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El final del verano siempre es un momento caliente para la música y hace pocos días Franz Ferdinand abrían el fuego de las grandes novedades con un disco notable. Hoy mismo, Nine Inch Nails ha publicado su primer álbum en cinco años y dos y medio después de ganar el Oscar por la banda sonora de La red social. A la espera de que algunos grandes nombres como Arctick Monkeys, MGMT o The Weekend publiquen en fechas próximas sus nuevos discos, en las últimas semanas artistas de nuevo cuño han conmocionado el panorama con algunas joyas. Ahí está el rapero Earl Sweatshirt, de la factoría Odd Future o la electrónica elegante de los británicos Glass Animals y el folk The Civil Wars. Los veteranos también tienen mucho que decir y el "marciano" R. Stevie Moore sorprende con Personal Appeal, el rapero Prodigy con el álbum Albert Einstein y los berlineses Moderat con un segundo álbum evocador y profundo. Y de Mali nos llega el regreso a las raíces de Vieux Farka Toure.

Nine Inch Nails - Hesitation Marks. Pop-rock electrónico

En 2009, el ínclito Trent Reznor recorrió el mundo con The Wave Goodbye Tour, anunciada como la última gira de su banda durante al menos "muchos años". Cuatro años después, Reznor vuelve a lanzar un disco bajo el nombre de Nine Inch Nails, proyecto musical a su imagen y semejanza en el que es líder y señor absoluto, con un disco cuyo primero single, Come Back Haunted ya nos avisa de que quizá se había precipitado al anunciar su marcha: "Ya sé que dije adiós, pero tenía que volver, tenía que intentarlo, regreso poseído", dice. Poco después, en la misma canción, nos anuncia que "ya no soy el mismo que solía". Hesitation Marks, su nuevo disco, nos deja claro que sigue siendo él mismo pero que también, efectivamente, ha cambiado. Desde los ruidos industriales de sus discos míticos, verdaderas descargas de rock electrónico brutal e industrioso, hasta los temas de este Hesitation Marks hay un largo trecho que conduce a un disco que suena mucho más electro y pop de lo habitual. Los desvelos filosóficos del músico son la pieza clave de un álbum introspectivo y "suave" en el que sigue demostrando su capacidad para crear texturas musicales de gran densidad dramática y paisajes sonoros que remiten a un mundo propio. Tiene canciones memorables como Copy of a A, en la que dice que es "una copia de una copia de una copia" o "la sombra de una sombra", o la muy popera Various Methods of Scape. Reznor ya no quiere hacer tanto ruido, pero sigue siendo un músico fundamental.

The Civil Wars - The Civil Wars. Pop-Folk

Después de un álbum de debut con el que ganaron el Grammy al mejor grupo folk y se colaron en muchas listas de lo mejor del año, este dúo de Nashville alcanzó un notable grado de celebridad. Su segundo disco entró directamente en el número uno de las listas de Estados Unidos y los consagró como nuevas promesas del género. Joy Williams y John Paul White, así se llaman, no han inventado la pólvora y sus canciones suenan rabiosamente al folk country de Nashville que imaginamos con toques pop y evidente voluntad melodramática. Cantan a dúo sobre desvelos del corazón y al parecer se llevan tan mal que acaban de cancelar la gira que tenían previsto iniciar estos días. Según cuentan, la propia grabación del disco ya fue en infierno. Está claro que lo de "civil wars" era una profecía.

R. Stevie Moore - Personal Appeal. Pop marciano

Como The Civil Wars, Moore también es de Nashville pero su música sigue derroteros completamente distintos. Francotirador desde mediados de los años 60 en su sonido se mezclan desde el pop, el folk, el rock o la música de vanguardia a lo Steve Reich, a sumar en este nuevo disco samples de música clásica, en un cóctel muy personal que le da a su producción un aire entre el marcianismo y la experimentación en clave lo fi. Prolífico, ha lanzado más de 400 grabaciones, muchas de ellas en casette a través de su propio sello, su último álbum, Personal Appeal, ha devuelto la atención a su particular y torturado universo. Desde el primer single, Why Can't I Write a Hit, muy elocuente, nos adentramos en un mundo onrírico y cabaretesco en el que puede suceder casi cualquier cosa y donde también brilla la mordacidad de un músico inclasificable, ahí está Pretend for a Second That You Are Very Intelligent.

