Image: Raquel Andueza

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Escenarios

Raquel Andueza

“Me entrego a la música que busca el afecto y no el efecto”

7 diciembre, 2012 01:00

La soprano Raquel Andueza, en el estudio de grabación. Foto: Michal Novak.

En su última aventura barroca, 'In Paradiso', la soprano y La Galanía viajan al Settecento "en busca de emociones". Como contrapunto, el martes Raquel Andueza aborda un programa de música contemporánea en el Galileo de Madrid.

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  • Viene la soprano pamplonesa de inaugurar la temporada del Centro Nacional de Difusión Musical y de pasear sus últimos hallazgos barrocos por salas de media Europa. Ahora, con los diez temas de música sacra y moral del Settecento de su tercer y último disco, In Paradiso, Raquel Andueza y el tiorbista Jesús Fernández Baena cierran un círculo: el de su primera grabación, D'amore e tormenti, dedicada al mismo repertorio pero desde una perspectiva profana. "El éxito totalmente inesperado de aquella carta de presentación nos animó a grabar Yo soy la locura", cuenta la cantante a El Cultural. "En él abordábamos música de la España del siglo XVII y demostrábamos su influencia en los grandes compositores franceses, italianos e ingleses de la época". Una decisión a priori arriesgada para los ejecutivos de un mercado discográfico no siempre receptivo a las partituras inéditas y a los compositores desconocidos. "Tuvimos ofertas bastante tentadoras de varios sellos interesados en nuestro trabajo, pero en la práctica perdíamos mucho tiempo tratando de defender nuestro criterio". Aquello les animó a fundar un sello propio, Anima e Corpo, que inaugurarían en plena crisis con el primer registro de su grupo La Galanía (junto al guitarra austriaco Pierre Pitzl en el equipo de bajo continuo). "Queríamos controlar el proceso creativo pero, sobre todo, no tener que perder tiempo vendiendo cada idea".

    En pocas semanas, y gracias al apoyo de Diverdi, Yo soy la locura se coló en el top ten de los discos de música clásica. "A la gente le sorprende que el siglo XVII pueda sonar tan actual. Quizá tenga algo que ver el hecho de que Pierre Pitzl sea un virtuoso de la guitarra eléctrica y yo, una incondicional de Madonna", bromea. Prueba de su versatilidad es el programa de música contemporánea que defenderá junto al grupo Neopercusión el próximo martes en el Teatro Galileo de Madrid.

    Andueza, que lleva cantando desde los seis años, define In Paradiso como "un pepito grillo sobre la buena conducta". En sus canciones encontramos a una niña que no quiere ser monja, a una Arianna convertida en María Magdalena que se desgarra ante la muerte de Jesucristo, tres canciones morales que alertan de los peligros de no ser virtuoso, un soneto místico en castellano de Domenico Mazocchi, además de una nana de Tarquinio Merula, el Stabat Mater de Giovanni F. Sances o la bellísima Cantata Spirituale de Benedetto Ferrari. "Me entrego a la música que busca el afecto y no el efecto. Para mí cantar es contar historias. Necesito que se entienda el texto tanto como la música. El público tiene que poder saborear cada palabra...".

    Aunque el 90% de su tiempo lo dedica a la música antigua, Andueza es consciente de los peligros de la especialización ("porque al final te ponen la etiqueta") pero asume el riesgo de su "adicción" al repertorio menos conocido: "Disfruto mucho cantando El Mesías de Händel, la Susanna de Mozart o los lieder de Schubert, pero no puedo describir con palabras lo que siento cada vez que me enfrento a una partitura que lleva doscientos años encerrada en un cajón". En enero grabará su cuarto disco. "Arias de ópera de un compositor que fue famoso en su tiempo y al que ahora pocos recuerdan".