A semanas del estreno de Robot Dreams, Roni y El sueño de la sultana, y a pesar del éxito atemperado de Unicorn Wars y Dispararon al pianista, la presencia y la calidad de los estrenos de animación española de 2023 nos lleva a preguntarnos: ¿Cómo sostenemos el listón? ¿Cómo aseguramos el futuro de una industria desconocida y en desventaja, dentro del panorama español?
Para resolverlo, hemos reunido a las principales personas responsables del plantel de títulos que configuran el horizonte esperanzador del mundo de la animación española. Esperemos que este breve dosier abra las puertas de la curiosidad incluso a la persona más reticente al universo tupido y variopinto del dibujo animado. Como dice Guillermo del Toro: “La animación es cine, no es un género”.
‘Robot Dreams’, de Pablo Berger (estreno: 6 de diciembre)
El ganador del Goya Pablo Berger (Abracadabra) se inicia en la animación adaptando a la gran pantalla el cómic homónimo de Sara Varon sobre la separación de una pareja en el Nueva York de los ochenta. Robot Dreams, protagonizada por un robot y un perro, abraza el espíritu de las historias “para todos los públicos” de una forma muy literal: la cinta, estrenada en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, en unos días abrirá El Meu Primer Festival (dirigido a una platea familiar) después de ganar el Premio del Público en Sitges, un certamen poblado de cinéfilos duros que aplauden los espectáculos sangrientos.
Produce Sandra Tapia, de la compañía Arcadia (As bestas). La productora opina que, si queremos que no se discrimine la animación, deberíamos empezar por no hacerlo nosotros.
Sandra Tapia: "Si queríamos poner a la animación al nivel de cualquier otra historia, teníamos que contar con gente venida del mundo de la imagen real"
"Teníamos a los mejores equipos de animación: José Luis Ágreda (Viking Skool de Cartoon Saloon) como director de arte, Benoît Feroumont (dibujante belga de cómics) como director de animación o Julián Larrauri, nominado al Goya por Mortadelo y Filemón, como director de producción y productor delegado", explica Tapia. "Pero si queríamos poner a la animación al nivel de cualquier otra historia, teníamos que contar con los mejores equipos, sin discriminar. Por ejemplo, detrás de la banda sonora estaba Alfonso de Vilallonga, y detrás del sonido estaba la ganadora del Goya Fabiola Ordoyo [trabajaron ambos con Berger en Abracadabra], que ha creado un sonido muy realista desde cero. Fernando Franco [La consagración de la primavera, Morir] ha trabajado como montador, pero ha podido intervenir en diferentes momentos de la película".
Y añade que nuestro referente no debería ser Francia, sino Japón: “Allí entienden que la animación no es el hermano pequeño de la ficción, ni un género. No hay un país en el mundo que cuide, respete y valore los mundos animados tanto como ese. Es intergeneracional y tiene un reconocimiento institucional”.
Robot Dreams se yergue como ejemplo perfecto de que la animación comercial de autor es posible en España, y que se necesitan manos: “Creamos un pop-up studio pequeño que trabajaba mano a mano con Pablo en Madrid, pero el equipo más grande estaba en Pamplona (en parte por el incentivo fiscal de Navarra). Eran unas sesenta personas, que tuvimos que reclutar de todas partes por la falta de mano en 2D que hay en el país. Teníamos a gente de Bélgica, de Suecia… Cuando viajas fuera de España, te das cuenta de que hay mucho talento, pero que la animación parte con mucha desventaja”.
Que Pablo Berger y Arcadia llevaran ya una tupida filmografía a sus espaldas ayudó a recaudar dinero, claro: “TVE, Movistar, BTeam, Elle Driver, el ICAA, el ICEC… Todos quienes se sumaron al proyecto han confiado en todo lo que Pablo y la productora hemos venido haciendo hasta el momento, como cualquier otra película de imagen real”. Aunque Tapia no lo atribuye a una mayor confianza por sus antecedentes fuera de la animación: “Torremolinos 73, Abracadabra, Blancanieves y Robot Dreams no tienen nada que ver, pero a mí me ayudaba tenerlas en mente cada vez que tenía que hacer un pitching para televisiones y distribuidores internacionales. Porque nos eran más cercanas, por los ingredientes que se repiten entre sí, que otras películas de animación sin diálogos o que pasaran en Nueva York. Estos ingredientes –y eso, quien conoce la filmografía de Pablo lo tiene claro– son el humor, la emoción y un gran conocimiento del lenguaje”.
