Poco antes de decretar el estado de alarma en España, Antonio Banderas se encontraba trabajando en Madrid en su próxima película. “Lo que me ocurre –cuenta el actor- es que un par de días antes, el rodaje queda cancelado y yo aprovecho para venirme a Málaga”. Desde allí, el intérprete participa en una charla virtual organizada por CaixaBank. Presentada por Remedios Cervantes, Banderas cuenta que vive estos días como tantos otros españoles, con “resignación”. “Llevaba décadas sin haber tenido ni siquiera una semana de descanso, así que me ha servido un poco para descansar pero también para reorganizar muchas otras cosas”.

Por ejemplo, la cancelación de su espectáculo A Chorus Line, en el que trabajaban cerca de noventa personas. “Todo eso ha habido que negociarlo y gestionarlo de la mejor forma posible”, señala Banderas que no renuncia a su sueño de viajar con él a Broadway, para lo que ha mantenido contacto con algunos de sus promotores. De conseguirlo, sería la primera vez que una producción en español permanece durante seis meses en cartelera, algo como “plantar una bandera en la época de Trump, de la diversidad y del muro de México”, compara.

Mientras tanto, tanto él como el equipo de la obra continúan con los ejercicios para mantenerse en forma. “Seguimos ensayando cada día por Zoom –explica-. Es necesario, hay que estar listos para cuando podamos volver, porque es un espectáculo basado en la actuación y en el baile”. Se trata de una serie de ejercicios que están obligados a hacer incluso en los días de función y que ahora han mantenido cada tarde para poder volver en cuanto exista la mínima posibilidad.

Como ocurre con A Chorus Line y con el sector en general, tampoco está siendo fácil gestionar la supervivencia de su Teatro del Soho CaixaBank. “El mundo del cine todavía tiene un plataforma, pero el mundo del teatro y todo lo que tiene que ver con el mundo de las artes escénicas va a sufrir mucho porque la vuelta del público a espacios cerrados a día de hoy se hace complicado”, analiza el actor para quien es lógico que el público pueda tener sus reservas de acudir a un local cerrado. "Por eso estamos trabajando para ofrecer todas las garantías -indica-, como un sistema de ozono, tratamientos de choque y distancias de seguridad".  

En este sentido, reflexiona, “me sorprende que el mundo del fútbol sí pueda regresar a realizar una actividad en un juego que es inevitable el contacto, mientras que a los actores nos ponen restricciones. Uno se imagina que los protocolos se irán adecuando a la razón. De momento no veo una reglamentación exacta para el mundo del teatro y estamos esperando porque poner en marcha una compañía de teatro no se hace chasqueando los dedos -critica el intérprete-. Hace falta un entrenamiento muy fuerte, reunir a todo el equipo técnico, volver a ensayar y recuperarlo todo. Es mucho más complejo de lo que se puede ver”.

La nueva normalidad

En un terreno más personal, cuando se le pregunta por cómo nos cambiará la pandemia y las consecuencias que tendrá y tiene en nosotros, Banderas aboga por recuperar lo perdido y empezar a reconstruir a partir de ahí. “Me gustaría volver a la normalidad que teníamos y a partir de ahí evolucionar a un mundo mejor –afirma-. Yo lo que quiero es empezar. Agradezco mucho todas las canciones que se han hecho o los libros, pero lo que quiero es hacer cosas que hagan que la gente vuelva a respirar y a vivir, y a sentirse bella e importante. Al final de esta película está la muerte y contra eso no podemos luchar. Por tanto hay que vivir cada segundo como si fuera el último”.

Una nueva normalidad donde el actor apuesta por lo positivo, el humor y nuestra capacidad de supervivencia. "Aunque los momentos que se han vivido han sido duros yo creo que el humor juega un papel importantísimo y eso no lo vamos a perder -arguye-. Es difícil que un pueblo se convierta en otra cosa y la gente está haciendo humor porque la vida hay que vivirla. Habrá que resolver todos los problemas pero lo que es la impronta, la personalidad propia, la identidad eso no va a cambiar" profetiza.

Banderas, de hecho, ha colaborado activamente con una campaña que ha donado material sanitario, como unas 30.000 batas, en los últimos dos meses. "A mí me ha emocionado mucho ver a una abuela de un pueblo que se ha puesto a hacer las mascarillas ella sola. Cada uno ayuda como puede. Esos momentos de solidaridad que se han dado han sido increíbles. Uno lo sabe pero a veces somos inconscientes de ello y a mí esas cosas me emocionan", comparte.

Próximos proyectos

Durante su intervención, el malagueño ha recordado sus inicios como aficionado al teatro de mano de sus padres, su paso por Dolor y gloria y sus personajes en la gran pantalla. "Siempre te quedas con el último, aunque no tengo uno favorito -confiesa-. Salvador tenía una relación muy especial conmigo y mi vida, pero El Zorro era un personaje con un compromiso ético, alegre y divertido, que me gustaba mucho".

Con la mirada ya puesta en los próximos proyectos cinematográficos, el actor asegura que pronto volverá al trabajo. “Curiosamente ayer me llegaron noticias de Los Ángeles de que se ha dado permiso a las productoras norteamericanas para rodar. Entonces probablemente en el mes de junio o julio empiece a trabajar allí”. Además cuentan con el permiso de Alemania para volver al rodaje de Uncharted y espera retomar pronto Competencia oficial.

En cuanto al talento nacional, Banderas tampoco tiene duda. "Hay que creer mucho más en nosotros. Parece una perogrullada pero es verdad. Si nosotros creyésemos más en nosotros mismos exprimiríamos mucho más el talento del que existe en el país. La impronta, el genio. Si queremos aprender realmente miremos a los grandes artistas: hay que leer a esa gente", aconseja.

@mailouti