Tom Lanoye
El dramaturgo flamenco presenta en España La fortaleza Europa, una obra que denuncia el enclaustramiento del viejo contiente
La fortaleza Europa, como Lanoye se ha encargado de explicar, fue un encago de Johan Simons para el Festival de Viena de 2006: "Quería que escribiera una obra sobre Europa, especialmente sobre los fugitivos, los inmigrantes que quieren entrar en Europa. Pero no me interesaba tanto hablar de los inmigrantes como de lo que es vivir exactamente en una fortaleza cerrada, quería plantear lo que siente los europeos que quieren escapar de esa fortaleza".
La obra se estrenó en una antigua estación de tren. Se organiza como una serie de monólogos, protagonizados por los viajeros que se encuentran en la estación, los cuales apenas dialogan entre ellos. Una bióloga de células madre, un soldado belga, un judío jasídico, un hombre de negocios, viejas prostitutas... personajes metafóricos que le sirven para reconstruir desde "la pequeña Bélgica, el corazón de Europa" a toda una serie de temas con los que ilustrar "la cultura europea, el verdadero tema de la obra".
En total, unos 20 personajes desfilan por la pieza que, cuando fue escenificada por primera vez, se confundían con el público pues los actores estaban mezclados con él. Un humor mordaz preside la pieza, que también sigue un tono muy brechtiano. En su primera representación se acompañó también de música en directo.
El autor suele implicarse con el equipo que monta sus obras, por eso da bastante libertad a los directores a la hora de representarlas. De hecho, La fortaleza Europa, antes de editarse, Lanoye escribió que le daba igual el orden de representación de los monólogos. Por otro lado, ha confesado, "que yo no puedo escribir una obra sin conocer antes a los actores que van a representarla".
Hasta ahora, de este autor sólo se ha producido en Barcelona, bajo la dirección de Magda Puyo, Mamma Medea. Y también allí se negocia la producción para el Festival Grec de 2013 Sangre rosa.
Firme partidario de la unidad europea, Lanoye cree que la riqueza del continente es la diversidad, aunque reconoce que se viven momentos peligrosos que la amenazan. El escritor mantiene igualmente lazos con Suráfrica, de donde es su esposo, país al que considera su "segunda patria".