Simon Rattle, al frente de la Filarmónica de Berlín. Foto: Monika Rittershaus.

Simon Rattle y la Filarmónica de Berlín toman durante tres días el Teatro Real con la 'Sinfonía n° 9' de Beethoven, que sustituye a las funciones de ópera inicialmente previstas, y clausuran en la misma visita a Madrid la temporada de Ibermúsica en el Auditorio Nacional.

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  • La Filarmónica de Berlín es la segunda mejor orquesta del mundo, por delante de la de Viena. Lo dice la revista británica Gramophone y pocos se atreven a contradecirla. Mucho menos Simon Rattle (Liverpool, 1955), que lleva once años a los mandos de esta afinadísima maquinaria alemana. Fueron los propios músicos los que, a mano alzada, le eligieron para ocupar el podio de Karajan en 2002, y ese mismo año el maestro británico incurría en una infidelidad discográfica a propósito de Beethoven y en favor de la Filarmónica de Viena. Grabó en directo la integral de las nueve Sinfonías, un privilegio histórico del que sólo existen cuatro precedentes: Weingartner, Furtwängler, Bernstein y Abbado.



    También ha estado presente Beethoven en la pugna berlinesa de Rattle con Daniel Barenboim, llamado a occidentalizar la vecina Staatskapelle, durante un fuego cruzado de Novenas. Una partitura que ha dirigido incluso en el campo de concentración de Mauthausen y que se ha traído a Madrid para el reencuentro de los berliner con el público del Teatro Real los días 26, 27 y 28 de junio. Se habían anunciado varias funciones de La flauta mágica, en colaboración con el Festival de Salzburgo, pero desajustes presupuestarios por parte del Ayuntamiento, que redujo en 500.000 euros sus aportaciones, obligaron a cancelar a Mozart y apelar a la capacidad de convocatoria de Beethoven en un teatro de ópera. Se ha mantenido, eso sí, parte del reparto mozartiano original: Camilla Tilling, Nathalie Stutzmann, Joseph Kaiser y Dmitry Ivaschenko.



    No es de extrañar que esta Novena se anuncie como uno de los acontecimientos de la temporada, a pesar de que el propio Rattle no duda en cuestionar la hegemonía de las sinfonías impares, sobre todo cuando habla de la Cuarta. "Quizá porque en ella Beethoven se abre camino a través de la desesperación de su sordera hasta alcanzar cotas de felicidad insospechadas. Sabemos que durante un tiempo albergó la idea del suicidio, pero encontró en la música una forma de purgar todo ese dolor que le afligía a sus 36 años".



    Que es la edad que tendrá Gustavo Dudamel cuando en 2016 se produzca el traspaso de poderes en los despachos de la Philharmonie. El joven director venezolano se postula como favorito en las encuestas, toda vez que Rattle ha decidido no renovar su contrato de acuerdo a un principio generacional. "En los últimos años se han jubilado 35 maestros, que han sido sustituidos por músicos veinteañeros", cuenta a El Cultural. "Los alemanes siguen siendo mayoría, pero ahora la orquesta es más joven y habla 15 idiomas". Incluido el castellano. "En 2010 fichamos a Joaquín Riquelme, un viola español sensacional. El hecho de que se vaya incorporando gente joven no tiene por qué acarrear una pérdida de memoria histórica. Lejos de renunciar a la tradición, la Filarmónica de Berlín deberá seguir trabajando para crear su propia memoria sin vivir de las rentas del pasado".



    Algunos de los solistas que intervendrán en el histórico encuentro del Real aparecen también en el programa de dos conciertos que orquesta y director ofrecerán, el 29 y 30 de junio, como clausura de la temporada de Ibermúsica en el Auditorio Nacional de Madrid. El primer día abordarán la Segunda de Schumann y el Réquiem de Fauré, asistidos por el Orfeón Donostiarra. El segundo, la obertura de La flauta mágica (todo un guiño), Blumine (movimiento original de la Primera de Mahler), la Tercera de Schumann y el Concierto para violín de Berg con el israelí Guy Braunstein como solista.