Alain Hernández protagoniza Solo

Hugo Stuven estrena el viernes 3 de agosto Solo, un intenso e impactante thriller de supervivencia que, con guiños a Tiburón y Náufrago, resulta perfecto para liberar las tensiones veraniegas. La película, rodada en parajes naturales de Fuerteventura, aborda la historia real de Álvaro Vizcaíno, un surfista al que un tonto resbalón estuvo a punto de costarle la vida.

El 7 de septiembre de 2014, un domingo caluroso y con el mar en calma, Álvaro Vizcaíno sufrió un percance a la altura de los barrancos de Punta Paloma, en Fuerteventura, que solo su buena forma física, su afición a los deportes extremos y su fortaleza mental evitaron que acabara en tragedia. Durante un paseo matutino por un paraje deshabitado de dunas, este surfista de 34 años -que llevaba una década viviendo en la isla- resbaló y comenzó a deslizarse cuesta abajo a gran velocidad, sin que nada pudiera frenar su agónico descenso hacia el abismo.



Vizcaíno acabó colgado de un acantilado que distaba unos cinco metros de una pared de roca en la que rompía la marea. Agotado por el esfuerzo que implicaba mantenerse aferrado al filo del barranco, finalmente se dejó caer y sus huesos fueron a dar contra las piedras. Las consecuencias del impacto fueron terribles: un fuerte golpe en la cadera, dos fracturas en la pelvis y una herida abierta en el brazo izquierdo, además de infinidad de rasguños por todo el cuerpo.



Así comenzó la agónica lucha por la supervivencia de un hombre normal al que el destino le había jugado una mala pasada. Durante 48 horas, aquejado por terribles dolores y con una movilidad muy limitada, se vio obligado a utilizar el ingenio para subsistir y para no perder la esperanza. Consiguió llegar a duras penas a una pequeña cala con una playa de arena y allí encontró varios objetos y residuos que le ayudaron a mantenerse con vida: una red, que le permitió abrigarse durante la noche; una botella de agua y un buggy (una pequeña tabla de surf). En la mañana del martes, dos días después del fatal resbalón, Vizcaíno divisó a lo lejos una pequeña embarcación y, sin pensarlo dos veces, se lanzó al agua ayudado por el buggy para tratar de llegar hasta ella en lo que podía ser la última oportunidad que la providencia le ofrecía para salvar el pellejo. A pesar del entumecimiento y la debilidad de su cuerpo, milagrosamente logró ser avistado por los tripulantes de la embarcación y, felizmente, fue rescatado.



Soledad absoluta

Todo esto nos lo cuenta Hugo Stuven (Madrid, 1978) en Solo, un impactante y tenso thriller de supervivencia que se ajusta fielmente a la peripecia de Vizcaíno. Stuven conoció la historia, que tuvo bastante repercusión mediática, mientras rodaba en Nueva York su opera prima, Anomalous (2014). Dos años después, durante la promoción del filme, el suceso volvió de manera repentina a la cabeza del director, que logró concertar una cita con el protagonista para sondear las posibilidades que tenía su relato de saltar a la gran pantalla. Tras cenar con él, se convenció de que ahí estaba su nuevo proyecto, a pesar de encontrarse desarrollando otro guion en ese momento. "Lo que más me impactó de la historia de Vizcaíno fue toda la parte íntima", explica Stuven a El Cultural. "Él estuvo 48 horas en soledad absoluta. Tuvo que aceptar que iba a morir. Me impactó que me dijera que esa aceptación fue sanadora. El destino hizo que tuviera que enfrentarse no solo al dolor físico sino también a los miedos que le habían acompañado toda la vida y esto provocó que se replanteara todo lo que creía que sabía hasta ese momento".



Buscábamos una elegancia en las imágenes que contrastara con la dureza del paisaje". Hugo Stuven

La película, por tanto, no es el mero relato de las vicisitudes a las que se tuvo que enfrentar Vizcaíno en su odisea en Punta Paloma. Las secuencias relativas a la supervivencia están mezcladas con pasajes más introspectivos que tratan de indagar en cuestiones emocionales y que se apoyan en el buen trabajo de los actores: Aura Garrido, Ben Temple, Leticia Etala y un pletórico Alain Hernández como protagonista. Visto en Palmeras en la nieve y El rey tuerto, el intérprete tuvo que enfrentarse a situaciones de gran riesgo durante la filmación de la película. "El rodaje fue toda una aventura y no solo para Alain, que afrontó el 80 % de las secuencias de acción", comenta Stuven. "Si Alain se colgaba de un acantilado de 15 metros, el cámara y el foquista tenían que hacer lo mismo en algunos momentos. Pero sin duda él fue el que más se tuvo que preparar y recibió clases de escalada, surf, buceo, apnea… Aunque hubo varios momentos de tensión, el mayor percance ocurrió cuando una plaga de medusas infectó el agua y picaron a Alain. Tuvimos que llevarlo al hospital y no pudimos rodar ese día".



Honestidad y valentía

La película, inspirada por el Tiburón de Spielberg y el Náufrago de Zemeckis -lo que habla de la voluntad de Stuven por convertirla en un emocionante entretenimiento-, se rodó en los escenarios reales del incidente, en la isla de Fuerteventura. "Cuando localicé los escenarios descubrí sitios que me sobrecogieron", asegura el cineasta. "Realmente significaba meterse en un jardín porque teníamos que rodar en agua, en acantilados, en dunas... Podíamos haber optado por utilizar piscinas, cromas y muchos efectos, pero la película hubiera perdido verdad y yo quería que fuera un proyecto honesto y valiente. Sin embargo, tuvimos que amoldarnos al mar, que tiene la mala costumbre de ir a su rollo".



El resultado es un filme de una estética impactante, gracias al trabajo de fotografía de Ángel Iguácel. "Buscábamos una elegancia que contrastara con la fuerza y la dureza del paisaje de la isla y creo que la hemos conseguido", finaliza Stuven.



@JavierYusteTosi

Más chapuzones

El mes de agosto no será el más celebrado de 2018 por los cinéfilos, pero sí que ofrecerá tres películas en las que el mar será uno de los protagonistas, como ocurre en Solo. En Alto el fuego (día 10), del francés Emmanuel Courcol, seguimos a un veterano de la Primera Guerra Mundial en sus aventuras por África. En Megalodón (10) el cineasta norteamericano Jon Turteltaub rinde tributo a Tiburón de la mano del héroe de acción Jason Statham. Y en Yucatán (31) Daniel Monzón nos invita a un crucero en el que mezcla comedia y musical con Luis Tosar, Rodrigo de la Serna y Stephanie Cayo en el reparto.