Comienza el Certamen Coreográfico de Madrid.

Ya son 24 las ediciones que celebra el Certamen Coreográfico de Madrid, una iniciativa original de Laura Kumin y Margaret Jova para animar y difundir la creación coreográfica y que se ha convertido en trampolín de artistas famosos. Del 2 al 5 de diciembre van a desfilar por el teatro Fernán Gómez de Madrid quince formaciones, la mayoría dúos, que competirán por los tres galardones en metálico (6.000, 4500 y 3.500 euros), aunque se darán otros premios en especie, como becas de residencia en centros de danza (Canal de Madrid, Krea de Vitoria y La Nave del Duende de Cáceres) y tutorías a cargo de profesionales. Conforme pasan los años, el Certamen va desarrollando cada vez más actividades paralelas, como talleres, charlas o la presentación de la red europea ChoreoRam, en la que nueve coreógrafos, -uno de ellos el que ganó el pasado año el Certamen (Juan Luis Matilla)-, actuarán el sábado, día 4, en el Centro de Danza Canal.

Regresa Diosdado

Regresa a los escenarios Los 80 son nuestros, célebre texto de Ana Diosdado en el que retrata la juventud como el momento más vibrante de la vida. La obra se estrenó en 1988, adaptación de la novela homónima que había publicado años antes la autora. Como en aquella ocasión, vuelve Antonio del Real a dirigirla y con un joven reparto en el figuran caras conocidas de las series de televisión. Llega el día 1 de diciembre al Häagen-Dazs Calderón de Madrid.

Más Ortiz de Gondra

El autor Borja Ortiz de Gondra está en racha: tras el estreno de Memento Mori, presenta Duda razonable, texto que sube a escena el día 27 en el Victoria Eugenia de San Sebastián, dirigido por Josep Maria Mestres. Es un thriller lleno de sorpresas y apariciones inesperadas, de mentiras y secretos, de gente que no quiere ser ayudada y debe soportar que la ayuden. Lo protagonizan Marcial Álvarez, Marta Poveda, Ana Pimenta y Mariano Venancio.

Comer con La Fura.

Una de las piezas más sanguinarias de Shakespeare, Tito Andrónico, se ha convertido en manos de La Fura en un espectáculo de gran alarde tecnológico, al que el público asiste de pie, y que está ambientado con olores gastronómicos. Para ello, el grupo ha incluido en el elenco a dos cocineros del restaurante Mugaritz, que van preparando especialidades siguiendo la evolución del drama. Se representa a partir del día 2, en los Teatros del Canal.