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Empezando por la Izq., Zinedine Soualem, Leonie Benesch y John Magaro
'Septiembre 5', dilemas del periodista deportivo frente a la tragedia de los Juegos Olímpicos de Múnich
No son pocos los momentos fascinantes del filme de Tim Fehlbaum, las sólidas interpretaciones de un reparto coral y a su inteligente entramado visual con imágenes de archivo.
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Los Juegos Olímpicos de Múnich, en 1972, buscaban romper con el conflictivo pasado alemán cuando tan solo habían transcurrido 27 años de la muerte de Hitler. Debía de ser la Olimpiada que enterrara el siniestro pasado para mirar al futuro. Sin embargo, el sueño se tornó pesadilla cuando un comando terrorista de Septiembre Negro penetró en la oscuridad de la noche en la Villa Olímpica y tomó como rehenes a once atletas israelíes.
En aquel momento, el evento llevaba en marcha dos semanas. El equipo de deportes de la cadena estadounidense ABC, que retransmitía a todo el planeta la competición en directo por primera vez en la historia, había montado su propio centro de producción justo al lado de donde residían los deportistas. Mientras preparaban de madrugada una jornada que se preveía tranquila en las primeras horas de la mañana, escucharon unas inquietantes detonaciones al otro lado de la calle.
Arrancaban así 22 horas frenéticas en las que periodistas sin experiencia ni en el ámbito geopolítico ni en la cobertura de sucesos asumieron la responsabilidad de narrar a mil millones de personas el trágico acontecimiento en tiempo real, afrontando por primera vez complejos dilemas deontológicos que marcaron el devenir de la profesión.
Esto es lo que narra Septiembre 5, filme que supone un espaldarazo a la carrera del director suizo Tim Fehlbaum gracias, sobre todo, a la nominación al Globo de Oro en la categoría de mejor drama. Antes, tan solo contaba con dos títulos de ciencia ficción de escasa distribución en España y críticas discretas, Hell (2011) y The Colony (2021).
No es la primera vez que el cine se acerca a esta tragedia. Ya lo hizo Steven Spielberg en los primeros compases de Múnich (2005), en donde partía del punto de vista de los terroristas para pasar a una visión caleidoscópica del suceso, recogiendo principalmente el impacto que la retransmisión de la ABC tenía en los hogares de familias judías, con sus miembros consternados ante lo que veían en televisión. Después, el filme del rey Midas de Hollywood abordaba la posterior venganza del Mossad, pero ese tenso prólogo resulta perfectamente complementario a Septiembre 5, filme que, por el contrario, no abandona en ningún momento el claustrofóbico escenario del estudio de televisión.
En el centro del relato encontramos a Geoffrey Manson (John Magaro), un joven realizador que en su primer día al frente de la sala de control tendrá que lidiar con el secuestro de los atletas y con el carácter contrapuesto de sus dos superiores inmediatos: el cabal productor Marvin Bader (Ben Chaplin), preocupado por las implicaciones éticas y morales del trabajo, y el ambicioso director de deportes Ronnie Arledge (Peter Sarsgaard), que luchará por conservar la cobertura pese a las presiones de la cadena para ceder los mandos a los informativos y cuyo enfoque se centra en el impacto emocional, acercándose al sensacionalismo.
El guion de Fehlman, Moritz Binder y Alex David logra captar el vértigo de una horas en las que Manson, con recursos limitados pero decisión y capacidad de adaptación, se enfrentó a situaciones ignotas en la historia de la televisión. Una de las preguntas que surgirá es si se puede emitir una ejecución en directo. En un momento clave, la retransmisión enfoca la operación de unos policías de paisano que tratan torpemente de infiltrarse en el edificio en el que se encuentran los rehenes. Pero ¿estarán siguiendo también la retransmisión los terroristas?
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Peter Sarsgaard, en 'Septiembre 5'
La apuesta de Fehlbaum se mide con otros filmes que tienen el escrutinio de la labor periodística en su centro narrativo, entre los que la seminal Todos los hombres del presidente (Alan J. Pakula, 1976) sigue siendo la referencia. Aunque, frente al minucioso y detallista retrato de este trabajo de una investigación de largo aliento, Septiembre 5 apuesta por la intensidad que transmitía Paul Grengrass en United 93 (2006), la recreación en tiempo real de la rebelión de los pasajeros del único avión que no alcanzó el objetivo de los terroristas en el 11-S.
En esa búsqueda de la tensión, Fehlbaum acaba anteponiendo el entretenimiento frente a la claridad expositiva y el rigor, pero no son pocos los momentos fascinantes de Septiembre 5. En ello incide, sin duda, las sólidas interpretaciones de un reparto coral, pero también un inteligente entramado visual en el que el cineasta suizo elabora imágenes con grano que se mimetizan con el material que los profesionales de la ABC facturaron durante aquellas trágicas horas.
Tanto la puesta en escena, a través de los monitores del estudio, como el soberbio trabajo de montaje recurren a estas imágenes de archivo con inteligencia y profusión, logrando que el espectador se zambulla en un momento que cambió para siempre a los medios de comunicación.
Septiembre 5
Dirección: Tim Fehlbaum.
Guion: Moritz Binder, Tim Fehlbaum y Alex David.
Intérpretes: Peter Sarsgaard, John Magaro, Ben Chaplin, Leonie Benesch, Zinedine Soualem.
Año: 2024.
Estreno: 31 de enero