¿Qué libro tiene entre manos?
Madres, padres y demás (Seix Barral), de Siri Hustvedt.
¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
Antes era incapaz de hacerlo, por sentido del deber… Ahora, muchas veces, dejo un libro porque se me cruza otro en el camino. Y me siento fatal.
¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana?
Con Jo March, mi primera heroína.
¿Recuerda el primer libro que leyó?
Dailan Kifki, de María Elena Walsh. Mi madre me lo leía en voz alta una y otra vez hasta que aprendí a leer y seguí haciéndolo sola.
¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?
En papel. Por las noches, con el Orfidal, naufrago a las pocas páginas, así que soy lectora diurna.
¿Qué acontecimiento cultural le hizo cambiar su manera de ver el mundo?
A los cinco años vi una obra de teatro, Los caprichos del invierno (había mucho y buen teatro infantil en Buenos Aires cuando era niña), que me impresionó. La vi más de diez veces (sí, soy obsesiva) y sin darme cuenta comencé a apreciar los intríngulis de la ficción.
¿Mamá no enRedes trata asuntos muy serios bajo un manto de comedia?
La película refleja con ironía cómo las nuevas relaciones ponen en jaque los roles establecidos en la familia.
¿Cree que los adultos “enredan” demasiado, entienden a sus hijos?
El peligro de nuestro tiempo es la desconexión (personal) por exceso de conexión (digital) y eso también afecta a las relaciones adultos-niños.
Tiene en ciernes Alguien que cuide de mí. ¿Cómo ha sido la experiencia de dirigir junto a Elvira Lindo?
La escritura de un guion a cuatro manos es aconsejable. En cambio, para codirigir tienen que darse circunstancias especiales… y con Elvira se han dado. Partíamos de una historia suya, y su implicación hizo que la idea de codirigir surgiera de forma natural. En este caso no hemos sumado sino multiplicado fuerzas.
¿Cómo ve la comedia en español? ¿Tiene buena salud?
Ya no podemos hablar de géneros. El cine en salas atraviesa un momento crítico. Y el cine para plataformas… tiende a la uniformidad. Si las películas son cada vez más parecidas unas a otras… las comedias también.
¿Qué significó para usted La adopción (2015)?
Es mi película más personal y abiertamente autobiográfica. Después de vivir un kafkiano proceso de adopción me pareció que valía la pena contarlo.
¿Hay sinergias entre el cine español y el argentino?
Hay sinergias… pero a mi juicio debería haber más.
¿Qué película ha visto más veces?
Quizá El apartamento, de Billy Wilder.
¿Se ha enganchado a alguna serie?
A muchas. Ahora estoy enganchada a Intimidad.
¿Qué tipo de música escucha en casa?
Soy muy ecléctica y poco moderna. Escucho jazz, a veces clásica, y por temporadas distintas músicas étnicas. Mi último descubrimiento ha sido el klezmer.
¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
Entiendo poco, y no me fío mucho de mis emociones...
¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado?
La de Stanley Kubrick. Fui con mi hijo de 15 años y al volver a casa corrió a ver otra vez 2001: una odisea del espacio.
¿De qué artista le gustaría tener una obra?
Tengo cuadros de mi padre, que era pintor, y son los que quiero tener. Bueno, si vale todo, me encantaría contemplar a diario un Fra Angélico.
¿Le gusta España? Denos sus razones.
He pasado de ser una niña argentina hija de exiliados a sentirme de aquí. Viajar por España es de los mejores planes que hay.
¿Qué medida urgente tomaría para mejorar el sector audiovisual?
Dar marcha atrás a la nueva Ley, que perjudica a los productores independientes.