la tristemente célebre práctica de autocompra de entradas en su calidad de distribuidor y exhibidor.



"Los miembros de la junta de FAPAE no pueden tener más privilegios que aquellos a los que representan", ha dicho Colom, "y esos opositores lo intentaron y lo siguen intentando". Y ha cargado de nuevo contra Mabel Klimt sin citarla, una "persona que trabajaba más para unos que para otros. Y yo me pregunto si a eso se le puede llamar corrupción. Los referentes de la industria no deberían permitirlo", ha defendido. "Estamos en un sistema que privilegia a los privilegiados. Algunos ruedan tres películas al año y no permiten que otros levanten cabeza. Yo les digo que lo importante no es solo su cuenta de resultados sino la igualdad de oportunidades. Tenemos que conseguir reequilibrar esa balanza".



No estamos ante el apocalipsis, pero casi. "Hay una voluntad de cerrar FAPAE y yo hago un llamamiento a los productores para que no lo permitan. Tenemos que llegar a acuerdos. No más cenas, no más conspiraciones y no más intrigas donde solo se oye a los mismos y no a los otros". Ha llegado a decir Colom que algunos productores "amenazaban a las nuevas directoras del ICAA con echarlas si no hacían lo que querían. Eso no lo podemos permitir".



En un tono más relajado, Colom también ha querido destacar algunos aspectos positivos. Con una nueva Ley del Cine funcionando en la que la federación ha tenido un papel crucial, el productor ha resaltado que "el balance pienso que ha merecido la pena. Hoy tenemos una FAPAE menos costosa, más ligera, más dúctil. Cuando llegué en enero de 2014 me encontré con una reestructuración. No había ingresos para cubrir los gastos. Egeda me exigió que llevase a cabo la reestructuración. Tuve que despedir a parte del personal, aunque salía caro por las indemnizaciones. Resulta que el exdirector que me había recomendado de forma más enérgica que hiciera esos despidos fue el primero en salir a criticarme por hacerlo. Se han reducido un 40% los gastos de personal y los corrientes un 25%".



Y para acabar, Colom ha querido defender "a esa inmensa mayoría de productores que son limpios". En noviembre, cuando se celebren las nuevas elecciones, el nuevo presidente, desde luego, tendrá trabajo por delante. Con este panorama, el propio Colom se ha permitido dudar que haya alguien dispuesto a ello. Valiente será, eso seguro.