J. Yuste
Publicada

Cuentan que Bruce Willis se presentó a la audición de Luz de luna vestido de militar, con un corte de pelo punk y pendientes. El actor era entonces un completo desconocido —tan solo contaba en su currículum con papeles muy secundarios en cine y televisión— y, además, no hizo ningún esfuerzo por ganarse la simpatía de la actriz que tenía que interpretar a su partenaire en la ficción. Era Cybill Shepherd, toda una estrella de Hollywood gracias a sus trabajos con Peter Bogdanovich o a su aparición en Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976). 

Mucho carisma tuvo que derrochar Willis —de eso tenía de sobra, como demostraría poco después en La jungla de cristal (John McTiernan, 1988)—, pues se impuso a los 3.000 candidatos que se presentaron al casting y a nombres con cierto caché como Harley Venton (Durmiendo con su enemigo), Robert Blake (Carretera perdida) o Rick Dees (La bamba). Fue finalmente una apuesta del creador de la serie, Glenn Gordon Caron, y un acierto rotundo: la irresistible tensión sexual no resuelta entre Willis y Shepherd sostuvo la apuesta de ABC durante cinco temporadas. 

Esto se puede comprobar desde el 24 de diciembre gracias a Filmin, que emite la serie por primera vez en streaming, cerca de su 40 aniversario (su primer capítulo se emitió el 3 de marzo de 1985). Hasta ahora, la producción había sido inaccesible para las plataformas por problemas con los derechos de los innumerables éxitos musicales que acompañaban la acción. 

Así lo explicó Glenn Gordon Caron en abril de 2022: "El gran problema es que la serie está repleta de música. Ninguno de esos derechos se ha cerrado, y el estudio cree que sería prohibitivo conseguirlos ahora". La remasterización en alta definición que Filmin estrena mantiene Moonlighting, el tema principal de Al Jarreau que fue nominado a dos Grammy y número 1 en el Billboard, además de todas las canciones cantadas en pantalla por Shepherd, Willis y el reparto secundario.

Muchas de las otras canciones que son fundamentales para las tramas también se mantienen, pero se ha sustituido la música de ambiente en las escenas de cenas en clubes, cócteles y bares. Es por ese motivo que Filmin no puede ofrecer la versión doblada al español que TVE emitió en los 80. Pero sí estarán el Big Man on Mulberry Street que escribió en exclusiva Billy Joel para la serie, o el impresionante número musical protagonizado por Bruce Willis y dirigido por el maestro del género Stanley Donen.

Aunque a quien miraba la serie era al Howard Hawks de La fiera de mi niña (1938) o Luna nueva (1940). Luz de luna buscaba renovar la screwball comedy, recurriendo a las señas de identidad del género: líneas de diálogo disparadas con metralletas, tensión sexual no resuelta entre los protagonistas y divertidos equívocos. Shepherd, que había cultivado su cinefilia con su expareja Peter Bogdanovich, obligó a Bruce Willis y a Glenn Gordon Caron a ver las dos películas de Hawks antes de que empezara el rodaje. 

Sin embargo, al showrunner le interesaba más bien La fierecilla domada de William Shakespeare. "Aunque he estado tratando de mantenerlo en secreto, en realidad la serie es un plagio", bromeaba el director, que afirmó que la inspiración le llegó tras una producción de la obra que vio en Central Park protagonizada por Meryl Streep y Raúl Juliá.

Bruce Willis y Cybill Shepherd, en 'Luz de luna'.

Aunque Luz de luna también era una serie de su tiempo, con apuestas algo efectistas como la ruptura de la cuarta pared, que era dinamitada una y otra vez en pantalla, con los personajes conversando directamente con los espectadores. Además, las referencias a productores, guionistas e incluso a la propia serie o a otros programas de la ABC eran constantes. 

Para el recuerdo, el cameo de Pierce Brosnan interpretando a su personaje en la serie rival de la NBC Remington Steele, o el juego meta del episodio final, en el que los personajes de Shepherd y Willis descubren que Luz de luna ha sido cancelada por la cadena, y un grupo de operarios empieza a desmontar el set mientras ellos discuten. Algo que siempre se ha rumoreado que era habitual durante el rodaje.

Al parecer, el buen ambiente empezó a desvanecerse cuando Willis se convirtió en una estrella de Hollywood gracias al éxito de La jungla de cristal (1988). En paralelo, la actriz se quedó embarazada de gemelos y el actor se rompió la clavícula esquiando, lo que generó numerosos retrasos en el rodaje de la tercera temporada que desquiciaban al equipo. 

En una entrevista en 2008, Glenn Gordon Caron reconoció que las prisas y la forma en que se trabajaba en la serie fueron origen de muchas frustraciones: "La serie era realmente difícil de hacer y Cybill y Bruce estaban en prácticamente todos los planos [...] Mucha discordia vino de ahí: jornadas de trabajo de 14 o 15 horas, páginas de guion que no llegaban...". El productor Jay Daniel afirmó que a veces los protagonistas recibían 10 páginas nuevas de diálogos apenas una hora antes de empezar a rodar esa misma escena.

La serie más cara

Luz de luna fue la serie más cara de la época, con un presupuesto medio de 1,6 millones de dólares por capítulo. El episodio más caro subió hasta los 2 millones de dólares, pero es auténtica historia de la televisión.

The Dream Sequence Always Rings Twice, segundo episodio de la cuarta temporada, es un homenaje al cine negro, rodado en blanco y negro y con un ingenioso juego narrativo. El mismísimo Orson Welles presenta un capítulo que se rodó una semana antes de su fallecimiento. En 1997, TV Guide ubicó el episodio en el puesto 34 de su reportaje "Los 100 mejores episodios de todos los tiempos".

Orson Welles, en 'Luz de luna'

Al fin y al cabo, el cine negro era la tercera fuente de inspiración para esta serie que giraba alrededor de los casos investigados por una agencia de detectives dirigida por Madelyn "Maddie" Hayes, el personaje de Shepherd, y David Addison, al que daba vida Willis. Y, entre misterio y misterio, ambos derrochan una química que pocas veces ha sido superada en la pequeña pantalla. Desde hoy, se puede comprobar en Filmin.