Carolina Yuste se ha alzado con el Premio Goya a la mejor actriz protagonista en la 39.ª edición de la fiesta del cine español. Se ha impuesto a Emma Vilarasau (Casa en llamas), Julianne Moore (La habitación de al lado), Tilda Swinton (La habitación de al lado) y Patricia López Arnáiz (Los destellos), las otras nominadas en su categoría.
La actriz se ha ganado a pulso el título de ser una de las grandes actrices de su generación. En 2019 recibió su primer Goya a Mejor actriz de reparto por su papel en Carmen y Lola y el año pasado estuvo a punto de llevarse el de Mejor actriz protagonista por su interpretación de Conchita en Saben aquell, la cantante y mujer de Eugenio, el humorista "serio" de la Transición.
Ahora, la actriz al fin consigue el Goya a la mejor actriz protagonista por La infiltrada, el sólido y taquillero thriller de Arantxa Echevarría. La intérprete extremeña encarna a Arantxa Berradre, nombre en clave, la policía que se infiltró sin ser descubierta durante ocho años en ETA. Una mujer que salvó directamente la vida a ocho personas y descubrió que la tregua de 1999 era una "trampa". "Si hubiese sido un hombre, la película hubiese estado hecha antes", señaló la cineasta en una entrevista con Europa Press.
Para Juan Sardá, crítico de cine de El Cultural, "uno de los logros de la película, y tiene varios, es regresar a ese mundo de locos, —un País Vasco enzarzado en una ola interminable de miedo, violencia y odio, y retratarlo con talento y cuidado en la puesta en escena. Aquí, Carolina Yuste, "musa" de Echevarría se crece con su personaje. Al cine español siempre le ha costado crear héroes, algo que se le da mucho mejor al americano e incluso al francés, y aquí lo logra. Es un personaje admirable".
"Para mí es tremendamente importante, no puedo olvidarme de que el privilegio conlleva una responsabilidad, y si no es así es que eres idiota. Y yo soy una privilegiada, y tengo que hacerme responsable de ello. El día que decidí dedicarme al arte creo que tenía que ver con poner espejos en lugares donde no se suelen poner, con hacer a la gente preguntarse cosas, es algo que va conmigo".
La actriz, que se encuentra representando en el teatro Caperucita en Manhattan, se considera una actriz todo terreno. "Soy inquieta. Intento hacer muchas cosas", reconoció a El Cultural. Sobre si se siente cómoda en el papel de productora, Yuste considera que es "una forma de hacer los proyectos que quiero".
De ahí surge Ciao Bambina, cortometraje dirigido por Afioco Gnecco y la propia Yuste que muestra el proceso de transición de Rafi, un hombre trans; y de cómo algo tan aparentemente simple como ir a la playa se puede convertir para muchas personas trans en una angustia. Este trabajo estaba nominado a Mejor cortometraje documental en los Goya, aunque finalmente ha sido Semillas de kivu el que se ha llevado el gato al agua.