‘El sueño de la sultana’, de Isabel Herguera (estreno: 17 de noviembre)
Isabel Herguera lleva cuatro décadas dirigiendo cortometrajes de animación, siempre desde el collage de materiales y técnicas, y siempre en la frontera entre la experimentación, el documental y el diario íntimo. Además, dirige el Festival ANIMAC e imparte el curso de Animación experimental en el National Institute of Design en Ahmedabad (India), ciudad adonde se escapa siempre que puede.
También en la India sucede su debut en el largometraje y la primera película de animación europea estrenada en Sección Oficial del Festival de San Sebastián. Suerte de autorretrato sobre una joven directora que descubre el relato seminal de ciencia-ficción feminista escrito en 1905 por Begum Rokeya Hussein, la película se completa en lo visual con los dibujos realizados en tres talleres por mujeres de la India, mientras que invoca, a medio camino del ensayo, a testigos del calibre de Paul B. Preciado, Mary Beard y Maurizio Faraoni.
Se trata de una película muy pequeña, nos explica su directora: “La parte que cuenta la vida de Rokeja, con recortables, la hicieron dos personas, María Manero y Edu Elosegi. El equipo de la India, que llevó a cabo el relato del País de las Mujeres, era muy pequeño, de solo tres personas. Y la parte del viaje de Inés por la India, más extensa (dura 54 minutos), sí es un poquito más industrial y la hemos trabajado con los estudios Glow de Almendralejo [responsables también de Buñuel en el laberinto de las tortugas], pero también manteniendo una escala muy pequeña de equipo. Eso nos permitía darle una perspectiva más personal al proyecto, para la que necesitábamos un poquito más de supervisión”.
Isabel Herguera: "Hay muy pocas universidades públicas que ofrezcan una formación para los animadores, que tienen que buscarse la vida fuera"
Sin embargo, Herguera reclama que no habrá nuevas películas de animación si antes no se incentiva el apoyo a las escuelas que formen al talento: “En estos momentos, dentro del estado español, hay muy pocas universidades públicas que ofrezcan una formación en continuidad para los animadores, que tienen que buscarse la vida fuera del país. También falta formación para la producción de animación, que tiene otros tiempos y otras características muy particulares”.
Produce Chelo Loureiro, fundadora de la compañía Abano (especializada en animación), responsable de Unicorn Wars, de Alberto Vázquez, y de Valentina, que Loureiro dirigió, ambas ganadoras del Goya a Mejor Película de Animación. Ella pide una alfabetización mínima de salas e instituciones para un medio brutalmente incomprendido.
“Hay muchos programadores que ven películas de animación pero, como no son especialistas, no se sienten lo suficientemente seguros para programarlas. Incluso en los jurados pasa muchísimo. Los jurados suelen estar compuestos por nombres importantes (actores y actrices, o directores de imagen real), y dentro de la animación hay pocos nombres conocidos porque trascendemos menos. Pero un actor o una actriz no van a valorar una animación al mismo nivel que un trabajo interpretativo en imagen real. Somos minoría: el cine de animación supone un 5 o 10% de cualquier cinematografía. Los especialistas son pocos y normalmente los festivales no cuentan con ellos. Por ello es tan difícil llegar”.
Y añade algo que casi todas las voces a las que hemos entrevistado destacan. Las ayudas públicas no entienden cómo ayudar a las obras más arriesgadas y desprotegidas: “Para buscar financiación, cualquier productor de imagen real se contenta con que le digas que tu película la va a dirigir este cineasta y la va a protagonizar este reparto, mientras que nosotros antes que nada tenemos que hacer un teaser donde dibujemos de cero a nuestros personajes y los animemos, para ver cómo se mueven. Yo misma soy productora y necesito verles el alma a mis personajes”.
“Para armar este teaser ya tienes que organizar un equipo de producción, con unos cuantos animadores, un diseñador de personajes, un artista de fondos, alguien que haga la música… Una producción en toda regla que no me va a llevar menos de un año. Pero cuando yo me presento a subvenciones públicas, esta inversión no puedo recuperarla porque sólo se admiten costes del mismo año de la ayuda y los míos ya han caducado. Eso es a puro riesgo. Entonces sí tienes que estar apasionado, el negocio no es fácil”.
