El hijo del cineasta Franco Zeffirelli, director de Romeo y Julieta (1968), se ha pronunciado en contra de Leonard Whiting y Olivia Hussey, los actores que hace solo unos días denunciaron un abuso sexual en el rodaje de la película. Sus manifestaciones llegan solo dos días después de la polémica abierta tras una demanda a la compañía Paramount Pictures, que supuestamente habría obligado a los protagonistas, que entonces tenían 16 y 15 años, a interpretar una escena desnudos.
Las imágenes "no contienen ningún sentimiento morboso", ha dicho Pippo Zeffirelli, hijo del director fallecido en 2019 y presidente de la Fundación Franco Zeffirelli. "El mismo Zeffirelli fue acusado de ser reaccionario precisamente porque, una y otra vez, se pronunció en contra de la pornografía", ha explicado. “Las imágenes de desnudos en la película expresan la belleza, la transferencia, incluso diría la franqueza de la entrega mutua", ha añadido.
Zeffirelli incluso cree que los dos productores de la película, John Brabourne y Anthony Havelock-Allan, tenían formularios de consentimiento de los padres de los actores. Sin embargo, "eran niños muy pequeños e ingenuos en la década de 1960" y "no entendían lo que estaba a punto de venírseles encima", declaró Solomon Gresen, el abogado de la pareja.
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La denuncia resalta que las supuestas víctimas han sufrido "daños emocionales y angustia mental" durante décadas como resultado de aparecer desnudos en Romeo y Julieta, que fue un éxito de taquilla, ganó dos Oscar en las categorías de fotografía y vestuario y fue nominado a Mejor película. "De repente, se hicieron famosos a un nivel que nunca esperaron y, además, fueron engañados de una manera que no supieron cómo manejar", añadía Gresen. Y aseguró que ambos perdieron oportunidades laborales debido al episodio. Los daños y perjuicios, según el escrito, "se cree que superan los 500 millones de dólares".
La denuncia, desvelada por el portal Variety, fue presentada el pasado 30 de diciembre en un juzgado de Santa Mónica, en California. Whiting y Hussey señalan que fueron víctima de abuso sexual, acoso sexual y fraude. Aseguran que fueron engañados por el director Franco Zeffirelli y que fueron filmados desnudos sin su consentimiento.
Los dos actores explicaban que el director les prometió que durante una escena de cama se utilizarían prendas de color carne. Sin embargo, cambiaría de opinión e insitió en que actuaran desnudos "o la película sería un fracaso". También habría asegurado que la cámara se colocaría en una posición que no desvelase ninguna zona íntima y, por contra, en la escena se pueden ver los pechos de Hussey y el trasero de Whiting.
"Lo que les dijeron y lo que sucedió fueron dos cosas diferentes", dijo Tony Marinozzi, el portavoz de los dos intérpretes. "Confiaron en Franco. A los 16 años, como actores, confiaron en que no violaría ese acuerdo que tenían. Franco era su amigo y, francamente, a los 16, ¿qué hacen? No hay opciones. No hubo #MeToo".
En una entrevista con Variety en 2018, Hussey resumió así la controvertida escena: "Nadie de mi edad había hecho algo así antes". En otra conversación con The Guardian la actriz confesó que el director la llamada "Boobs O'Mina", en referencia a sus pechos.