Con motivo de las celebraciones del Día de la Mujer el 8 de marzo, esta vez sin manifestaciones, se estrena en España el documental Woman, dirigido por el ambientalista francés Yann Arthus-Bertrand, y la directora ucraniana Anastasia Mikova. Más de dos mil mujeres de cincuenta países distintos, en un intento por abarcar la mayor diversidad posible, explican desde puntos de vista muy distintos lo que significa ser mujer en el siglo XXI. La puesta en escena es sencilla, las protagonistas hablan a cámara sobre un fondo gris sobre todo tipo de temas, desde la sexualidad, pasando por la discriminación que siguen sufriendo las mujeres, mucho más acusada en unos países que en otros, sin olvidar los hijos, la relación con los hombres o el dilema al que aún deben enfrentarse entre su carrera profesional y su vida afectiva. Los testimonios dan cuenta también de las enormes diferencias no solo económicas sino también culturales. Mientras en los países occidentales y Latinoamérica ellas pueden hablar de manera mucho más desinhibida de su intimidad, no sucede lo mismo en las culturas árabes o países como la India.
Autor del famoso libro La tierra desde el cielo, Arthus-Bertrand es uno de los fotógrafos de naturaleza más célebres del mundo. Especializado en África, no es casual que haya muchas mujeres africanas en el documental, mujeres a veces fuertes que trabajan y llevan adelante sus familias y otras que deben padecer situaciones de gran desigualdad donde les toca llevar toda la carga familiar. Los problemas son tan distintos como los orígenes de estas mujeres pero entre unas historias y otras surge un tronco común, la dificultad de ser mujer en un mundo donde mandan los hombres y en el que ellas, además, siguen teniendo la “obligación” de lucir siempre perfectas para ser tenidas en cuenta. Hay historias de amor y hay historias de abusos, de mujeres aterrorizadas por hombres o que antes de meterse en un taxi colectivo cuentan la proporción entre géneros porque si hay más “machos” saben que su integridad puede estar en peligro.
Este Woman podría parecer oportunista en tiempos donde los derechos y la creatividad de las mujeres están más que nunca en las últimas décadas en el debate público. La realidad es que uno empatiza y sigue con interés esas pequeñas historias de mujeres que se desesperan cuando son engañadas, se conmueven cuando tienen su primer orgasmo o se duelen de haber abandonado a sus seres queridos por una carrera en Wall Street. Y hay historias, también, de tráfico de mujeres y abusos sexuales en la infancia que hielan la sangre. Incluso en las anécdotas livianas, la chica que tiene miedo de quedarse sola en el vagón del metro con un hombre que la mira demasiado, la que busca el equilibrio entre estar guapa pero no demasiado por temor a no ser tomada en cuenta, uno termina este documental pensando que todas esas historias cotidianas, divertidas, crueles o absurdas, llevan siglos silenciadas y su mera visibilidad nos aboca, por suerte, a un mundo distinto.