En el año en el que el cine de Hollywood brillaba por su ausencia en el Festival de Venecia, el León de Oro ha ido a parar a manos de uno de los últimos talentos surgidos en el cine independiente de EE.UU.: Chloé Zao. La directora china de 38 años, asentada en el país norteamericano desde sus últimos años de instituto, se situó en el mapa del cine de autor mundial gracias a The Rider (2018), la historia de un jinete de rodeo con graves lesiones cerebrales tras una caída que se convertía en un relato que, entre el documento y la fabulación, lo prosaico y lo poético, nos sumergía en las raíces, la belleza, la demencia y las contradicciones de la América profunda. El talento que desplegaba la directora provocó que Disney, inesperadamente, se fijara en ella para rodar un nuevo episodio de la saga marvelita, Los eternos (que se estrena el año que viene), pero antes tenía preparado para competir en Venecia este Nomadland que se ha llevado el premio más importante del certamen.
La película, que supone un refinamiento en el estilo de la directora, narra la historia de una mujer de sesenta años que perdió todo en la crisis económica de 2008 y que, cual nómada, decide embarcarse en un viaje a través del Oeste Americano buscando trabajos temporales. La crítica, además, ha destacado el trabajo de Frances McDormand como protagonista. Es la quinta vez en la historia de la Mostra que el León de Oro premia a una película dirigida por una mujer.
El Gran Premio del Jurado fue a parar a manos del mexicano Michel Franco gracias a Nuevo orden, un filme que ha impactado en el Lido por la violencia de algunas de sus imágenes y su mensaje subversivo en pos de un nuevo orden en el que la riqueza y el poder se distribuyan con mayor equidad. El director nos traslada a una fastuosa boda de alta alcurnia que se convierte inesperadamente en una lucha de clases que deriva en un violento golpe de estado. Por su parte, el Premio Especial del Jurado se lo ha llevado todo un veterano como Andrei Konchalovsky que, con 83 años, vuelve su mirada a la masacre de Novocherkask de 1962, en la que la URSS aplacó una huelga mandado al ejercito con la orden de disparar a los trabajadores rebeldes, ¡Queridos camaradas!.
El director japonés Kiyoshi Kurosawa ha recibido el premio al mejor director por La mujer del espía, un filme de reigambre hitchckoniana que nos traslada a los primeros momentos de la II Guerra Mundial. Por su parte, el italiano Pierfrancesco Favino conquistaba el galardón a la mejor interpretación masculina por Padrenostro, de Claudio Noce, y la británica Vanessa Kirby era considerada la mejor actriz de la edición por su trabajo en Pieces of A Woman (Kornél Mundruczó), filme en el que interpreta a una mujer devastada por la perdida de su hijo por una negligencia de la matrona durante el parto. Además, Chaitanya Tamhane recibía el premio al mejor guion por su trabajo en The Disciple.
En la sección horizontes, The Wasteland, del iraní Ahmad Bahrami, consiguió el premio a la mejor película y Lav Díaz, el de mejor director por Lahi, Hayop (Genus Pan). El Premio Especial del Jurado lo ha recibido Ana Rocha de Sousa por Listen.