‘Roni’, de Juanjo Sáez (estreno en Filmin: 14 de noviembre)
El historietista e ilustrador Juanjo Sáez ha sentado las bases para un estilo perfectamente reconocible. Inyectando verdad en los guiones, con una visión ácida hacia cualquier establishment y un trazo sencillísimo, casi de esbozo, conecta con nuestros yoes rotos desde 2009, cuando debutó con Arroz pasado. Al lado del showrunner Joan Tomàs, director de La Productora, estrenarán en unos días la serie Roni.
Roni es un rapapolvo en toda regla a los cánones del arte occidental, desde Velázquez a Warhol, pasando por iconos locales como el filosofísimo Jaume Plensa (no falta nadie). En un formato autoconclusivo que la deja cerca de Los Simpson, cuenta la historia de un joven e inseguro pintor de Barcelona que, entre delirios de grandeza y bloqueo del artista, es visitado por los fantasmas de la Historia del arte.
Juanjo Sáez, que ganó un Ondas por Arroz pasado, habla de la empresa que siempre ha respaldado sus proyectos: la televisión pública catalana (TV3), una jugadora valiente y abierta a propuestas. “TV3 y la Generalitat, a través del ICEC, siempre han sido muy receptivos a financiar, apoyar y promocionar proyectos de animación para adultos. Yo creo que es más bien al contrario. Hay poca gente que se lance a hacer proyectos con suficiente sentido y base como para ser respaldados por la televisión pública. Pero yo creo que estarían encantados de producir más incluso”.
Juanjo Sáez: "La animación para adultos lo tiene difícil en todas partes, porque es un lenguaje que está muy encasillado en el mundo infantil"
Lo que faltan, comenta Sáez, son empresas dispuestas a emprender a riesgo perdido: “No a todo el mundo le apetece, ni tiene el bagaje necesario para embarcarse en algo así. Al final, tardas años en hacer algo que la gente ve en dos días. Te tiene que gustar mucho”. Sin embargo, comenta: “La animación para adultos lo tiene difícil en todas partes, porque es un lenguaje que está muy encasillado en el mundo infantil. Y partir de un código muy tipificadamente infantil para narrar una historia adulta lleva a una contradicción implícita que a nivel simbólico o poético es muy interesante pero de cara a promocionar esa idea no es fácil en ninguna ventana, ya sea en streaming o en salas de cine.
Ríe, y continúa: “Aunque tampoco es que las salas estén de moda. El cine de animación para adultos no deja de ser cine de autor, y ese tipo de cine tiene una ventana muy concreta, que interesa a gente muy concreta… De momento. Igual sucede como con la novela gráfica, los cómics: de repente aumentaron su espacio entre los lectores habituales de libros”.
‘Dispararon al pianista’, de Fernando Trueba y Javier Mariscal (estrenada el 6 de octubre)
Fernando Trueba, ganador de un Oscar por Belle Époque, y Javier Mariscal, ambos nominados al Oscar por Chico y Rita, volvían a trabajar juntos y en el formato animado. Dispararon al pianista se estrenó en el pasado Festival de San Sebastián antes de llegar a salas el 6 de octubre. Fue un lanzamiento mucho más discreto de lo esperable después del fenómeno cultural de Chico y Rita.
Quizás por la sobrecarga de títulos compitiendo en la cartelera de otoño, o quizás también por lo agridulce de la propuesta, recubierta por la dulzura de una animación colorista pero de corazón amargo. Se trata de un emotivo homenaje a Tenório Junior, un pianista cuya prometedora carrera se vio truncada por los injustos azares del destino en uno de los capítulos más oscuros de la historia latinoamericana. Un cruce de cables para quien espere encontrar alegría y diversión en cualquier cinta animada.
Javier Mariscal opina que el público es de naturaleza inmovilista y hay que seducirlo. Sobre cómo valora los resultados en taquilla de Dispararon al pianista en comparación con los de Chico y Rita, explica: “Han sido flojos, pero hay que tener en cuenta que la gente después del Covid no quiere levantarse de su sofá. De todas maneras, los que la han visto están emocionados. No he encontrado a nadie a quien no le haya gustado”.
Javier Mariscal: "Ya no somos tan raros. En un futuro, la animación para adultos se normalizará bastante"
Está de acuerdo con Juanjo Sáez cuando dice que “el público mundial todavía tiene la idea de que los dibujos animados son para niños. Cuesta mucho pero, comparado con Chico y Rita, ya no somos tan raros. En un futuro, la animación para adultos se normalizará bastante”.
