Un momento de la representación de Tomás Moro, una utopía. Foto: E.C.

El IVA y otros males no han podido con los grandes festivales de teatro clásico verano. A falta de conocer los datos de Mérida, que sigue celebrándose hasta el 25 de agosto, puede decirse que sus hermanos de Almagro y Barcelona han aguantado el tirón de un año complicado. La cita manchega cierra su edición 2013 con un 88 por ciento de ocupación, un 6 por ciento menos que en la edición anterior. En total, la recaudación en taquilla ha ascendido a 432.535,60 euros, mientras que la cifra total de espectadores ha rondado los 48.000.



Aunque con datos menos lucidos, el Grec ha logrado mantenerse a pesar de las perspectivas, con 119.000 espectadores y un 52% de ocupación a falta de cinco espectáculos y dos días de festival, con los que el director del certamen, Ramon Simó, prevé que los espectadores crezcan "ligeramente" en un millar, lo que habrá satisfecho totalmente las expectativas de esta edición, tras la subida del IVA cultural.



La directora de Almagro, Natalia Menéndez, ha querido hacer un llamamiento a la necesidad de cultura y ha reivindicado "un teatro que se entienda, más cerca del público, que refleje el hoy, que parta de una necesidad por parte del conjunto de los creadores; eso no significa que sea plano, zafio, con poco vocabulario y no menos belleza formal". También ha pedido a las instituciones que "el teatro esté de manera activa en nuestra educación, fomentando la imaginación, el conocimiento, el juego, la vivencia personal y en equipo. Se trata de potenciar la creatividad ensanchando nuestras mentes"; para seguir apuntando a que "no sigamos recortando en Cultura, no sigamos recortando el Festival. Debemos ser conscientes de que el Festival es un compromiso de todos o, al menos, de muchos; asumir el compromiso que la cultura nos exige".



En Grec, que tras 66 espectáculos cerrará con unos 120.000 visitantes frente a los 127.000 de 2012, considera que la reducción de espectáculos gratuitos compensan la bajada de espectadores. El circo ha sido una de las sorpresas de esta edición, logrando un 86% de espectadores, así como la danza también ha mostrado un buen estado de salud con un 70% y una elevada fidelidad de público, lo que hará replantear su proporción en la próxima edición, ha dicho Simó, quien también ha reivindicado la "especificidad" de la programación musical.



En cuanto a la oferta teatral, que ha recabado un 54% de ocupación -sin contar el MiniGrec-, Simó ha reivindicado la calidad de las propuestas y su carácter "arriesgado" que ha superado la tentación de cualquier programador de decantarse más por el entretenimiento que por la calidad, logrando que 40 de las 66 obras que se han convertido en un éxito de público y/o crítica.