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Cine

'El emperador de París': Vidocq en el Bronx

Jean-François Richet nos ofrece en esta película una versión violenta y "moderna" del personaje legendario que inspiró a Victor Hugo para escribir Los miserables

26 julio, 2019 09:04

Eugène-François Vidocq (1775-1857) fue un personaje legendario del siglo XIX francés que inspiró a Victor Hugo para su famosa novela Los miserables y es uno de los mitos más potentes y perdurables del país vecino. Ladrón y policía, Vidocq fue un conocido contrabandista y pendenciero antes que jefe de la "seguridad nacional" y su figura, a medio camino entre los servicios a la patria y los bajos fondos, es pasto de todo tipo de leyendas. Protagonista de otras películas como la hollywoodiense Un escándalo en París (Douglas Sirk, 1946) o la propia Vidocq de 2011 dirigida por Pitof, ahora lo volvemos a ver en El emperador de París, donde el director Jean-François Richet, conocido por otras películas de machotes como Mesrine, instinto de muerte (2008) o Blood Father (2016), nos ofrece una versión violenta y "moderna" del mito.

Protagonizada por Vincent Cassel, estrella habitual en los filmes de Richet, lo que vemos es una especie de película de Antoine Fuqua (Día de entrenamientoThe Equalizer) ambientada en el París del siglo XIX. Mucha violencia, escenas de acción trepidantes, tipos duros que lo resuelven todo con la pistola o a puños y un ambiente mafioso que recuerda al Bronx son los elementos característicos de un filme divertido y entretenido en el que conocemos a un Vidocq maduro cuando escapa de una galera a la que ha sido condenado a trabajos forzados y regresa a París para intentar ganarse la vida como honrado comerciante de telas. Pero su pasado, obviamente, le persigue y un hombre tan famoso como él, mito viviente por sus numerosas fugas de prisión y su éxito con las mujeres, no puede pasar desapercibido mucho tiempo.

Hay ecos de una película de culto como M, el vampiro de Dusseldorf (Fritz Lang, 1931) en su retrato de los bajos fondos parisinos, un mundo de personajes inmorales que habita en el subsuelo en una especie de realidad paralela, en este filme en el que Richet tira de estereotipos del cine de mafiosos americano para presentarnos también algunos otros de la vida parisina como las elegantes damas de pasado dudoso o los ambientes refinados de la corte. Figura a medio camino entre la nobleza y la escoria de la sociedad, Cassel interpreta con carisma al mito en un filme que no pasará a la historia del cine pero sí logra intrigarnos y divertirnos con las muchas peripecias y vueltas de tuerca de su atractivo personaje.

@juansarda