No ha estudiado interpretación ni jamás pensó que acabaría desfilando por una alfombra roja ni mucho menos ganando un premio en el Festival de Berlín (el Teddy). Sin embargo, Vicky Knight (Essex, Reino Unido, 1996) ya ha participado en dos películas con la directora Sacha Polak, Dirty God (2019) y Silver Haze, que llega a las pantallas españolas este viernes.

El filme ha triunfado en festivale y circuitos indies de medio mundo con su sensible retrato del proceso de curación emocional de una joven traumatizada por un incendio en el que se quemó un 33% de su cuerpo.

“Está basada muy libremente en la historia de mi vida", explica la actriz. "Vemos algunas cosas que me han pasado, como el fuego, o sentimientos que he tenido al respecto, pero en circunstancias distintas. Al final, la historia está totalmente dramatizada para mantener la atención del público”.

La idea del trauma, tan central en la cultura contemporánea, se materializa de manera muy evidente en las cicatrices de quemadura que cubren buena parte del cuerpo de Vicky Knight. Ella tenía ocho años cuando un pirómano incendió el apartamento en el que vivía. “Solía culpar a mis heridas por haber arruinado mi vida. Las odiaba. Pero ahora son ellas las que me han traído aquí”, reflexiona la interprete.

Su colaboración con la directora Sacha Polak comienzó en Dirty God, hace cinco años, en la que daba vida a una mujer, inspirada en una historia real, cuya vida queda devastada cuando su ex pareja y padre de su hijo le desfigura la cara con ácido.

Presentada en Sundance, la actriz ganó el premio en su categoría en los British Independent Film Awards. “Después de esa película a Sacha le ofrecieron hacer otra conmigo como protagonista y tuvo la idea de que estuviera más relacionada directamente con mi propia vida", comenta Knght. "Colaboré en el guion de Silver Haze, pero la idea siempre fue que mi historia sirviera más un esqueleto o una guía que algo fijo”.

Colisionan dos maneras de entender la vida entre la cineasta refinada y la joven de clase obrera. “Rodamos la película en South End, en Londres, que es la barriada en la que yo crecí y conozco muy bien", continúa la actriz. "Polak estaba fascinada con el barrio y le parecía maravilloso, mientras para mí South End es un lugar horrible. Hay mucha violencia, hay basura por todas partes, pero la directora quiere comprar una casa allí. Esa era una gran diferencia entre nosotras”.

Una historia de perdón

En Silver Haze la actriz interpreta a Franky, una enfermera en un hospital (que sigue siendo su trabajo en la vida real, donde ejerce en la unidad de quemados de urgencias) que está atormentada por el recuerdo del incendió que desfiguró su cuerpo. En la película, además, se une a un trauma familiar, ya que la tragedia sucedió en el pub regentado por su padre, que culpa a su esposa de haber provocado la tragedia.

La trama arranca cuando la protagonista comienza una relación amorosa con Florence (Esme Creed-Miles), una chica que conoce en el hospital después de que se haya intentado suicidar.

Parece que puede surgir una conexión entre dos personas que sufren, pero mientras su novia muestra un temperamento cada vez más arrogante y egoísta, Franky acaba desarrollando una relación mucho más profunda con la madre de esta (Angela Bruce), enferma terminal de cáncer, encontrando esa conexión humana sanadora que necesitaba.

“El mensaje de esta película es que hay que aceptar la vida por lo que es y no tratar de convertirla en un cuento de hadas, porque no va a tener un buen final", apunta Knight. "He aprendido una lección difícil en la vida. Cuando pienso en el pasado a veces me enfado mucho, pero si consumes tu vida dando vueltas a eso nunca llegarás al punto en el que podrás aceptarlo. Estarás siempre en declive. Este es el camino de aceptación que muestra Silver Haze”.

Aunque ella misma asegura que no posee muchos estudios ni grandes lecturas, las circunstancias han forzado a la inteligente y sensible Kinght a convertirse en una verdadera filósofa.

“Hay situaciones que muchas veces están totalmente fuera de tu control y depende de ti, también de la suerte que tengas con las personas que te acompañan, cómo lo vives día a día", explica. "Si tienes una personalidad negativa todo lo que vas a pensar es negativo. Muchas veces también debes dejar que la gente que está cerca de ti se vaya. El problema es cuando tú misma te conviertas en la persona equivocada porque estás enfadada y acabas haciendo daño a los demás”.

Una actriz inesperada

Con la voluntad contraria, la de ayudar a otros, Knight cuenta que su ambición en la vida siempre fue ser enfermera. De hecho, la oportunidad de trabajar en el cine le llego de repente, en los aniversarios del incendio que desfiguró su cuerpo (y mató a sus dos primos y el hombre que le salvó la vida).

“Explicaba en redes sociales lo que pasó porque no he tenido justicia en la vida real. En esa época la directora, Sacha Polak, estaba buscando a alguien con verdaderas heridas de quemadura y simplemente encontró mi historia online. Primero dije que no porque pensé que era un fraude. Luego me llamó su asistente, me reuní con ella y así es como empezó. Me gustaría poder continuar con mi carrera como actriz, por supuesto, pero soy feliz trabajando como enfermera en emergencias, no tengo un plan”.

Para la novel actriz, el cine comenzó como una prueba dura que se acabó convirtiendo en una experiencia transformadora. “Sacha quería primeros planos de mis cicatrices y no me sentía cómoda", recuerda. "Cuando estábamos en el 'set' me dio un ataque de pánico y entré en una depresión. Luego me di cuenta de que soy más que mis cicatrices y me salvó la vida. Si no hubiera hecho esa película no creo que estuviera hoy aquí. Me hizo más fuerte, aceptarme a mí misma, y superar mi enfado y mi tristeza, ahora simplemente vivo mi vida”.

Esa misma filosofía labrada a base de mucho esfuerzo que busca una cierta “ligereza” en la forma de tomarse el mundo, en el buen sentido, la aplica a la fallida relación de la protagonista en la película con una chica inestable de la que primero se queda deslumbrada para poco a poco irse desengañando.

Esme Creed-Miles y Vicky Knight en 'Silver Haze'

“Hay personas que pasan por tu vida y luego se van", opina la actriz. "Muy pocas se van a quedar para siempre. Es una de esas relaciones que todos hemos tenido con gente que no estaba destinada a perdurar. Se trata de acabar teniendo cierta sabiduría para saber a quien tienes que dejar entrar en tu vida. Y debes cometer estos errores para darte cuenta quién es importante que se quede y quien debe marcharse”.

Knight destaca la importancia de saber escoger quién puede acercarse a nosotros contando una historia personal. “Hay una chica que en el colegio me hacía bullying y sufrí mucho por culpa de ella. Después de ver la película me escribió pidiéndome perdón y diciendo que se arrepentía del error que había cometido de niña. Dudé un momento, pero luego me di cuenta de que lo que quería era mandarla al diablo, cosa que hice, aunque insistió mucho. Es karma, ¿sabes?”.