¿Qué libro tiene entre manos?
Los Diarios de Rafael Chirbes (Anagrama).
¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
El aburrimiento, que esa narrativa me parezca fofa. Al dejarlo, nunca me crea mala conciencia.
¿Con qué personaje cultural le gustaría tomar un café?
Con Robert Louis Stevenson. Probablemente no sería un café sino una botella de ron.
¿Recuerda el primer libro que leyó?
Recuerdo con fervor la colección Historias Selección de Bruguera. Me hizo muy feliz.
¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?
El papel para mí lo es todo. Leo en los viajes y en la cama. Me gusta dormir rodeado de varios libros.
¿Qué persona o acontecimiento cultural le hizo cambiar su manera de ver el mundo?
Películas que me trastornaron (para bien) en mi adolescencia como El apartamento o El buscavidas.
¿Cree que El crítico aumentará su leyenda de crítico insobornable?
Esa leyenda lleva ahí 45 años y no creo que ningún documental pueda cambiarla (para bien o para mal).
¿Ha tirado de su faceta de actor para “adornar” alguna escena?
No, soy el peor actor que conozco. Cuando mis amigos se empeñaban en que participara en alguna película me daba una vergüenza horrorosa. ¡Quién pudiera ser Cary Grant!
¿Se considera el último de una larga estirpe de críticos?
Es probable. Los que admiro han muerto: Cabrera Infante, Truffaut, Manolo Marinero, Fernández Santos...
¿Ha pagado algún precio por decir lo que piensa?
Sí, en los juzgados, pero no por el cine... Presiones puntuales, amenazas, un manifiesto pidiendo mi cabeza...
¿Qué tipo de música escucha y en qué soporte?
Mucho jazz y mis dioses: Van Morrison, Bob Dylan, Georges Brassens, Léo Ferré, Leonard Cohen... En CD.
¿Qué películas ha visto más veces?
El apartamento, de Billy Wilder, El buscavidas, de Robert Rossen, y El hombre tranquilo, de John Ford. Más de 100.
¿Qué director resume su idea de lo que debe ser el cine?
Billy Wilder.
¿Se ha enganchado a alguna serie?
Las primeras de HBO: The Wire, Los Soprano, True Detective... Gran cine.
¿Sigue siendo la sala su ecosistema cinematográfico?
Es donde más disfruto. En la tercera o cuarta fila.
¿Le importa la crítica, le sirve para algo?
Estoy de acuerdo con los elogios, pero cuando me ponen a parir lo que pido es que se haga con estilo.
¿Entiende, le emociona el arte contemporáneo?
No. Soy muy clásico. Mi ideal es ir al Prado y seguir contemplando a un tal Velázquez.
¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado?
Una de Francis Bacon en el Guggenheim de Bilbao (¡me acabo de dar cuenta de que no voy ya a los museos¡)
¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
De Edward Hopper. El pintor de la soledad. ¡Tengo la casa llena de reproducciones!
¿Le gusta España? Denos sus razones.
¿España? No sé muy bien qué es España. Bueno, he viajado mucho y al regresar me sentía bien. Creo que tiene algo que ver con los versos de la canción de Sabina Yo me bajo en Atocha.
¿Qué medida urgente tomaría para acabar con la crisis del cine?
Siendo realista, dudo que se pueda acabar con la crisis del cine. Lo que más me alegra es cuando veo a un grupo de chavales que va conscientemente a las salas y en pandilla...
Elija un final de una película antes de que pongamos la palabra FIN.
El de El apartamento. Con Shirley MacLaine y Jack Lemmon jugando a las cartas felices y conscientes de que todo ha terminado.