Gina Lollobrigida, una de las actrices italianas más populares del siglo XX, ha muerto a los 95 años. La actriz fue reconocida con diversos galardones como cinco premios David de Donatello, un Globo de Oro y una estrella en el Paseo de la fama de Hollywood. La actriz ha fallecido tras un periodo de hospitalización, según ha informado el diario italiano Corriere della Sera.
La actriz, que despuntó primero como modelo, fue apodada "la mujer más bella del mundo", en parte por su papel en una película que se titulaba así, dirigida por Robert Z. Leonard en 1955 y en la que trabajó con el actor Vittorio Gassman. Gracias a aquel papel ganó el premio David de Donatello, recién creado ese año por la Academia de Cine de Italia.
Lollobrigida, como Sophia Loren en la misma época, consiguió conjugar el éxito en el cine popular italiano y europeo con etapas de esplendor en Hollywood. Por edad, ambas hicieron su aparición en el cine cuando el neorrealismo italiano ya había iniciado su tránsito hacia la comedia.
La actriz nació en 1927 en Subiaco, al este de Roma, era hija de un fabricante de muebles y tenía tres hermanas. Durante la Segunda Guerra Mundial, el negocio de su familia quedó destruido y todos se trasladaron a Roma, donde estudió pintura y escultura.
Lollobrigida destacó de adolescente en varios concursos de belleza, llegando a obtener el tercer puesto en el concurso Miss Italia, lo que le abrió las puertas del cine. Después de triunfar en su país con películas como Pan, amor y fantasía (1953), de Luigi Comencini, o Fanfan la Tulipe (1952), del francés Christian-Jacque, llamó la atención de Hollywood, donde gozó de un periodo de esplendor que duró unos quince años.
En aquella época, el multimillonario Howard Hughes quedó prendado de ella. La invitó a Hollywood con la excusa de hacerle pruebas para participar en una película, a la vez que intentó seducirla insistentemente, a pesar de que ella estaba recién casada con Milko Skofic, un doctor esloveno, con quien permaneció hasta 1971.
En la meca del cine estadounidense debutó con La burla del diablo, de John Huston, rodada en Italia y en la que compartió cartel con Humphrey Bogart y Jennifer Jones. Aquella película le granjeó fama internacional y millones de admiradores. Después protagonizó la coproducción franco-italiana El gran juego, de Robert Siodmak, y Crossed Swords, con Errol Flynn.
La fama de Lollobrigida fue en aumento y continuó rodando películas para la industria estadounidense, como Trapecio, con Burt Lancaster y Tony Curtis, dirigida por Carol Reed, y Nuestra Señora de París, adaptación de la novela de Victor Hugo en la que hizo de Esmeralda, mientras que el papel del jorobado de Notre Dame fue interpretado por Anthony Quinn.
Lollobrigida también rodó en España. Fue en 1958, para la superproducción de Hollywood Salomón y la reina de Saba, de King Vidor. El rodaje se complicó por la muerte repentina de su protagonista masculino, Tyrone Power. Tras su sustitución por Yul Brynner, hubo que repetir las escenas ya rodadas por su antecesor.
En 1959 trabajó con Frank Sinatra (con quien se rumoreó que tuvo un affaire) y Paul Henreid en Never so Few, y con Yves Montand en La ley. También compartió protagonismo con Rock Hudson en Cuando llegue septiembre.
En los años 70 su fama decayó, pero su carrera despuntó de nuevo en 1984 gracias a su trabajo en varios capítulos de la exitosa serie Falcon Crest, sobre la lucha de unos viticultores californianos por el dominio del rancho que da título a la serie.
Lollobrigida fue elegida para el papel tras la negativa de última hora de Sophia Loren, lo que demuestra cómo ambas actrices ocupaban un lugar muy similar en el imaginario estadounidense. Dos años después, Lollobrigida apareció también en dos capítulos de otra serie muy popular, Vacaciones en el mar.
Además de su faceta interpretativa, Lollobrigida también fue escultora, vocación en la que se formó académicamente, y fotógrafa, llegando a ejercer una exitosa carrera en la prensa en los años 70, coincidiendo con la disminución de su popularidad en el cine.
Tomó instantáneas de personajes como Salvador Dalí, Audrey Hepburn o Paul Newman, además de conseguir una entrevista exclusiva con Fidel Castro. En 1990 recibió el premio internacional de la American Society of Photographers, en reconocimiento a toda su trayectoria en este campo.
Lollobrigida también tuvo varios escarceos con la política. En 1999, se presentó como candidata al parlamento europeo en representación de los demócratas del ex primer ministro italiano Romano Prodi. Y en 2022, ya con 95 años, se presentó a las elecciones del Senado de su país por un partido antisistema y euroescéptico recién creado, Italia Soberana y Popular, porque estaba "cansada de oír a los políticos discutir entre ellos sin llegar nunca a ningún lado".
En sus últimos años también protagonizó un escándalo en la prensa del corazón. En 2006 anunció su relación con el empresario español Francisco Javier Rigau, 34 años más joven que ella. Aunque iban a casarse, el compromiso se rompió, según ellos, por culpa del acoso de la prensa. Más tarde, en 2013, Lollobrigida anunció que había sido estafada por Rigau, que según ella habría tratado de convertirse en su heredero con rocambolescas artimañas como una falsa boda civil en Barcelona, un caso que llegó a los tribunales.
En 2021, se supo que la actriz mantenía una batalla legal con su único hijo Milco Skofic, y su sobrino Dimitri, después de que estos consiguieran que un tribunal italiano la declararse incapacitada para tomar decisiones financieras sobre su fortuna, valorada en 36 millones de euros.