“Cuando la mayoría de los festivales busca la especialización nuestra particularidad sigue siendo la generalidad en la oferta. Somos un festival que aspira a ser útil al cine en español”. Juan Antonio Vigar define así la filosofía del Festival de Cine de Málaga, que este viernes 21 arranca con una programación más reducida que la ideada para marzo, mes en el que debería haberse desarrollado esta 23 edición si la pandemia solo hubiese sido un mal sueño. "Ahora el objetivo es hacer un certamen amable y seguro en el que prime la exhibición sobre el evento social —explica Vigar sobre este segundo intento de ponerlo en pie—. Hemos suprimido las actividades que impliquen alguna aglomeración". Es el caso de la tradicional alfombra roja en el Teatro Cervantes, ausencia que se verá compensada por un gran photocall para medios de comunicación en el recientemente restaurado hotel Miramar. "Adaptamos nuestro modelo a las circunstancias cambiando de formato. Y siempre con criterios de responsabilidad", añade el director de una cita que, pese a algunas sonadas bajas como la de Javier Fesser, ha incorporado nuevos títulos.

Con todo, el Festival de Málaga sigue empeñado en reflejar el momento que vive nuestro cine, una encrucijada que va más allá de los ajustes y transformaciones puntuales provocados por el impacto del Covid-19. “Me atrevería a hablar de revolución como consecuencia de la irrupción de lo digital, la aparición de las plataformas VOD, lo difuso de las fronteras entre formatos y el cambio de tendencias en los espectadores”, explica a El Cultural Vigar, que reconoce haber partido de 2.442 trabajos (368 largometrajes) para el proceso de selección.

Entre las películas a concurso destaca A este lado del mundo, de David Trueba (que vuelve a la ficción tras el documental Si me borrara el tiempo lo que yo canto), una propuesta protagonizada por Vito Sanz y Anna Alarcón que narra las vicisitudes de un joven ingeniero tras perder su trabajo. La boda de Rosa es el título de la película que Icíar Bollaín llevará a la sección oficial, un trabajo encargado de abrir el certamen y que cuenta con las interpretaciones de Candela Peña, Nathalie Poza, Ramón Barea y Sergi López. También opta a Biznaga Achero Mañas con Un mundo normal, la peripecia de un hijo que busca cumplir con el último deseo de su madre. El director de El Bola ha contado para esta nueva entrega con Ernesto Alterio (que participa también en Crónica de una tormenta, de Mariana Barassi), Gala Amyach, Pau Durà y Magüi Mira.

Calparsoro y García León

"Las plataformas, las fronteras entre formatos y el cambio de tendencias han revolucionado el sector". Juan Antonio Vigar

La especulación inmobiliaria sobrevolará la capital de la Costa del Sol de la mano de Bernabé Rico y su particular ópera prima, El inconveniente, una producción con José Sacristán, Juana Acosta, Carlos Areces y Kiti Mánver. El viaje a los noventa de Pilar Palomero con Las niñas; Black Beach, de Esteban Crespo; Los europeos, de Víctor García León (con doblete de Raúl Arévalo); y Hasta el cielo, de Daniel Calparsoro (con Miguel Herrán, Carolina Yuste, Luis Tosar y Fernando Cayo encabezando el reparto), integran la presencia española en la sección oficial.

El cine en español buscará Biznaga —con un jurado integrado por Álvaro Brechner, Adelfa Calvo, Álvaro Cervantes, Pablo Remón y Chus Gutiérrez— también en Iberoamérica, geografía desde la que llegaron 246 filmes. De ellos, podremos ver, entre otras, la esperada El diablo entre las piernas, del mexicano Arturo Ripstein (el gran homenajeado del certamen); El silencio del cazador (Argentina), de Martín Desalvo; Malpaso (República Dominicana), de Héctor Valdez; Piola (Chile), de Luis Alejandro Pérez; Blanco de verano (México), de Rodrigo Ruiz Patterson; y Tres veranos (Brasil/Francia), de Sandra Kogut. Cerrará, fuera de concurso, la argentina El robo del siglo, de Ariel Winogard.

En lo que respecta al reconocimiento por separado de las producciones españolas e iberoamericanas “creemos que, de momento, es algo que suma, especialmente en el apartado de la promoción —explica Vigar—. Nuestro objetivo es acompañar lo más posible a las películas, no solo en su estreno sino también en su venta internacional. Si en un futuro estimamos que debemos cambiar el modelo, lo haremos sin problema”.

Entre Patiño y Gutiérrez Acha

El Festival de Málaga presume de haber lanzado las carreras de cineastas ya consolidados como Rodrigo Sorogoyen, Carla Simón, Carlos Marqués-Marcet o Elena Trapé. “En esta 23 edición continuamos con nuestra apuesta por directores consagrados pero también por jóvenes que aportan miradas distintas, más indagadoras”, explica Vigar.

Fuera de concurso nos encontraremos nombres como los de Ventura Durall (La ofrenda) y Lois Patiño (Lúa Vermella) en Zonazine y Málaga Premiere proyectará, entre otros títulos, el primer capítulo de HIT, la nueva serie de Joaquín Oristrell; el documental sobre Pau Donés Eso que tú me das (de Jordi Évole y Ramón Lara); La mort de Guillem, de Marques-Marcet; y Dehesa, el bosque del lince ibérico, del naturalista Javier Gutiérrez Acha, Premio Fundación BBVA a la Difusión de la Conservación de la Biodiversidad por trabajos como Cantábrico y Guadalquivir.

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