Desde American Beauty (San Mendes, 1999), varios son los filmes que han comenzado su andadura ganando el Premio del Público en Toronto –un festival en el que no hay jurado ni sección oficial– y han acabado conquistando el Óscar a la Mejor Película. El último caso es el de Green Book (Peter Farrelly, 2018), pero también ocurrió con Slumdog Millonaire (Danny Boyle, 2008), El discurso del rey (Tom Hopper, 2010) y 12 años de esclavitud (Steve McQueen, 2013). Además, en la última década, otros filmes que triunfaron en Toronto recibieron alguna que otra estatuilla importante, como es el caso de Tres anuncios a las afueras (Martin McDonagh, 2017), La La Land (Damien Chazelle, 2016), La habitación (Lenny Abrahamson, 2015) o El lado bueno de las cosas (David O. Russell, 2012). De ahí que el inabarcable festival canadiense, que congrega cine de todos los rincones del mundo así como las grandes obras surgidas en Cannes o Venecia, sea para las majors un punto de partida ideal para sus apuestas de cara a la temporada de premios.
Detectarlas no suele ser complicado: tan solo hay que buscar películas con grandes estrellas interpretando a personajes reales. En esta edición, tenemos a Tom Hanks dando vida al presentador de programas de televisión para niños Fred Rogers en A Beautiful Day in the Neighborhood (Marielle Heller), a Renée Zellweger interpretando a una Judy Garland crepuscular en Judy (Rupert Goold), a Rosamund Pike en la piel de Marie Curie en Radioactive (Marjane Satrapi), a Antonhy Hopkins y Jonathan Price caracterizados como Benedicto XVI y el papa Francisco, respectivamente, en Two Popes (Fernando Meirelles) y a Eddie Murphy mimetizado con el actor del género blaxploitation Rudy Ray Moore en Dolemite Is My Name (Craig Brewer).
También apegadas a la realidad están las nuevas propuestas de Justin Kurzel, que se zambulle en los crímenes del infausto forajido australiano Ned Kelly en True History of the Kelly Gang con Rusell Crowe y Nicholas Hoult en el reparto; de James Mangold, que dirige a Matt Damon y Christian Bale en un filme titulado Ford v Ferrari que aborda la encarnizada lucha entre ambas escuderías en las 24 horas de Le Mans de 1966; del novato Corey Finley, que congrega a Hugh Jackman y Allison Janney para narrar el crimen financiero más asombroso de la historia del sistema escolar de Estados Unidos en Bad Education, y de Destin Daniel Cretton, que afronta de la mano de Michael B. Jordan, Jamie Foxx y Brie Larson la historia real de un joven abogado de Harvard que viaja a Alabama para defender a un hombre condenado a muerte.
Adaptaciones literarias
Asimismo, suelen ser del gusto de los académicos las adaptaciones literarias y en esta edición de Toronto hay dos con aroma a Óscar. La primera sería El jilgero, traslación a imágenes del exitoso best seller de Donna Tart que ha firmado John Crowley con Nicole Kidman y Ansel Elgort como protagonistas. La segunda lleva el disparatado sello de Armando Iannucci, que en The Personal History of David Copperfield parte de la célebre novela de Charles Dickens.
Más complicado lo suelen tener las películas de género, pero habrá que estar atentos al whodunnit que firma Rian Johnson en Puñales por la espalda; a la comedía satírica sobre el nazismo de Taika Watiti, Jo Jo Rabbit; al filme noir Motherless Brooklyn, con Edward Norton como director, y a la cinta de ciencia ficción de Noah Hawley, Lucy in the Sky.