Tras ganar con Alcarràs el Oso de Oro en Berlín y con Verano 1993 el Goya a la Mejor Dirección Novel y el Gaudí a la Mejor Película en lengua catalana, entre muchos otros premios, la cineasta catalana Carla Simón ha comenzado a rodar Romería, su tercer largometraje, en diferentes localizaciones de Vigo hasta el mes de septiembre.
El filme explora las relaciones familiares inspirándose esta vez en los orígenes de su familia biológica paterna. Con un reparto encabezado por la debutante Llúcia Garcia, cuenta con Mitch Robles, Tristán Ulloa, Celine Tyll, Miryam Gallego, Janet Novás, José Ángel Egido y Sara Casasnovas entre otros.
La película narra la historia de Marina que viaja a Vigo para conocer a la familia de su padre biológico, que murió de sida, al igual que su madre, cuando ella era muy pequeña.
A través de los encuentros con sus tíos y abuelos, Marina intenta reconstruir un relato coherente de su padre y de la historia de amor que vivió con su madre, pero no lo consigue: Todos sienten demasiada vergüenza hacia los conflictos de drogas de la pareja, algo que Marina les recuerda con su presencia.
Por ello, será la historia de amor adolescente que vive con su primo la que le permite reimaginar a sus padres y conectar con ellos. De esta forma, inventa un cuento, gracias al diario de su madre, que la libera del estigma que su familia siente por ellos y cumple el deseo de entender el pasado.
La historia sucede en dos tiempos, uno de ellos, la transición española, una época en la que se dejaba atrás una larga dictadura, una etapa de máxima apertura y experimentación en la que algunos jóvenes rompieron con los valores de la generación anterior.
"Tengo la suerte de formar parte de una gran familia llena de historias que se han convertido en mi fuente de inspiración. Las relaciones familiares me fascinan porque no las escogemos. La familia es el origen de muchos conflictos, traumas y peleas, pero también es el origen del amor, la confianza y la lealtad más profunda", ha asegurado la cineasta, Premio Nacional de Cinematografía (2023), a la Academia de Cine.
En Verano 1993 (2017) que fue elegida por la Academia para representar a España en los Óscar, la cineasta relató de forma autobiográfica la historia de una niña de seis años que debía afrontar el primer verano de su vida con su nueva familia adoptiva tras la muerte de su madre.
Y en Alcarràs volvió a inspirarse en sus propias experiencias, pues el protagonismo recae en una familia de agricultores del melocotón del pueblo de Lleida que da título a la película, inspirada en sus propios tíos.
“Pertenezco a una familia muy extensa; un pozo sin fondo de historias, sentimientos y enredos”, ha explicado en alguna ocasión la cineasta. “Es viendo y escuchando estas historias como decido que quiero hacer películas para explicar la complejidad del ser humano y en particular la complejidad de las relaciones familiares”.