Ramón Fontseré, caracterizado para la escenografía expresionista de VIP. Foto: David Ruano
No le gusta la deriva de Mas, la está viviendo como un "desastre". ¿Y la consulta? Pues un "galimatías". Por si fuera poco, el caso Pujol resucita su mítico Ubú. Ramón Fontserè vuelve a los escenarios con la valentía, la ironía y la provocación que circula en el ADN de Els Joglars con VIP, un desafío al "tratamiento semidivino que dan los padres a sus retoños" que podrá verse en el Teatro María Guerrero a partir de este miércoles.
El montaje que podrá verse en el Teatro María Guerrero de Madrid a partir del 8 de octubre está inspirado en una anécdota del escritor Josep Pla, quien se vio obligado a vigilar a una dulce niña de dos años y que sin previo aviso le propinó un mordisco. "Protegemos la infancia pero, ¿quién nos protege a nosotros?", se pregunta Fontserè con buenas dosis de su habitual ironía. "VIP podría ser un retrato de una sociedad y de un futuro. Una reflexión sobre si con esta forma de educar estamos llevando a los niños a ser unos pequeños tiranos. En mi época infantil las collejas y actividades similares, salvo honradas excepciones, eran muy frecuentes. Ahora son los maestros los que se encuentran a la intemperie. Es la ley del péndulo".
El actor que ha interpretado magistralmente a Jordi Pujol (tan de actualidad), Pla y Dalí o Daaalí (papel por el que obtuvo el Premio Nacional de Teatro en 2000) explica que la puesta en escena es absolutamente "funcional y austera", dentro de un espacio en el que los actores se intercambian los papeles de niños, padres y profesores: "Está todo integrado dentro de un estilo expresionista en el que las escenas permanecen enlazadas para sugestionar, con un lenguaje que rompe lo convencional y que llega gracias a la emoción".No me gusta la driección que ha tomado Mas. No sé si las generaciones futuras preguntarán como fue posible caer en este error"
La obra arranca con una primera escena que define claramente la historia para que el espectador entre en el juego que propone la compañía. "Intentamos que cada escena marque un crescendo -explica Fontserè a El Cultural-. El teatro es el arte del actor. La intencionalidad de la escenografía es para que el actor se luzca, para que le acompañe en su trabajo sin rebajar su actuación", añade el director y actor sobre un montaje que incluye dos timbales tocados por los protagonistas para reforzar pasajes musicales de Strauss, Lully y Vivaldi.
Interesante y divertido
De esta forma, los acordes de Lully (contemporáneo de Molière) animan una reflexión, siempre con humor, sobre, según el director, la superprotección y el tratamiento semidivino que los padres dan a sus retoños. "El tema se fijó en una charla que tuvimos Martina y yo con Boadella. Nos pareció interesante y divertido".La provocación de Els Joglars y su habitual capacidad para eludir lo políticamente correcto forma parte ya del ADN de esta formación creada por Albert Boadella en el lejano 1962 y a la que Fontserè se incorporaría 20 años después para ser desde entonces el alter ego de quien ahora dirige los Teatros del Canal de Madrid. "Soy muy intenso y muy exigente, siempre quiero un poco más y pruebo una y mil cosas para que el resultado me salga cada vez mejor. Me propongo llegar al fondo de la personalidad del personaje, despojarle de su máscara para conocerlo del todo y a partir de ahí dibujar mi interpretación", ha declarado a El Cultural el autor también de libros como Tres pies al gato y Viva la tierra.
-Haga balance. ¿Cree que con El coloquio de los perros y VIP Els Joglars mantiene sus señas de identidad? -Seguimos haciendo el teatro que nos gusta con un estilo nuestro que he aprendido durante más de 30 años. Estamos haciendo aún bolos con El coloquio... y ahora vamos con VIP. Todo un privilegio.
Sin mucho esfuerzo, y tras dejar claras las claves del nuevo espectáculo, nos topamos con Cataluña, una "cuestión" que no se puede sortear teniendo en cuenta la propia biografía de la compañía (tienen su sede en el municipio barcelonés de Rupit i Pruit) y la actualidad que inunda los titulares. Hay curiosidad por saber cómo se lleva Els Joglars con el público catalán en estos momentos: "Pues tenemos un público no muy numeroso que nos sigue de forma entusiasta y que nos aprecia. Montajes como Ubú y las críticas al nacionalismo pasan factura". -¿Tenía razón Els Joglars con Pujol? ¿Se consideran unos adelantados a su época? -No, no éramos unos adelantados. Era la realidad que observábamos. Por lo que se ve en la TV, después de pasar a ser muy honorable evasor, y después de repetir y repartir durante años y años lecciones de ética y de moral, de predicar lo que estaba bien y lo que estaba mal, y de cómo teníamos que hacer pipí, vive la situación con gran normalidad. -¿Le gusta la dirección que ha tomado Mas en torno a la consulta? ¿Hacia dónde cree que va Cataluña? -No, en absoluto. Creo que es un desastre. No sé si las generaciones futuras, no las más inmediatas, preguntarán cómo fue posible caer en este error. No tengo la bola de cristal para averiguar hacia donde va Cataluña. Estos meses que vienen serán claves para saberlo. -Finalmente, ¿qué piensa de la consulta? -No se puede hacer porque según la Constitución es ilegal, pero parece que eso no es un problema porque Mas la quiere hacer dentro de la legalidad. Un galimatías fenomenal. No soy partidario de la independencia. Soy partidario de la unión de los distintos, que es la que consigue la Constitución.