Desde que, en los albores del siglo XXI, la troupe chanante liderada por Joaquín Reyes decidió subvertir el humor patrio entrecruzando esperpento y pop, sainete y surrealismo, la comedia española no ha vuelto a ser la misma. Es posible que los fenómenos adyacentes de Santiago Segura y Leo Harlem hayan enfriado el proceso de renovación que perfilaron hitos del posthumor como Mi loco Erasmus (2012) de Carlo Padial, Negociador (2014) de Borja Cobeaga, y el díptico formado por Gente en sitios (2013) y Un efecto óptico (2020) de Juan Cavestany.
Sin embargo, la semilla del conocido como humorismo –comedia que privilegia el asombro en detrimento de la carcajada– sigue bien enraizada en el imaginario de las nuevas generaciones. Lo demuestra El fantástico caso del Golem, en la que Juan González y Fernando Martínez, los Burnin’ Percebes, fabrican una excéntrica poción humorística con retazos de ciencia ficción nostálgica, comedia costumbrista y absurdo a raudales.
El fantástico caso… se presenta como la lógica prolongación de La reina de los lagartos (2019), el anterior filme de los Percebes, donde la ciencia ficción extraterrestre se hibridaba con la comedia sentimental. Ahora, González y Martínez doblan la apuesta situando a un antihéroe millennial –Brays Efe convertido en un trasunto de El Nota de El gran Lebowsky (1998)– en el corazón de una trama paranoica en la que cualquier personaje puede ser un gólem y en la que abundan las muertes por aplastamiento de piano.
El sinsentido es la única regla de oro en una película que parece escrita por Philip K. Dick y dirigida por Buster Keaton, aunque los encuadres simétricos remiten al cine de Chema García Ibarra, quien cede a los Percebes su director de fotografía Ion de Sosa.
Sacándole todo el partido a una lustrosa colección de chistes sin gracia, El fantástico caso… encuentra su razón de ser en la apuesta por el artificio, que se materializa en unos decorados de sitcom, en el empleo de fondos de croma, en los efectos de desktop film (que convierten la pantalla en un monitor de ordenador) y en el festival de peluquines que “calzan” con poco honor unos hilarantes Luis Tosar y Tito Valverde.
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Más allá de la estética, la película intenta construir una oda libertina al sexo casual y las amistades sin compromiso, una empresa contracultural que le guiña el ojo a lo almodovariano sin llegar a conquistar ninguna ley del deseo.
En una escena que revela la fascinación de los Percebes por el vacío esteticista, el antihéroe de la función se encuentra con una mujer (Anna Castillo) que, como él, descubrió que un ser querido era en realidad un gólem. El escenario inicial del encuentro remite a la estética diáfana de los museos de arte moderno. Tras pasear, extrañados, entre unas esculturas abstractas, él pregunta: “¿Qué hacemos aquí?”. A lo que ella responde: “No sé. Es un sitio chulo, ¿no?”.
El fantástico caso del Golem
Dirección y guion: Juan González y Fernando Martínez (Burnin' Percebes).
Intérpretes: Brays Efe, Bruna Cusí, Luis Tosar, Anna Castillo, Javier Botet, Roberto Álamo, Nao Albet.
Año: 2023.
Estreno: 16 de junio.