Mortier la ha vuelto a liar en el Real. Esta mañana desayunábamos con titulares como "Mortier se la juega con el 15-M" o "El 15-M entra en el Teatro Real entre pataleos". El estreno mundial de C(h)oeurs ayer no convenció a un público que se dividió entre el patio de butacas y el anfiteatro y que empezó a abandonar la sala 45 minutos antes del final del espectáculo. La reflexión del coreógrafo belga Alain Platel sobre lo individual y lo colectivo, pasaba por referencias al movimiento ocupa de Wall Street, la primavera árabe y la revolución en Egipto, entre otras "conmociones" sociales. Los intérpretes vieron interrumpida en varias ocasiones su actuación por gritos y mofas del público. Los desnudos, las manos pintadas de rojo y los carteles reivindicativos despertaron los comentarios incrédulos de los espectadores. La lástima es que la gran interpretación de los 72 miembros del coro, que también bailan enérgicamete, acabe pasando desapercibida.