Amaia Salamanca y Otegui, en la obra. Foto: David Ruano

El Teatro Bellas Artes de Madrid estrena el día 19 La Marquesa de O, obra con la que el actor Juan José Otegui dice adiós a las tablas.

No es habitual ver en nuestros escenarios la obra de un autor tan radical y excesivo como Heinrich Von Kleits (Frankfurt, 1771 - Berlín, 1811), exponente del Sturm und Drang alemán. Lo último que de él se escenificó a gran escala en nuestro país fue Pentesilea, uno de sus títulos dramáticos más representativos (junto con El cántaro roto y El príncipe de Homburg ) que el Festival de Mérida programó en 2002, dirigido por el alemán Peter Stein. Ahora Magöi Mira estrena en el teatro Bellas Artes de Madrid uno de sus breves relatos, en versión escénica de Emilio Hernández, y cuya puesta en escena supone la despedida del actor Juan José Otegui: La Marquesa de O. Un relato cuyo singular argumento interesó también a Eric Rohmer, quien en 1976 lo adaptó al cine.
La peculiaridad de la historia, que tiene evidentes referencias bíblicas, gira en torno a una joven protagonista, la Marquesa de O, una dama viuda del norte de Italia que pone un extraño anuncio en un periódico. En él dice que está embarazada sin su consentimiento y pide que el padre del hijo que espera se ponga en contacto con ella, porque está dispuesta a casarse con él. El escándalo es mayúsculo, máxime cuando la viuda es hija del Gobernador de la ciudad, la cual había sido atacada por las tropas rusas. Durante la ocupación, la joven es salvada de ser violada por las hordas de fusileros por un Oficial ruso que, al parecer, no fue tan bondadoso como suponía. Lo sorprendente es que el padre del hijo acude a la llamada del anuncio.

Romper el equilibrio. Para Magöi Mira, este relato es "la historia de un escándalo. Una mujer tira del mantel, rompe el dulce equilibrio de cada día y huele las emociones extremas de una sociedad atada por las prohibiciones".

Una historia que habla de romper con los convencionalismos de una sociedad, tema que obsesionaba al atormentado Von Kleist, a quien como apuntó Stefan Zweig, dominaba "un demonio" que le empujaba hacia lo peligroso, hacia el exceso, al éxtasis, a la renunciación y hasta a la anulación de sí mismo. Esta actitud le llevó a convertirse en un artista incomprendido en su época, a quien el éxito nunca acompañó, y que acabó suicidándose a la joven edad de 34 años .

Esta producción teatral, además de estar interpretada por Juan José Otegui en el papel de El Coronel, cuenta con Amaia Salamanca (Marquesa), Josep Linuesa (Oficial)y Tina Sainz (Madre).