¿Existe “el Mediterráneo”? A tenor de algunos conflictos enquistados en los siglos, podría decirse que no como unidad política. Sin embargo, la realidad es que de nuestro país a Túnez y de allí a la Costa Azul hasta llegar a las playas de Tel Aviv, los que son del Mediterráneo como Serrat saben reconocer un temperamento y un legado común en cuanto pisan suelo conocido.
Tan bello como convulso, tan hermoso como diverso y al mismo tiempo único, el Mediterráneo es protagonista de la Mostra de Valencia, titulada de manera elocuente Cinema del Mediterrani, que se celebra del 20 al 30 de octubre prometiendo una explosión de creatividad. Presenta en su Sección Oficial doce títulos de nuevo cuño que dan idea de esa peculiar unidad en la diversidad. En esta edición cobran especial relieve los problemas de la mujer y la presencia de numerosas directoras detrás de la cámara.
Abre fuego El que sabem, debut en el largometraje del valenciano Jordi Núñez. Cuenta las vidas, amores y amistades cruzadas entre un grupo de jóvenes en la Valencia actual liderados por Carla (Nakarey), una camarera que se enamora del apuesto Victor (Javier Amann). Dice el director: “Como en mis cortometrajes, me interesan los personajes que se enfrentan al amor por primera vez, que tienen que aprender a gestionarlo junto con el miedo a la pérdida”.
[La Mostra de Valencia dedica un ciclo al cine de terror árabe actual]
Y de la vecina Francia, The Worst Ones (Lise Akoka, Romane Gueret), ganadora del Premio Un Certain Régard en el último Festival de Cannes. Ambientada en la periferia de una ciudad del norte, entre la realidad y la ficción, narra los estragos que produce el rodaje de una película en una comunidad en la que conviven muchos inmigrantes. Del mismo país, una película curiosa, Magdala (Damien Manivel), en la que se narra la vejez de María Magdalena, que sigue echando de menos a su único amor, el mismísimo Jesús.
Más cine europeo con la portuguesa Wolf&Dog, de Cláudia Varejao, donde vemos la relación transformadora entre una chica y su mejor amigo, un adolescente queer que le abre los ojos al mundo. La italiana Nostalgia nos cuenta el regreso a Nápoles de un hombre maduro para visitar a su madre enferma teniendo que afrontar los demonios del pasado. Dirige el veterano Mario Martone, de quien hace poco vimos Aquí me río yo (2021), con Toni Servillo.
De pérdidas, guerras y huidas
De Kosovo, Vera Dreams of the Sea, dirigida por Kaltrina Krasniqi, en la que se refleja el proceso de autodescubrimiento de una mujer madura cuando su marido se suicida. Eslovenia presenta Moja Vesna (Sara Kern), en la que la directora cuenta cómo una niña de diez años debe convertirse en la figura adulta de una familia tras la súbita muerte de su madre. Y ambientada en una Ucrania en llamas, con Klondike (Maryna Er Gorbach) asistimos a la odisea de una familia en los albores de la guerra del Donbass en 2014.
Aires de Africa con la tunecina Entre las higueras (Erige Sehiri), en la que la cineasta pone en valor la solidaridad y el compañerismo de las mujeres en una sociedad patriarcal reflejando una jornada de cosecha. La argelina The Life After (Anis Djaad), por su parte, trata sobre una mujer viuda que debe hacer frente a maliciosos rumores en una sociedad que no da otra oportunidad a quienes han perdido a sus maridos.
Del convulso Oriente Medio, Until Tomorrow (Ali Asgari), producción iraní en la que vemos la difícil situación de la mujer a través del calvario de una joven que debe “esconder” a su bebé nacido fuera del matrimonio cuando recibe la visita de su familia. Y de Israel, Concerned Citizen (Idan Haguel), donde el director realiza una metáfora de los desequilibrios y conflictos internos de su país a través de la debacle de un joven gay que ve cómo sus convicciones se tambalean cuando planta un árbol en su calle de Tel Aviv como símbolo de buena voluntad, desencadenado una serie de catástrofes.
Guédiguian y Lluís Rivera
Más allá de la Sección Oficial, se acumulan apasionantes actividades paralelas. Todo un clásico del cine francés contemporáneo como Robert Guédiguian recibirá la Palmera de Honor por toda su trayectoria. Para celebrarlo, se proyecta la filmografía completa del maestro de Marsella, autor de películas tan extraordinarias como aquella mítica Marius y Jeanette (1997), Marie-Jo y sus dos amores (2002) o la última, Mali Twist (2021).
Además, podrá disfrutarse de un amplio ciclo dedicado al cine griego del siglo XX y una retrospectiva de la directora francesa Lucile Hadzihalilovic, creadora de un universo muy particular, poético y misterioso, como vemos en títulos como Innocence (2004) o Earwig (2021). Y el festival reivindica a toda una figura del underground como Lluís Rivera, exponente icónico del llamado Cine Independiente Valenciano que explosionó en los 70.