Olga Hueso y Amparo Oltra en Amarradas, que podrá verse en Garaje Lumière



No es una efeméride cualquiera. El Festival Alternativo de Teatro, Música y Danza de Madrid (La Alternativa) cumple 25 años, y su director, Alfonso Pindado, no quiere pasar por alto este momento "histórico" para él. Desde que en 1989 el fundador de Cuarta Pared emprendiera el proyecto de la sala Triángulo, una de las seis que acogen los espectáculos enmarcados en el festival, La Alternativa se ha convertido en un referente que seguirá ahí "contra viento y marea. Lo único que lo hará desaparecer es que ya no sea necesario porque todos los artistas tengan resuelta su 'papeleta', pero por desgracia esta meta no se ve todavía", explica a El Cultural. Surgió como una necesidad, del requisito de llamar la atención al público y los medios de comunicación sobre esta otra forma de hacer teatro que se posicionaba sobre las tablas "con todas las dificultades del mundo, hasta el punto de que la propia profesión se preguntaba de dónde había salido".



La Alternativa fue una vía de escape para el teatro emergente, y lo sigue siendo. Este año, del centenar de propuestas que han llegado a Pindado se han seleccionado 33. Pueden parecer pocos, pero la fórmula funciona. Un año se incorporaron hasta noventa, y el resultado "no fue el mejor". La clave radica en la confianza en el nivel de las compañías participantes y de los nuevos creadores, que van aportando nuevos lenguajes. Hace 25 años, los procesos artísticos eran diferentes, y a lo largo de los años "se ha ido innovando la forma de entender los textos, la luz, los sonidos...", explica.



Las circunstancias empujan a la prudencia y repelen el exceso. En otras ediciones han colaborado el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Madrid, pero esta vez no han recibido ninguna subvención. El festival se financia fundamentalmente gracias a la taquilla. Las propuestas son modestas, pero de calidad, y provienen de distintas esquinas de la península: Andalucía, Aragón, Canarias, Castilla León, Comunidad Valenciana y Madrid. La guinda internacional corre a cargo de la compañía argentina Marcela Paoli, que presenta Delikatessen Haus (Bar alemán en Buenos Aires), un cabaret musical repleto de borracheras, adulterio y sangre.



El reparto de Cordón umbilical

En la programación destaca Barrocamiento, una obra en verso escrita y dirigida por Fernando Sansegundo, finalista de los premios Max 2012. Un homenaje a tres escritoras barrocas, Sor Juana Inés de la Cruz, María de Zayas y Feliciana Guzmán Enríquez que se encuadra perfectamente con la exposición El despertar de la escritura femenina en lengua castellana de la Biblioteca Nacional, donde se representará con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La Sala Triángulo alojará además Cordón umbilical, de Daniel de Vicente, Chejov nos salvará, Hamlet Post Scriptum y Esto es una silla, entre otros espectáculos. El dúo de jazz formado por Arturo Ballesteros y Tania Ruzs pondrá la nota musical el día 16 de marzo.



Hasta el 7 de abril, las salas Bululú 2120, Garaje Lumière, La Casa de la Portera, Tarambana y la Sala Tú, además de la Sala Triángulo, acogerán comedias, dramas, cabaret, danza y música, con una veintena de estrenos absolutos. Y para celebrar el cuarto de siglo, se han organizado las 25 Night Performances, cuatro noches en las que podrán participar todos los creadores que quieran mostrar una pieza. Pindado remata: "se trata de que haya una fiesta artística".