Fotograma de Euphoria

Los tiempos están cambiando. 2017 fue el año en que se sacó a la luz el complejo entramado de acosos y abusos en Hollywood y el momento en que las mujeres del ámbito cinematográfico se plantaron ante la desigualdad y la injusticia. Frances McDormand, en su discurso al recibir el Oscar por Tres anuncios en las afueras, exigió más presencia femenina en el cine, no sólo en la actuación, sino en todos los ámbitos del proceso de creación, distribución y consumo. "No nos hablen en las fiestas, sino en los despachos", afirmó rotunda, en el que ha sido, quizá, el momento más brillante hasta el momento de la lucha por la igualdad derivada de los movimientos como el #MeToo o el Time's Up.



Ese es el espíritu que da vida a la primera edición del festival Cine por Mujeres, que llega con su primera edición a Madrid desde el 3 hasta el 8 de abril, y que pretende "poner en valor el rol de la mujer en toda la cadena de producción del ámbito cinematográfico", en palabras de la codirectora del festival, Carlota Álvarez Basso, que, sin embargo, ha querido recalcar que "no nos hemos subido al barco del #MeToo, sino que el proyecto surgió hace mucho". "Hay mujeres en cada paso del proceso, no sólo en la interpretación o en la dirección, aunque no lo sepamos", ha lamentado, y ese es uno de los objetivos principales de este nuevo e ilusionante proyecto, dar visibilidad al talento ignorado.



Precisamente para eso, se entregará un premio honorífico a Belén Atienza, productora y colaboradora habitual del cine de Juan Antonio Bayona, que ha trabajado en Lo imposible o en Un monstruo viene a verme y que se encuentra en estos momentos en plena producción de la secuela de Jurassic World. Además, se organizarán mesas redondas, conferencias, talleres y clases magistrales que destaquen el rol de las mujeres profesionales en los sectores de creación, formación, producción, reproducción, promoción, marketing, distribución, comercialización, consumo y accesibilidad, "para inspirar a los más jóvenes desde el ejemplo de las mujeres creadoras", con la certeza de que "una educación en la igualdad y la diversidad debe acabar definitivamente con la desigualdad en la industria".



El festival surge como una propuesta completamente novedosa en España, siendo el primero hecho por mujeres y organizado en nuestro país. Existen muestras, como la de Barcelona o Zaragoza, pero ningún festival. Cine por Mujeres arranca con la voluntad de "poner a Madrid en el centro, convertirla en la cabeza del cine y de la igualdad, en una referencia a nivel internacional que ofrezca una plataforma para la promoción de la producción de creadoras españolas". Pero el festival nace con una vocación claramente internacional, y quieren que Madrid "sea un escaparate donde se muestren las mejores películas hechas por mujeres", convirtiéndose en "un punto de encuentro, el lugar donde se pongan en contacto creadoras de distintas partes del mundo, se establezcan intercambios de información y se alcancen propuestas comunes", porque "el reconocimiento empieza por el conocimiento".



Sin embargo, y como ha afirmado el también codirector Diego Mas Trelles, "es cine hecho por mujeres, pero no sólo para mujeres", sino que "queremos hacer patente que las mujeres directoras hacen todo tipo de películas: comedias, películas policiales, bélicas, de terror, de aventuras, cine documental, de animación…"



Cine por Mujeres se inaugura con la proyección de Westwood: Punk, Icon, Activist, de la directora británica Lorna Tucker, y en la ceremonia de clausura, además de entregarse el premio a mejor película, se proyectará la película francesa Numéro One, de Tonie Marshall. Por su parte, en la sección competitiva se presentan siete películas (más allá de la cinta inaugural, que también compite), con un cartel muy internacional, todos estrenos en España, destacando la película sueca Euphoria (Lisa Langseth, 2017), con las actuaciones de Alicia Vikander, Eva Green o Charlotte Rampling.



Suecia será, de hecho, el país invitado en esta edición inaugural del festival, que cuenta entre sus objetivos con alargar esta sección año tras año, ya que, consideran, "ayudará a dar una visión de la reciente producción cinematográfica de algún país específico". Suecia ha sido elegido por su papel privilegiado en la lucha contra la desigualdad, siendo uno de los países a la vanguardia de este tipo de políticas. Se proyectarán fuera de competición seis películas suecas, como The Ex-Wife, de Katja Wik.



El programa se completa con las secciones "Tres mujeres, tres películas, tres visiones de América Latina", con las obras Matar a Jesús, de la colombiana Laura Mora, Los perros, de la chilena Marcela Said, y de El futuro que viene, de la argentina Constanza Novick; y "Panorama de directoras iberoamericanas", con la proyección de diez películas dirigidas por mujeres españolas y latinoamericanas, como Zama, de Lucrecia Martel, o Verano, 1993, de Carla Simón.



El festival cuenta con cinco sedes para las proyecciones (Palacio de la Prensa, Cine Estudio Círculo de Bellas Artes, Sala de Cine de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, la Sala Berlanga de la SGAE y la Sala Iberia de Casa de América) y otros dos para los debates (Espacio Fundación Telefónica y el Salón de Actos de Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid).



Cine por Mujeres, que cuenta con un importante apoyo institucional, tanto público como privado, tiene el propósito de convertirse en una cita anual en el calendario internacional de los principales festivales de cine. Este tipo de iniciativas, a la estela de otros proyectos como Ellas crean, dan fe de la necesidad de un cambio profundo, desde la raíz de las estructuras. Esperemos que dentro de poco no sean necesarias.