La crisis del coronavirus ha dejado en fuera de juego a los festivales de cine. Málaga, previsto para el 13 de marzo, fue el primer damnificado y la organización optó por retrasar su celebración a una fecha indeterminada del tercer trimestre del año, una solución que puede ser un mero brindis al sol si el panorama no mejora notablemente en los próximos meses.
Cannes, en un principio, fue incluso más optimista y solo pospuso su inicio algo más de un mes, de mediados de mayo a finales de junio. Sin embargo, el 14 de abril, en un comunicado, la organización ya reconocía que ese plan era inviable y que era difícil pensar que el festival pudiera organizarse en 2020 con su formato original.
A día de hoy, podemos afirmar que –salvo milagro– no se entregará la Palma de Oro, aunque el director del certamen francés, Thierry Fremaux, sigue buscando fórmulas para que todo el trabajo realizado no caiga en saco roto. Por ejemplo, participar en el We Are One: A Global Film Festival, un certamen de cine digital inédito, de 10 días de duración, que tendrá lugar en YouTube de manera gratuita para las audiencias de todo el mundo a partir del 29 de mayo y al que se han sumado los eventos más importantes: Annecy, Berlín, Karlovy Vary, Locarno, Toronto, Vencecia o San Sebastián, entre muchos otros.
Lo cierto es que ninguno de ellos tiene asegurada su celebración, aunque el que parte con mejores opciones es el festival español, el más lejano en el calendario (del 18 al 26 de septiembre). Si las perspectivas mejoran, la triste coyuntura actual podría dejarnos una edición mítica en el Kursaal, con películas que no hayan podido estrenarse en otras programaciones y secciones oficiales, aunque sea con reducción de aforo y medidas de distanciamiento. Sería un colofón necesario para el deprimente año que va a atravesar la industria del cine. Veremos.
En cualquier caso, más allá de cancelar o posponer, existe esa tercera vía del formato online que es por la que ha optado el D’A Film Festival de Barcelona, que celebra su décima edición del 30 de abril al 10 de mayo.
Salvar la programación
“Nosotros no queríamos anular ni tampoco posponer, porque no sabíamos si en unos meses las condiciones nos permitirían celebrar el festival ni si encontraríamos fecha en un calendario que se prevé saturadísimo cuando todo vuelva a la normalidad”, explica Carlos R. Ríos, director del D’A. “La noche antes del confinamiento tomamos la decisión de adaptarnos a un formato estrictamente online y en unas semanas lo hemos organizado todo. Nuestro objetivo era salvar la programación y el trabajo realizado durante 8 meses. Ha sido un proceso raro, curioso y vertiginoso”.
De las 100 producciones que tenían cerradas para la edición presencial, la organización ha conseguido mantener el 70 %, con una selección de 47 largometrajes y 20 cortos que podrán verse a través de Filmin en todo el territorio nacional. Abre el programa el romanticismo pop del director francés Christophe Honoré con Habitación 212, filme por el que Chiara Mastroianni ganó el premio a la mejor actriz de la sección Un Certain Regard en Cannes 2019. Pero no será Honoré el único director consagrado en una programación de lo más estimulante en la que también aparecen totems como Werner Herzog, con el documental Nomad: In the Footsteps of Bruce Chatwin, Arnaud Desplechin, con el thriller Roubaix, une lumière, o Kiyoshi Kurosawa, con el extravagante drama To the End of the Earth, todos ellos en la sección Direccions.
“D’A es un festival internacional que no se centra en ningún ámbito geográfico o temático, como ocurre en Sitges con el terror o en Sevilla con el cine europeo”, asegura Ríos. “Lo único que orienta nuestro camino es la búsqueda de la autoría, de esos directores que marcan su terreno. Buscamos películas independientes y de riesgo, pero tenemos una mirada muy amplia. Y sobre todo queremos que sea un cine inédito que tiene más difícil la distribución en salas comerciales”.
En Direccions también aparece la esperadísima película del veterano director chino Lou Ye, Saturday Fiction –premio a la mejor dirección en Gijón 2019–, un vertiginoso melodrama histórico en blanco y negro que nos
sitúa en Shanghái en los días previos a Pearl Harbour. Además, en esta sección se estrena Little Joe, la última película de la protagonista de la retrospectiva del festival: la directora austriaca Jessica Hausner, autora de una escueta y original filmografía en la que encontramos filmes imprescindibles como Amour Fou (2014) o Lourdes (2010). En Little Joe, su primera película en inglés, presenta un cuento de ciencia ficción sobre la alienación y la pérdida de emociones reales para alcanzar una felicidad artificial.
Películas humanistas
En Talents, la sección competitiva del festival, dedicada a cineastas con menos de tres largometrajes a su espalda, aparecen títulos como Adam, uno de los filmes indies más destacados del pasado Sundance, dirigido por Rhys Ernst (director y productor en la serie Transparent), o Dwellingin the Fuchun Mountains, del chino Gu Xiaogang, un drama intimista con ecos al cine de Hou Hsiao-Hsien que se presentó en la Semana de la Crítica de Cannes. De ese certamen salió premiada Un blanco, blanco día, del islandés Hlynur Pálmason, que también pugnará por los 10 mil euros del premio a la mejor película del D’A. “Creemos que hemos logrado una sección competitiva absolutamente redonda en cuanto a calidad”, opina el director del festival. “Además, se podría decir que hay un nexo de unión entre todas las películas, porque están centradas en la relación del ser humano con la sociedad. En esta ocasión no encontramos cine de género ni temáticas muy concretas”.
También presta atención el festival al nuevo cine español, con producciones alejadas de los estándares de la industria. Habrá que estar atentos a la relectura del melodrama y de la ciencia ficción que firman Burnin’ Percebes en La reina de lagartos; al retrato millenial con ecos a Eric Rohmer de la debutante Mamen Díaz en Violeta no coge el ascensor, y al acercamiento sin dramas ni complejos a la cuestión gay de David Moragas en A Stormy Night, película de clausura del festival.