El actor francés Jean-Paul Belmondo, uno de los profesionales más emblemáticos del cine europeo, ha muerto este lunes en París a los 88 años, según ha informado su abogado a la agencia AFP. Belmondo ha participado a lo largo de su carrera en películas de grandes directores como Jean-Luc Godard, Vittorio de Sica, Agnès Varda, Alain Resnais, Louis Malle, Philippe de Broca, François Truffaut, Jean-Pierre Melville y Claude Lelouch.
Después de estudiar arte dramático en el conservatorio superior de París y de actuar en varias obras de teatro y películas, la carrera de Belmondo despegó cuando Godard le concedió el papel principal de su película Al final de la escapada (estrenada en 1960), que lo convirtió en uno de los rostros de la Nouvelle Vague. Dentro de aquella corriente participó en otros títulos como Moderato cantabile de Peter Brook, antes de reorientar su carrera hacia el cine de humor y de acción, lo que le granjeó el castigo de la crítica y el amor del público. Durante años, sus películas estuvieron entre las más exitosas de la taquilla francesa, vendiendo casi todas ellas más de un millón de entradas.
Aficionado al boxeo, interpretó habitualmente papeles de gánster o policía en películas como El hombre de Río (1964), Borsalino (1970), El magnífico (1973) o El profesional (1981). Fue amigo, gran rival en taquilla y compañero de rodajes de Alain Delon, otro de los grandes actores del cine comercial francés de la época. Frente a la seriedad de este, Belmondo aportaba un matiz más vitalista y cómico.
De sangre italiana, Belmondo nació en 1933 en Neuilly-sur-Seine, un suburbio acomodado de París. Era hijo del conocido escultor Paul Belmondo y hermano del productor de cine Alain Belmondo y de la bailarina profesional Muriel Belmondo.
En los años 90 regresó al teatro, pero en 2001 se retiró del cine y de los escenarios por problemas de salud, con la excepción de su papel protagonista en Un hombre y su perro (2009), de Francis Huster.
En 1989, el actor ganó el Premio César al Mejor Actor por su trabajo en El imperio del león, de Claude Lelouch, pero no acudió a recogerlo. En 1980 obtuvo el título de caballero de la Legión de Honor francesa, y fue ascendiendo de rango hasta alcanzar el de gran oficial en 2019. En 2011 el Festival de Cannes le otorgó una Palma de Honor y en 2016 el Festival de Venecia le concedió el León de Oro en homenaje a toda su trayectoria.