La cinematografía española ha conquista cuatro Osos de Oro en las 68 ediciones que se han celebrado hasta la fecha del Festival de Berlín. El primero lo recibió en 1959 César Fernández Ardavín por El Lazarillo de Tormes. En 1978 se repartieron el galardón tres directores españoles: José Luis García Sánchez por Las truchas, Emilio Martínez-Lazaro por Las palabras de Max y Tomas Muñoz por Ascensor. Tres años más tarde, en el 81, Carlos Saura alzaría el plantígrado dorado por su acercamiento al cine quinqui en Deprisa, deprisa. Y, por último, Mario Camus triunfó en 1983 con su adaptación de La colmena, la novela de Camilo José Cela. Desde entonces, nuestro cine se ha tenido que conformar con distinciones más modestas dentro del certamen, como ocurría en las dos últimas ediciones con el premio a la mejor opera prima para Carla Simón por Verano 1993 (2017) o el premio del público de la sección Panorama para el documental El silencio de otros (2018), de Almudena Carracedo y Robert Bahar.
En la 69.ª edición del certamen, que arranca este 7 de febrero, Isabel Coixettratará de cambiar la tendencia en la competición oficial con el concurso de Elisa y Marcela, una película original de Netflix. El filme, rodado en blanco y negro en escenarios de Galicia y Cataluña, cuenta la historia real de dos maestras gallegas -las actrices Natalia de Molina y Greta Fernández- que se casaron por la iglesia en la España de 1901. Para lograrlo, una de ellas se hizo pasar por un hombre, pero poco después serían descubiertas y ocuparían las portadas de diarios de todo el mundo. "Ir a Berlín a competición con Elisa y Marcela es la culminación de un trabajo de muchos años, la recompensa al esfuerzo y la perseverancia en empujar este proyecto y la oportunidad de que un público internacional conozca esta historia única en el mundo", ha asegurado Coixet.
La directora catalana no será, sin embargo, la única representante del cine español en liza. En la sección Panorama aparece el nombre de Neus Ballús, que en 2013 sorprendió a la crítica con la mezcla de ficción y documental de su debut: La plaga. En Berlín presenta su segunda película, Staff Only, un drama sobre una adolescente que se da cuenta de las desigualdades del mundo en un viaje familiar a Senegal. Además, Chema García Ibarra y Ion Sosa compiten en la sección de cortometrajes con Leyenda dorada y Miguel Ángel Jiménez llevará a la sección Culinary Cinema su documental sobre el restaurante alicantino L'Escaleta, Y en cada lenteja un dios.
Más allá de cine español, el festival de Berlín apuesta este año de manera decidida por los directores europeos. La nómina de cineastas del Viejo Continente está comandada por la nonagenaria Agnès Varda que, tras la magnífica Caras y lugares (2017), vuelve a arrojar luz sobre su experiencia como directora brindado en Varda par Agnès una perspectiva poco ortodoxa de su trabajo a través fotos y extractos de sus películas. Otro veterano del cine francés como André Techiné presenta fuera de competición L'adieu à la nuit, un thriller con una leyenda como Catherine Deneuve en el papel protagonista, y su compatriota François Ozon, siempre polémico, se sumerge en un caso de pederastia en el seno de la Iglesia Católica en Grâce à Dieu. También en francés, aunque desde Canadá, Denis Côté presenta la inquietante Répertoire des villes disparues.
Varda par AgnèsLa cuota alemana la abarcan dos cineastas con una larga trayectoria como Fatih Akin y Angela Schanelec y una debutante como Nora Fingscheidt. El primero presenta Der Goldene Handschuh, un filme que indaga en la agitación de la posguerra en una Alemania oscura totalmente carente de confianza a través de la historia real del asesino en serie Fritz Honka, y la segunda compite con Ich War zuhause, aber, un drama sobre un chaval de 13 años que regresa a casa una semana después de haber desaparecido. Por su parte, Nora Fingscheidt estrena Systemsprenger, un intenso drama sobre la necesidad insatisfecha de amor y seguridad de un niño y de la violencia que esto acaba por engendrar.
La directora danesa Lone Scherfig, Oso de Plata en 2001, abre el festival con The Kindness of Strangers, filme ambientado en el frío invierno de Nueva York en el que reúne a Zoe Kazan, Tahar Rahim, Andre Riseborough y Bill Nighy. Scherfig es una de las siete mujeres que compiten este año por el máximo galardón, una lista en la que también encontramos a la austriaca Marie Kreutzer con Der Boden unter den FüBen, a la macedonia Teona Strugar Mitewska con Gospod postoi, imeto i' e Petrunija y a la gran cineasta polaca Agnieszka Holland con Mr. Jones, biopic sobre el mítico periodista Gareth Jones.
También compite por el Oso de Oro el maestro chino Zhang Yimou, que vuelve a indagar en la Revolución Cultural China al tiempo que realiza un sentido homenaje al cine en Yi miao zhong. Le acompaña en el listado sus compatriotas Wang Xiaoshuai, uno de los referentes del cine de autor chino, con el melodrama Di jiu tian chang y Wang Quan'an con Öndög.
Además del debut en la dirección del brasileño Wagner Moura, el televisivo Pablo Escobar de Narcos, con una historia sobre el escritor, político y revolucionario Carlos Marighella, completan la competición el turco Emin Alpercon Kiz Kardesler, el israelí Yaval Adler con The Operative, el italiano Claudio Giovannesi con La paranza dei bambini, el también israelí Nadav Lapid con Synonymes y el noruego Hans Petter Molland con Ut og stjaele hester.
En la última edición con Dieter Kosslick como director del certamen -en el cargo desde el año 2001-, destaca la escasa presencia de cine estadounidense en la sección oficial: tan solo dos películas y ambas fuera de competición. La primera de ellas es Amazing Grace, un documental sobre el célebre concierto de góspel que ofreció Aretha Franklin en la Iglesia Bautista Misionera New Temple de Los Ángeles en 1972. Las imágenes fueron capturadas por el fallecido Sydney Pollack y permanecieron cuatro décadas olvidadas hasta que el productor Allan Elliot se decidió a recuperarlas. La otra película es El vicio del poder (Adam McKay), biopic sobre Dick Cheney ya estrenado en España.