Ni los Beatles, ni los Rolling Stones, ni Nirvana, ni desde luego el caído en desgracia Michael Jackson (aunque su música sí suene por todas partes), ni Bob Dylan, ni Bob Marley ni tampoco Elvis Presley. Ni siquiera David Bowie, cuyo mito sigue teniendo mucha fuerza en tiempos de “no binarismo”, triunfa tanto.
El indiscutible rey de la camiseta juvenil es, con mucha diferencia, Tupac (2Pac) Shakur, el rapero asesinado a tiros en Las Vegas en 1996 a los 25 años, que casi tres décadas después de muerto está viviendo una gloria inesperada al calor, claro está, del furor de la música urbana y el hip hop en la nueva generación.
Desde siempre muy prestigioso en el mundo del rap, que revolucionó por completo, prueba de su insospechado éxito mainstream es que marcas como Lefties, Pull & Bear o Bershka venden ropa con su imagen. Quizá lo más curioso del asunto es que aunque Tupac vivió su momento de gloria en los 90, muchos padres de los chavales actuales, que fueron entonces jóvenes, lo habrán descubierto a través de sus propios hijos.
En la canónica lista de Rockdelux de los 200 mejores discos del siglo XX, ni aparece. No hay que reprochárselo. En su propia ciudad, Los Angeles, no le dieron una estrella en el Paseo de la Fama hasta este pasado verano y no ingresó en el Rock and Roll Hall of Fame hasta 2017.
Pero, ¿qué tiene 2Pac para que el siglo XXI lo haya consagrado como uno de los grandes artistas del siglo XX? Sin duda, lo más importante es que 2Pac fue un gran rapero, un verdadero poeta del género, el hombre que por primera vez se atrevió a utilizar el hip hop en una dolorosa primera persona, y no solo para la denuncia política.
“2Pac fue el primero rapero con el que rompí a llorar”, dice Eminem en Dear Mama, un documental de siete capítulos de una hora cada uno, que se estrenó el pasado 1 de octubre en Disney Plus. No deja de ser curioso que esa genialidad de Shakur, que se le escapó a muchos coetáneos, sea reivindicada ahora por los jóvenes.
El mito siempre joven
Antes de ahondar en lo mas importante, sus logros como artista en una vida tan corta, hay que mencionar otros elementos que sin duda han ayudado a que el mito esté más vivo que nunca. Lo primero, que la música urbana se ha convertido en el género más popular entre los jóvenes. Muerto a los 25 años, 2Pac, como Marilyn Monroe o James Dean, siempre será imagen perpetua de la juventud.
El misterio sobre su asesinato, a balazos en un coche cuando salía de ver un combate de boxeo de Mike Tyson, sin duda también ha alimentado el morbo (en Netflix hay un documental de dos horas con todos los detalles). El último capítulo, la detención de un tal Duane Davis como autor de los disparos.
La leyenda del homicidio de 2Pac aún se hizo más grande cuando, seis meses después, otra gran figura del rap, Notorious B.I.G., fue tiroteado en similares circunstancias, alimentando la mitología de una rivalidad entre raperos de la Costa Este, Nueva York (Notorious), y la Oeste, Los Angeles, el propio 2Pac.
Si la última hipótesis de la policía del Estado de Nevada es correcta, finalmente 2Pac no murió por ninguna rivalidad musical (o comercial) sino por una simple pelea más bien absurda, aunque ya hay quien está buscando conspiraciones. Tras el asesinato de Malcolm X y Martin Luther King, no faltan quienes aseguran que detrás de tanta sangre está el propio gobierno de Estados Unidos, ansioso por quitar de en medio a los líderes espirituales afroamericanos.
Finalmente cabe apuntar otros motivos. Caído en desgracia Michael Jackson por las muy verosímiles acusaciones de pederastia, 2Pac es el sustituto perfecto del gran artista “no blanco” que el mundo también necesita. Rostro perfecto, alegre y risueño, pero también contundente y grave, representaba la lucha no solo de los afroamericanos, también de los hijos de inmigrantes de países en vías de desarrollo que han nacido y crecido en Europa o Estados Unidos.
Y en 2Pac se da una mezcla impresionante de talento musical, fuerza lírica, honestidad, emoción a flor de piel, reivindicación política, energía y belleza. Fue un gran artista.
El hijo de los Panteras Negras
Tupac, llamado así en honor a Tupac Amaru, el líder indígena que plantó cara a los conquistadores españoles, nació con el activismo político en la sangre. Aunque es un icono de California (tiene una canción titulada así que es uno de los emblemas de esa próspero y creativo estado americano) y es considerado líder de la escena de la Costa Oeste, creció en Nueva York, muy marcado por la pertenencia a los Panteras Negras de su madre, Afeni Shakur, una persona crucial en su vida a la que dedicó la hiperemotiva y bellísima canción Dear Mama, en la que el rapero se desnuda.
No deja de ser curiosa la enorme importancia de la figura materna en lo que quizá son los tres raperos más célebres de todos los tiempos. Sumen al propio Shakur a Eminem, que en el documental Dear Mama explica que cuando se enteró de la muerte de 2Pac dejó su puesto de trabajo como friegaplatos, porque no podía contener la rabia y las lágrimas, que ha dedicado decenas de canciones a la suya, una mujer inestable con problemas de alcoholismo. Y acabando con Kendrick Lamar, que nos ofrece una versión más tierna de su luchadora progenitora en canciones como Momma.