Le pregunto a Mariscal por la cantidad de países que han participado en la película, coproducida entre España, Francia, Portugal, Países Bajos y Perú. Su respuesta, fúnebre, es sencillamente: “Es completamente imposible hacer una película con tanto riesgo como la nuestra si no hay una coproducción entre diferentes países”.
‘Unicorn Wars’, de Alberto Vázquez (disponible en Movistar Plus+)
De Unicorn Wars podríamos destacar su naturaleza como poderoso alegato antibelicista, o el éxito crítico recabado en festivales como Annecy o Sitges, pero lo más sorprendente de la nueva película de Alberto Vázquez (Psiconautas), estrenada el 21 de octubre de 2022, ha sido la constatación de que los tiempos y los sistemas de valorización de la industria del cine de animación en España están rotos.
Esta especie de Apocalypse Now versión Bambi viene protagonizada por los pequeños ositos Azulín y Gordi, dos hermanos que se alistan en el ejército para salvar el Bosque Mágico de los temibles unicornios. Se trata de una salvajada sin chiquitas, una tragedia no apta para estómagos sensibles. No obstante, en los cines a los que consiguió llegar hace un año, la vimos programada en sesiones matinales, y su Blu-Ray se vendía en la sección orientada al público infantil.
Chelo Loureiro: 'Unicorn Wars' tiene más de mil millones de seguidores en TikTok y no hemos monetizado nada de todo el contenido que ha generado"
En su estreno pasó como un lanzamiento fantasma –nadie se extrañó, era animación de autor y de línea dura–, hasta que meses después hizo clic. En TikTok, Unicorn Wars es uno de los mayores fenómenos que la animación ha visto en los últimos años. Chelo Loureiro, también detrás de la película, explica: “Tiene más de mil millones de seguidores en TikTok, que además van subiendo permanentemente trabajos que han hecho ellos a partir de la película: desde animaciones, canciones rap, la precuela y la secuela. Es impresionante lo que ha generado esta película”.
“Debería hacerse un estudio de caso para que todo este impacto nos sirva de alguna forma, porque de todo eso no hemos monetizado nada. Y yo creo que es una pena que autores que consiguen esto” –conectar con el público joven, eso de lo que las salas se llenan tanto la boca– “tendrían que tener algún tipo de rédito para que pudiesen continuar con sus carreras. A pesar de este tipo de fenómenos existen, no hay estudios ni regulación (incluso a nivel europeo) para que podamos recoger algún tipo de beneficio”.
Loureiro explica la única salida que se les ofreció para aprovechar el fenómeno fan: “Nos proponían hacer muñecos. Yo soy ecologista y no quiero llenar el planeta de muñecos de plástico”.
Produjo Iván Miñambres, uno de los mayores nombres de la animación española desde la compañía Uniko, y detrás también de El sueño de la sultana y Robot Dreams. Generoso, Miñambres nos ofrece una auténtica clase magistral, que contempla el camino de la animación española como un ejercicio de actualización y proyección internacional.
“Nuestra experiencia nos ha enseñado que hay que ser flexibles y astutos. El mercado es muy volátil y está muy saturado, por lo que las estrategias de distribución deben evolucionar con los hábitos de consumo del público. Esto implica considerar tanto los estrenos en cines como una fuerte presencia en plataformas digitales, que cada vez ganan más terreno”.
“La comunidad es otro pilar fundamental. Los aficionados a la animación pueden convertirse en un valioso altavoz de nuestros proyectos. Involucrar a esta comunidad desde las primeras etapas y mantener esa conexión a lo largo de la vida del proyecto es algo que hemos aprendido a valorar y cultivar. Sin dejar de lado la comunicación más convencional en medios de largo recorrido para un público más generalista”.
En este sentido, Miñambres recupera el éxito de la película en TikTok: “Es un claro ejemplo de cómo las dinámicas de las redes sociales están redefiniendo las estrategias de publicidad y promoción. Lo que hemos observado es que el contenido de animación, especialmente cuando es visualmente innovador y rompe con lo convencional, tiene un enorme potencial en este tipo de plataformas, que son intrínsecamente visuales y donde la comunidad es muy activa. Todo esto nos lleva a replantear futuras estrategias de lanzamiento y promoción”.
Por último, destaca el poder del análisis de datos: “Comprender qué tipo de contenido resuena y por qué la gente quiere compartirlo es crucial. Esto puede informar no solo cómo difundimos nuestras películas, sino también cómo podríamos pensar en la producción de contenido futuro”. A los responsables de todos los buenos años venideros para la animación española: presten atención.