Aun puede verse en algunos cines El hombre que vendió su piel, de la directora francotunecina Kaouther Ben Hania, en la que vemos la extraña peripecia de un tipo que “vende” su espalda a un célebre artista para que imprima en su piel una peculiar obra de arte.

La jefa, dirigida por Fran Torres, podría titularse como “la mujer que vendió su bebé” al plantearnos también de manera bastante brutal la situación de debilidad de los inmigrantes en Europa y los abusos a los que se presta esa vulnerabilidad.

Cuenta la tragedia de Sofía (Cumelen Sanz), una joven de origen argentino que está obsesionada con hacer carrera en una multinacional de la moda con sede en Madrid dirigida con mano de hierro por la carismática Beatriz (Aitana Sánchez Gijón, demostrando una vez más que es una actriz excelente aun sin estar muy bien dirigida).

La cosa se complica cuando se queda embarazada de su novio, lo cual no es bienvenido ya que complica su meteórico ascenso como asistente de la empresaria. Cuando se entera “la jefa” le propone un trato insidioso, quedarse con su bebé a cambio de garantizarle un futuro profesional brillante.



Como en el título de Ben Hania, se trata de analizar las perversas relaciones de poder que pueden establecerse entre personas con categorías sociales muy dispares.



Por una parte, esa Sofía ansiosa por prosperar en Europa y por la otra esa mujer madura que ha triunfado en los negocios pero se siente sola y no ha podido cumplir con su aspiración de formar una familia. Mientras dura ese embarazo, Sofía se instala en la mansión de su protectora, que pronto se convertirá al mismo tiempo en su verdugo.

"Torres construye un 'thriller' que va ganando a medida que avanza para alcanzar capacidad de removernos en su tramo final"

Con un punto de partida rotundo y algo inverosímil, no se entiende muy bien cómo la jefa pretende cuidar a su niño adoptado y al mismo tiempo que la madre biológica siga siendo su asistente, Torres construye un thriller que va ganando a medida que avanza para alcanzar capacidad de removernos en su tramo final.

Apunta ideas y conceptos interesantes un filme por momentos excesivamente actuado en el que falta capacidad de síntesis y sobra una estética excesivamente pedestre para rubricar con total éxito su propuesta.

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