Al igual que ocurrió el año pasado, la 77.ª edición de los Globos de Oro ha dejado, como la Lotería de Navidad, unos premios muy repartidos, en los que han destacado más los perdedores que los ganadores. Si la gala ha sido fructífera para Érase una vez... en Hollywood, el amable y nostálgico retrato de Tarantino que ha obtenido tres estatuillas, no ha sonreído a filmes como El irlandés de Scorsese, que se fue de vacío, o a Historia de un matrimonio, que sólo obtuvo un galardón. Pero la debacle total lleva nombre de plataforma de streaming: Netflix, que sólo pudo hacerse con dos de los treinta y cuatro premios a los que optaba entre películas y series.
El triunfador de la noche, por contra, fue el director británico Sam Mendes, que se alzó con su segundo Globo de Oro a Mejor director, tras el obtenido en el 2000 por American Beauty, con 1917, también Mejor drama, un relato bélico inspirado en las experiencias de su abuelo en la Primera Guerra Mundial que se estrena este viernes en España y que ha impresionado a los críticos por su técnica, pues el director hace que la película parezca un solo plano secuencia. Estirando un poco la categoría, el premio a Mejor musical o comedia ha recaído en la citada cinta de Tarantino.
Sorpresas también ha habido en el apartado de actuación, cuyas ganadores suenan fuerte para los Óscar. La primera en el premio a Mejor actriz de drama, que se ha llevado una Renée Zellweger unánimemente aplaudida por su visceral interpretación de una decadente Judy Garland en Judy. Por el contrario, totalmente esperado ha sido el reconocimiento que ha dejado sin estatua a Antonio Banderas. Ya hace tiempo que se consideraba ganador de Mejor actor de drama a Joaquin Phoenix y a su comentada y pasional interpretación del homónimo villano de cómic en Joker.
En cuanto a actores de comedia, los ganadores han sido la actriz Awkwafina por su papel en The Farewell, llevándose así el premio al que optaba otra española, Ana de Armas, y el actor Taron Egerton en un muy discutido reconocimiento a su papel interpretando a Elton John en Rocketman. Y entre los actores de reparto es donde ha conseguido su premio la cinta de Noah Baumbach, siendo reconocida Laura Dern por encima de compañeras como Margot Robbie (El escándalo), Kathy Bates (Richard Jewell), Annette Bening (The Report) y Jennifer López (Estafadoras de Wall Street). Plantel de escándalo también entre las dominaciones masculinas, con un Brad Pitt que con su papel en Érase una vez... en Hollywood ha logrado batir a nada menos que Tom Hanks (A Beautiful Day in the Neighborhood), Anthony Hopkins (Los dos papas) y Al Pacino y Joe Pesci (El Irlandés).
Dolor sin gloria
Aún tuvo tiempo Tarantino de embolsarse también el premio a Mejor guión antes de que se fallara el galardón a la película en idioma extranjero, muy esperado este año en el que las cintas internacionales han sido especialmente celebradas en la meca del cine. Además de las francesas Retrato de una mujer en llamas, de Céline Sciamma, y Les Misérables, de Ladj Lay, y la estadounidense The Farewell, de Lulu Wang, rodada principalmente en chino mandarín, destacaban dos, la coreana Parásitos, de Bong Joon-ho y Dolor y gloria de Pedro Almodóvar, en la que era la novena nominación del director manchego, que ya tiene dos Globos de Oro por Todo sobre mi madre y Hable con ella. Finalmente, igual que sucedió en Cannes, el premio recayó en el filme del asiático, dejando definitivamente en blanco el casillero de los representantes españoles en los Globos de Oro 2020.
En el apartado televisivo, pocas sorpresas más allá del comentado varapalo de Netflix. Dominio evidente, cada una en su vertiente, de las grandes favoritas, Succession y Fleabag, que reinan un año más acaparando también los premios de mejor actor y actriz, que recayeron en Brian Cox y Phoebe Waller-Bridge. Completan el cuadro actoral Olivia Colman, la nueva reina Isabel en The Crown, como intérprete dramática, y Ramy Youssef, protagonista de la comedia Ramy, que puso la nota fresca y excéntrica.
Para terminar, en la cara cinematográfica de la televisión la ganadora fue Chernobyl, que también sumó el reconocimiento de mejor actor de reparto en televisión, otorgado a Stellan Skarsgård, quien no dudó en recordar al gran cineasta Milos Forman. Su homólogo femenino fue para Patricia Arquette, que por segundo año consecutivo ve reconocido su papel en The Act. Los premios para actores principales, por su parte, recayeron en manos de dos veteranos de la industria, Michelle Williams, que se llevó su segundo Globo de Oro (tras el ganado por interpretar a Marylyn Monroe) por su papel en Fosse/Verdon, y Russell Crowe por su magistral interpretación del fundador de Fox News en La voz más alta. Un premio que no ha podido recoger personalmente pues el actor se encontraba en Australia con su familia lidiando con el pavoroso incendio que azota el país oceánico.