Earl Sweatshirt - Doris. Hip Hop

El colectivo de Los Angeles Odd Future sigue deparando a algunos de los mejores raperos de la actualidad. Después del éxito de Tyler The Creator y Frank Ocean, ambos colaboradores en este Doris, la nueva figura del momento se llama Earl Sweatshirt. El MC ha tenido que esperar a cumplir 18 años para que su madre le deje abandonar los estudios y publicar su primer disco, que ha convencido a la crítica y es de los más vendidos en Estados Unidos. Con una producción sencilla en la que la música se pone al servicio de las rimas de Sweatwhirt, el cantante nos explica la añoranza de su padre que le abandonó a los seis años (Chum) o sus dificultades para relacionarse con el sexo femenino (Sunday). Las drogas, el ambiente de Los Angeles en crisis o sus inseguridades son otros de los temas de un disco que suena sorprendentemente honesto y moderno.

Glass Animals - Black Mambo. Indietrónica

Con solo dos EPs, los británicos Glass Animals van camino de convertirse en una de las bandas más interesante del momento. Se sabe que son cuatro y que probablemente vienen de Oxford, pero apenas hay fotos del grupo ni quieren que se sepa casi nada de ellos. Dicen que suenan como el "susurro de un unicornio" y su música es una mezcla entre sonidos electrónicos y orgánicos que crea hermosos paisajes sonoros partiendo de un pop elegante y envolvente.

KT Tunsall - Invisble Empire // Crescent Moon. Pop-folk

En activo desde hace ocho años, el quinto disco de la escocesa KT Tunsall es una exquisita maravilla. Desde la portada con la artista en el desierto de Tucson con sombrero se nos anuncia un álbum más country. Armada de su guitarra y sutiles arreglos melódicos de viento y cuerda la cantautora presenta una colección de canciones sencillas y bellas en un disco muy conectado con sus emociones más profundas como su reciente divorcio o la muerte de su padre.

Prodigy & Alchemist - Albert Einstein. Hip Hop

Leyenda del hip hop de Nueva York con su banda Mobb Deep, en activo durante los 90, el MC Prodigy ha vuelto a ser el hype del momento después de pasar tres años en la cárcel por posesión ilegal de un arma. Durante ese tiempo, el rapero ha escrito una biografía y no ha parado de sacar discos, este último ya en libertad junto a su viejo colaborador el productor Alchemist. Como rapea en Death Sentence, Prodigy se dedica a airear sus "demonios" para realizar una brutal descripción de la violencia y las difíciles condiciones de los negros en Estados Unidos como en la espléndida Give 'em Hell.

Vieux Farka Touré - Vieux Farka Touré. Música africana

Hace poco destacábamos a Dirtmusic y la escena maliense regresa con fuerza. Mali no es el país más rico del mundo pero posee una riquísima tradición musical cuyo último exponente es Vieux Farka Touré, hijo del popular Ali. Fiel a la herencia de su padre, Vieux (se llama viejo, siendo el joven) lanza un álbum en el que deja de lado las influencias occidentales para regresar a sus raíces africanas con unas canciones directamente relacionadas, como en el disco de Dirtmusic, con la reciente guerra civil que ha sufrido el país. Refinado guitarrista, Touré entrega un disco acústico muy "africano" que suena precioso.

Moderat - II. Techno ambient

Al dúo berlinés Moderat le llevó siete años grabar su primer álbum después de su primer EP y han tardado otros cuatro en sacar su segundo disco. Moderat está formado por dos de los músicos electrónicos más importantes de la escena berlinesa, Apparat y Modeselektor y su música suena profunda y groovy. El primer single, Bad Kingdom, tiene ecos del sonido industrial y el pop de Spandau Ballet y la mejor canción del disco, la eterna Milk, trae reminiscencias del drum and bass pasado por el turmix del deep house.

Franz Ferdinand - Right Thoughts, Right Words, Right Action. Pop-rock

Pocos grupos han alcanzado el estrellato de una manera tan fulgurante cuando aquella Take Me Out se convirtió casi en un fenómeno sociológico en 2004 y tuvo una influencia decisiva en el sonido de toda la década. En 2009, los de Glasgow desaparecieron del mapa y los sepultureros de siempre los dieron por muertos. Su nuevo álbum, cuatro años después, no supone un punto de inflexión en la música moderna como fue su debut y de hecho suena cien por cien a Franz Ferdinand con esos riffs de guitarra lisérgicos y las trompetas en su personal mezcla entre el punk y el funk. A veces le falta un poco de fuerza y suena demasiado pop, pero sigue habiendo grandes canciones como Right Action o Love Illumination, capaces de poner el gallinero patas arriba.