Momento de la representación de 'C(h)oeurs' en el Teatro Real.

Los ánimos andan caldeados en el Teatro Real. Gerard Mortier, ante las amenazas de los trabajadores de movilizarse para suspender los próximos estrenos del Teatro Real, advierte: "Esas movilizaciones les acabarán perjudicando". En declaraciones a elcultural.es, el director artístico del coliseo madrileño ha expresado su "preocupación" por la enrarecida situación laboral que vive el teatro. Aunque confía en que finalmente la empresa y los empleados lleguen a un acuerdo. "Ignacio García-Belenguer [administrador general de la entidad] ya está negociando con los sindicatos".



La polémica la ha encendido la advertencia de la empresa de que en los próximos meses recortará a cada trabajador entre 3.000 y 4.000. El motivo, según explica Francisco López, portavoz del comité de empresa, es una "gravísima negligencia", que consiste en que la dirección del teatro no ha aplicado el 5% de recorte salarial fijado por el Gobierno de Zapatero mediante un Real Decreto de mayo de 2010. Y lo que es más: subieron la remuneración del personal un 2'3 % en concepto de revisión del IPC, cuando esa misma norma estatal determinaba que no podía superarse el 0,3%. Así pues, han venido cobrando indebidamente un 7% por encima de lo estipulado para los funcionarios.



Ahora ese porcentaje lo deben reembolsar, lo que supone un tajo considerable en los salarios. La intención es ir descontándolo de las próximas pagas extras. Algo que para los trabajadores sujetos a contratos indefinidos no resulta tan traumático. El problema, sobre todo, es para aquellos que se van a jubilar en los próximos meses o los eventuales cuya vinculación con la fundación vence en también en breve plazo. A estos se les tiene que aplicar el recorte de forma brusca en un corto periodo, "lo que puede significar", según Francisco López, "que a un trabajador que cobre 1.400 euros le detraigan 900 euros".



"Nosotros no nos hemos negado nunca a cumplir con las medidas de ajuste salarial del Gobierno. De hecho, cuando se promulgaron, preguntamos a la empresa si a nosotros nos afectaba, y siempre nos contestaron que no". Los trabajadores de la Fundación del Teatro Real (técnicos y administrativos, no los miembros del coro ni de la orquesta), según Francisco López, ya habían acordado una serie de medidas de ahorro, cuando Ayuntamiento, Comunidad Autónoma y Estado, que financian el 44% de su actividad, decidieron reducir en 10% sus respectivas aportaciones para el cuatrienio 2010-2013. Entonces se bajaron los salarios entre un 1% y un 5%, un 35% los conceptos variables y aceptaron trabajar sin cobrar un máximo de seis de sus días de descanso.



El Comité de Empresa considera que no deben ser los que paguen en exclusiva el error de la empresa. Un error llamativo puesto que en el Real Decreto de Zapatero figuraba expresamente la Fundación del Teatro Real dentro de las instituciones englobadas en el ámbito subjetivo de aplicación de la norma. Además, la Oficina Presupuestaria del Ministerio emitió una orden, fechada en junio de 2010, en la que advertía también que el Real estaba sujeto al RD.



Pero Miguel Muñiz, director general del Teatro Real, advierte, sin embargo, que "las cosas no estaban tan claras en un principio". "Las instrucciones de aplicación de que disponíamos era confusas. Nosotros creímos que con los recortes acordados con los trabajadores en su momento, que oscilan en torno a un 12%, cumplíamos la normativa", explica a elcultural.es. La Intervención General del Estado y el Departamento de Personal del Ministerio de Hacienda se han encargado de indicarles que no, en una resolución dictada contra las alegaciones del Teatro Real, que pretendía hacer valer su interpretación del Real Decreto.



"Nosotros hemos intentado hasta el último momento evitar esta situación. Pero ahora no tenemos margen de maniobra. Debemos aplicar la ley. Lo intentaremos hacer de la forma menos gravosa para los trabajadores y atenderemos los casos particulares en que pueda ser más dura la aplicación", señala Muñiz. Parece que el panorama es oscuro para los próximos estrenos del coliseo madrileño (Vida y muerte de Marina Abramovic y Cyrano de Bergerac, con Plácido Domingo). El Comité de Empresa amenaza con realizar paros los días de función. En un comunicado anuncian que "no están dispuestos a seguir financiando lo que se ha convertido en un cortijo para unos pocos y los sueldos astronómicos que cobran algunos directivos del teatro". Miguel Muñiz lamenta esa postura: "Están en su derecho pero harían mucho daño al teatro y nosotros no podemos hacer nada más que cumplir lo que se nos ha ordenado".