Este viernes y al día 29 el Liceo va a recibir a tres de las más importantes voces de la actualidad, cada una en su estilo. Abren el fuego la soprano rumana Angela Gheorghiu y el tenor albanés Saimir Pirgu. Ella, situada desde hace años en la cima, cuenta con una voz anchamente lírica, penumbrosa, de emisión algo cupa, perfumada y tersa, homogénea y extensa, que se adorna con un arte de canto de excelente escuela, bien controlado y medido, raras veces exaltado y de apasionamiento algo cicatero. El sonido corre desde su garganta con facilidad y donosura y es muy hábil en la soldadura de registros.



Su compañero posee un instrumento de lírico-ligero, con tendencia a lo lírico, claro de timbre, delgado y grato. Poco a poco ha ido situando sus agudos en el fulcro y ahora son más llenos y coloreados. Cantante expresivo e inteligente, que supo aprehender, aún muy joven, los consejos facilitados por Pavarotti. Su voz ha de acoplarse bien a la de Gheorghiu. El repertorio elegido da pie al lucimiento: arias y dúos de Rinaldo de Haendel, La bohème y Suor Angelica de Puccini, La traviata de Verdi, L'elisir d'amore de Donizetti, Roméo et Juliette de Gounod, Le Cid de Massenet, L'arlesiana de Cilea y Rusalka de Dvorák. En el podio se sitúa el prometedor Ramón Tébar, un director de buenas maneras y entendederas que, con la orquesta del Teatro, interpreta también fragmentos sinfónicos de aquellas óperas. Se mueve como pez en el agua en estos paisajes.





La tercera voz en concurrencia es la de una tocaya de Gheorghiu, la alemana Angela Denoke, una soprano lírico-spinto de firmes acentos y sonoridades algo ásperas, de agudos inciertos, pero de temperamento y genio dramático muy notables. Se lucirá en un repertorio que le es más afín que aquel en el que se exhibió hace unas semanas en el Real, el de Gluck: su Alceste dejó mucho que desear. Aquí, como decimos, está en su elemento, pues acomete un programa titulado Una noche con Kurt Weill, subtitulado Las dos vidas artísticas de Weill, en el que se estudian las vertientes europea y americana del compositor, la primera mayoritariamente junto a Bertolt Brecht. Se abordan varios tipos de canción de cabaret y de comedia musical. Un espectáculo ya presentado en Salzburgo en 2011 y que requiere la presencia de un piano, que tocará Tal Bashai, un saxofón, un clarinete y una flauta, a cargo de Norbert Nagel, y una narradora, que será María Miró. Sin duda que será harto interesante escuchar la a veces tomada voz de Denoke cantando, por ejemplo, la Canción de Alabama de Mahagonny.