Un momento del montaje de Curro Carreres. Foto: E. Moreno Esquibel/Teatro Arriaga.

Del 23 al 27 de junio, Manuel Coves y Curro Carreras trasladan al escenario bilbaíno la zarzuela del compositor donostiarra como preámbulo a la conmemoración del 25 aniversario de su fallecimiento

Gracias a una hermosa iniciativa del Teatro Arriaga de Bilbao, en colaboración con los Teatros del Canal de Madrid y el Teatro de la Maestranza de Sevilla, en la que ha tenido protagonismo el director Manuel Coves, que ha recuperado en los arcivos de la SGAE la partitura, teóricamente perdida, va a ser posible escuchar y ver la zarzuela Entre Sevilla y Triana de Pablo Sorozábal, una obra menor pero jugosa en la que encontramos lo mejor del arte del músico, ya de vuelta de todo y con numerosas obras cimeras en su haber.



Para la ocasión se cuenta con el concurso del citado Coves, uno de nuestros más conspicuos defensores del género, que ha preparado a conciencia esta exhumación. El ambiente sevillano y trianero será evocado, sobre escenografía del avezado Ricardo Sánchez Cuerda, con figurines del exquisito Jesús Ruiz, por el murciano Curro Carreres, de olfao infalible para este tipo de espectáculos. Se cuenta también con un apropiado elenco de voces, encabezadas por la soprano extremeña Carmen Solís y el tenor vasco Andeka Gorrotxategui, dos jóvenes realidades dotadas de instrumentos sonoros y timbrados y ya experimentados en este terreno. A su lado el barítono José Julián Frontal que dice como pocos el verso y matiza hasta el extremo las tonadas de zarzuela, y la mezzo María José Suárez, hábil en los papeles de carácter.



Como siempre a la hora de tratar un tema conectado con Sorozábal, conviene escuchar la voz del propio compositor, que en sus amenas y rotundas Memorias manifestaba en relación con este sainete que lleva libro de Fernández de Sevilla y Tejedor, estrenado en el Price de Madrid en 1950: "Se trata de una obra de carácter muy popular, de un andalucismo convencional. Lo hice seguramente pensando en Buenos Aires, recordando el éxito de las zarzuelas de ambiente español. Mi mujer, Enriqueta Serrano, que era catalana, temblaba al tener que encarnar el papel de andaluza, pero el público la aplaudió a rabiar. Su gracia innata se impuso, tanto bailando como cantando sus números".



En el estreno madrileño intervino asimismo la mezzosoprano, luego tan famosa y hoy ilustre profesora de canto, Ana María Iriarte, que participa, como la mayoría de las voces de esa presentación, en la única grabación existente, editada por el sello Columbia. La romanza del tenor, Tú que sabes del cariño, la pieza más conocida hoy de la partitura, puede degustarse también en un registro zarzuelero de Alfredo Kraus.