José Valencia. Foto: Prisca.
Para José Valencia, cantar en un recinto donde no existe megafonía es todo un reto, ya que las posibilidades de lucimiento son menores. "Tú y la guitarra contra cualquier elemento perturbador, sin artificios, encontrándote desnudo ante la soledad y el riesgo". Y esto es lo que propone el ciclo Flamenco en San Isidro 2014, que se celebra desde hoy, 9 de mayo, al 21 de junio en la Sala García Lorca de la Fundación Conservatorio Casa Patas, de Madrid. Un caso insólito en el que, sin ningún tipo de asistencia de sistemas amplificadores, se vuelve a la antigua idea del concierto cercano y cálido, con una capacidad máxima de noventa localidades, y en el que se pretende incentivar una efectiva comunicación con el público en un espacio natural, sin aditivos. La programación, diseñada por el especialista y promotor Antonio Benamargo, intenta establecer a lo largo de catorce recitales una mirada diversa, que refleje con la máxima certidumbre el panorama del cante y la guitarra de hoy en su versión más amplia, con intérpretes de primer nivel pero intentando abarcar las diferentes generaciones con nombres que están en activo, desde La Cañeta de Málaga, superviviente ardorosa de un grupo de artistas flamencos nacidos a mitad de la década de los años treinta del pasado siglo, con una brillantísima y rica trayectoria, hasta los jóvenes en pujante ascenso, como Rocío Segura o David Carpio, perteneciente este último a una ensolerada familia de músicos gitanos nacidos en el jerezano barrio de San Miguel."Es una sensación muy gratificante estar en un lugar donde el artista se enfrenta cara a cara al público sin apoyo tecnológico, con la verdad y la entrega, como nuestros antepasados, con sus miedos, pero desgarradores en su sentir", afirma David. Sin embargo, no se trata de actitudes nostálgicas, ni se persigue volver a tiempos pasados, sino, por el contrario, buscar fórmulas que revitalicen el sistema de correspondencia entre el flamenco y el público, aunque utilizando criterios más actuales. Flamenco en San Isidro 2014 es también una buena oportunidad para ofrecer a los que estos días acuden a la capital un cartel de altura en un ambiente muy alejado de los conciertos masivos, con figuras imprescindibles, como Pansequito, José de la Tomasa, Remedios Amaya, Duquende, Luis el Zambo, Capullo de Jerez, Aurora Vargas, Talegón de Córdoba, La Tobala y Miguel de Tena, que prácticamente representan todas las tendencias en el suntuoso retablo de las edades del cante flamenco. José Valencia -que aparece en la fotografía de Prisca Briquet durante el memorable concierto que ofreció este mismo año en el Teatro de Nimes, Francia, durante su Festival Flamenco-, certifica que estas actuaciones son una prueba de fuego, "solo con tu voz, aunque empleando todos los recursos expresivos con dignidad y conocimiento. Es una ocasión única para conectar directamente con el público en un contexto que debiera repetirse con más frecuencia".