El pianista Mario Prisuelos.

El pianista Mario Prisuelos ofrece un concierto en la Fundación March con obras de una nueva generación de compositores, reunidos en su último disco, 'Visiones'

Esta tarde el pianista Mario Prisuelos ofrece un concierto, Compositores sub-35, en el aula (Re)estrenos de la Fundación March de Madrid coincidiendo con la publicación de su último disco, Visiones (Verso), que reúne los trabajos de Mario Carro, José Minguillón, Hèctor Parra, Alberto Carretero, Hermes Luaces y Joan Magrané, pertenecientes todos a una generación de compositores llamada a ser el relevo de Jesús Torres, Jesús Ruedas, José María Sánchez-Verdú y otros grandes nombres de la panorama musical actual. "El concierto y el disco son una consecuencia natural de un trabajo de años que vengo desarrollando con estos compositores, que cuentan ya con una importante trayectoria internacional de estrenos y encargos", cuenta a El Cultural Mario Prisuelos. El pianista lleva años difundiendo obras de autores españoles por salas de todo el mundo, del Carnegie Hall de Nueva York a la Music Academy de Zagreb, pasando, por supuesto, por el Auditorio Nacional de Música de Madrid.



En su afán por apoyar la creación actual más joven, la Fundación March acogerá también el estreno de dos obras de Nuria Núñez y Jesús Navarro. "Una condición fundamental a la hora de elegir una obra es que la música me apasione sin condiciones. A veces esto ocurre desde el primer momento y, en otras, se produce una especie de intuición inicial que me hace meterme en el mundo sonoro del compositor poco a poco". En el disco y en el concierto, el pianista aborda una gran variedad estilística, desde el serialismo más académico al funky. "No soy la persona más indicada para hablar de generación o de relevo, pero todos ellos comparten una libertad que les permite romper cualquier atadura y escribir utilizando los más variados recursos, desde la aletoriedad hasta el minimalismo", asevera.



Para el pianista madrileño, la crisis no está afectando tanto al estilo compositivo como a la difusión de la obras. "En este sentido tenemos que mantener todos con más intensidad que nunca esta especie de lucha quijotesca por la difusión de la cultura". Y descarta una vuelta a la melodía, como se ha insinuado en ocasiones, como forma de reconciliación con el público. "El debate no es si se vuelve a la melodía o no. Lo verdaderamente interesante es que actualmente la melodía es un recurso más que se emplea al igual que otros elementos expresivos, es decir, sin ningún teoricismo añadido y sin ninguna atadura. En total libertad de comunicación". Entonces, ¿es el público realmente reacio a este tipo de repertorio? "Le estremecería ver, como vi yo, al público norteamericano en pie en el Carnegie Hall ovacionando obras de nuestra música actual española. Por eso creo que los programadores deberían creer más en la creación actual".



La composición para piano está en buena racha. "Tengo la sensación de que estamos en un gran momento y de que en algunos casos se está redescubriendo el piano como un instrumento de sonoridades renovadas". A menudo, el instrumento ayuda a sintetizar el muchas veces complejo universo estético de los músicos. "Por las características que tiene, el piano permite apreciar claramente el estilo que el mismo compositor siente en obras de cámara o incluso orquestales".



En Visiones no están todos los que son pero sí ofrece una buena perspectiva del momento actual. "Para mí es un privilegio poder trabajar las obras con los propios compositores y conocer de primera mano las intenciones musicales de personalidades tan importantes como mi maestro Humberto Quagliata". El título del disco no puede ser más sugerente. "El futuro nos depara mucha y muy variada música, seguro. Lo importante es seguir estando ahí para mostrarla a la gente...".