Jose Tomé como Macbeth

Shakespeare ha sido durante años el santo y seña de Helena Pimenta y la compañía Ur. Con Sueño de una noche de verano consiguió el reconocimiento profesional y ahora, tres meses después de que se haya convertido en directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), presenta en los Teatros del Canal de Madrid su sexto shakespeare, Macbeth, el 30 de noviembre.



La obra contiene algunos de los mejores villanos de Shakespeare, empezando por MacBeth, un canalla redomado al que Pimenta, asegura, se ha acercado "desde un lado positivo". ¿Y cuál es el perfil bueno de una persona con capítulo propio en la historia universal de los asesinos literarios? "Macbeth está convencido de que hace lo correcto", explica Pimenta. "De que él es el mejor guerrero de todos, el más valiente, el primer soldado. Por ello, cuando el rey abdica en su hijo, piensa que es una injusticia, que quien debe subir al trono es él porque se lo ha ganado y porque es superior en todo a los demás, incluido el nuevo monarca".



Y como una especie de reivindicación personal comienza una carrera de horror, locura y muerte de la que no podrá descabalgarse hasta la destrucción final. Para esa especie de lucha en pos de lo justo el noble no se encuentra sólo. Tiene a su lado a su esposa, que alimenta su ambición.



Matrimonio Tomé-Pedroche.

Para contar esta historia con la que Shakespeare apoyaba a Jacobo I en su camino desde Escocia al trono de Londres, Pimenta se ha valido de José Tomé y Pepa Pedroche para dar vida a Macbeth y su esposa. Oscar Zafra, Javier Hernández-Simón, Tito Asorey, Belén de Santiago y Anabel Maurín completan el elenco.



Respecto a la puesta en escena es aparentemente sencilla pero esconde un delicado encaje. Su montaje incluye la proyección de un vídeo para crear "un ambiente real, el de los actores, y uno virtual, el de la película, y que ha sido todo un hallazgo". Ha trasladado la acción a principios de siglo XX, recreando una ambientación inspirada en las primeras imágenes del espanto de la Gran Guerra. La idea se complementa con un vestuario con toques del XVII y una escenografía formada por muy pocos objetos, entre los que sobresalen cinco grandes tules que permiten construir diferentes momentos de la obra. La música juega un papel importante. "Cuando empecé a preparar la obra me puse Macbeth de Verdi sin pensar en nada. Y me fui dando cuenta de que era perfecta para incluirla en la función". Ha subido al escenario a los solistas que cantan la ópera mientras que deja para el vídeo los momentos de voces masculinas, interpretado por el Coro de Voces Graves de Madrid.