La madre de 2Pac no fue una madre cualquiera. Decía el propio rapero que “si los estándares morales valieran dinero habríamos sido millonarios”. Miembro destacado de los Panteras Negras, una organización afroamericana que emulaba una estética paramilitar sin usar la violencia, Afeni era a la vez una intelectual y una mujer con un gran compromiso político, pero también incapaz de manejarse en los asuntos mundanos de la vida, lo cual hizo que 2Pac creciera en una enorme pobreza.
A sumar eso, los problemas de la activista con el alcohol y las drogas, por los cuales lo abandonaba de manera constante. Ese sentimiento de abandono infantil marca toda la obra de 2Pac Shakur, sin duda, su franqueza a la hora de hablar sobre la soledad y la frustración de sus primeros años es uno de los motivos por los que su música sigue tan vigente.
Afeni también fue detenida, y juzgada, bajo graves acusaciones de terrorismo en 1970, junto a otros trece líderes de los Panteras Negras. Un año después, fue absuelta. El propio rapero dijo muchas veces que desde que tuvo uso de razón, no vio otra cosa en casa que política.
Afeni es la protagonista de Dear Mama, en la que emerge como una figura al mismo tiempo caótica y brillante, víctima de sus adicciones y perpetuamente culpable por no atender lo suficiente a su hijo. Además de darle una vida inestable y marcada por la escasez, Afeni enseñó a su hijo el amor por los libros y la cultura. Porque 2Pac creció en una casa donde no había para comer y lo único que sobraban eran los libros.
Los grandes álbumes
En 2Pac Shakur hubo siempre una mezcla explosiva entre alegría y compromiso. El rapero, por una lado, suelta soflamas de gran calado político contra la policía (una de sus canciones más controvertidas se llama Cop Killer), pero casi nunca da la impresión de que deja de pasárselo bien, de ser joven, de querer disfrutar la vida. El mismo se inventó el concepto de “thug life” (vida de gamberro o de “pícaro”) para reivindicar el mito del “outlaw” americano en una nueva bohemia.
2Pac soltaba discursos de gran complejidad conceptual, aprendida de su madre, claros, directos y revolucionarios, en los que emergía el hombre enfadado, en pie de guerra, y también el joven amante de la vida que quiere disfrutarla a tope. Esa aparente contradicción marca su vida y su obra, siempre a medio camino entre la luz y la oscuridad. Su hermosa sonrisa es su seña más característica.
Tras sus inicios en Digital Underground, solo publicó cuatro álbumes en vida. En el primero, 2Pacalypse Now (1991) escuchamos un hip hop old school de sonido sucio y similar a Public Enemy en el que emerge, tenia 20 años, sobre todo como activista político.
Su talento narrativo se deja notar en canciones como Brenda’s Got a Baby en la que cuenta la historia de una adolescente que se queda embarazada mientras el padre desaparece, poniendo de manifiesto la desestructuración familiar como uno de los principales problemas de la comunidad afroamericana.
Strictly 4 My NIGAZZ (aparecido en 1993) es un disco más sofisticado musicalmente, en el que se deja notar su querencia por el soul. Nos regala canciones como la célebre Keep Ya Heads Up, en la que se muestra crítico con la comunidad afroamericana y se pregunta “cómo es posible que si venimos de una mujer las agredamos y las violemos”. El 2Pac más festivo, y comercial, surge en canciones como I Get Around, sobre sus relaciones con las mujeres.
Me Against the World (1995) es su primera obra maestra. Fue grabado en una época en la que Shakur tuvo un incidente con la policía por el que casi le meten en la cárcel y fue acusado de abuso sexual, al tiempo que sus ataques a la brutalidad policial le granjeaban críticas por instigación a la violencia.
El mismo decía que era su álbum más “serio”, en el que se había esforzado por llevar el rap (un género aun naciente) a terrenos más profundos y donde vemos a un 2Pac más grave, más severo, que se siente acorralado por la sociedad que critica, acosado por sus muchos enemigos y también por los remordimientos de su propio pasado.
Aparecido poco antes de su muerte, All Eyez on Me (1996), sigue siendo su disco más famoso y también el que suele considerarse como el mejor de manera unánime. Album doble con 26 canciones, de alguna manera viene a ser una reconciliación entre el 2Pac “enfadado” y el 2Pac “vitalista”, milagro que se produce mediante la reivindicación de la “thug life”.
Frente a un mundo caótico, injusto, hipócrita y violento, queda un profundo sentido de libertad personal, la posibilidad de ponerse el mundo por montera para cantar a pleno pulmón sus sentimientos más profundos, su cólera y también su profundo amor por la propia vida. Dejó decenas de canciones sin publicar, todas han aparecido a lo largo de los años en innumerables recopilatorios postmortem. Una de sus canciones más celebres, Ghetto Gospel, apareció ya en 2005 con producción de Eminem.
En ella el rapero dice una de sus frases más hermosas, “estoy caminando con las manos”, expresión de esa fragilidad que nunca temió mostrar. Canción contra la violencia, 2Pac anima a vivir una vida sin miedo. “Cuando te enjugues las lágrimas/ verás con claridad/ que no hay razón para temerme”. El amor por la libertad de 2Pac, y su valentía para llevarlo a cabo, son su más importante legado.